Los restos del imperio de Intra

Como esos puntos celestes que proceden de estrellas que hace tiempo dejaron de existir, Intra todavía emite señales en forma de restos de su patrimonio convertidos de nuevo en objeto de controversia. La decisión del Ayuntamiento de Astillero de expropiar los terrenos que aún restan de la concesión a Astillero Parque, una empresa del grupo Intra, en la zona de las Marismas Negras ha sorprendido desagradablemente al actual titular de esos derechos, la comisión liquidadora formada por los acreedores a raíz de la quiebra del grupo empresarial, que había presentado este verano una propuesta para el aprovechamiento urbanístico de ese suelo.
Se trata de un área cercana a la estación de FEVE ocupada por el campo de fútbol del Unión Club y una escuela infantil y sobre la que se levanta también parte del Centro de Salud; un espacio de unos 15.000 m2 que la corporación astillerense quiere incorporar al patrimonio municipal.
El paso dado por el Ayuntamiento, después de un intento fallido de compra, choca con el proyecto diseñado para la zona por el representante en Cantabria de la comisión liquidadora de Intra, la consultora Ingenor, cuya propuesta para dotar a ese suelo de nuevos equipamientos sociales y deportivos ha sido ignorada por el equipo de gobierno municipal.
No es ésta la primera expropiación que el Ayuntamiento de El Astillero plantea sobre las Marismas Negras. Hace cinco años, logró hacerse por esta vía con 175.000 metros cuadrados de terreno, el grueso de la concesión, que ahora están siendo sometidos a trabajos de regeneración medioambiental, y lo hizo por una cantidad casi simbólica (50 millones de pesetas).
Para evitar un resultado similar, Ingenor se apresta a contraatacar con una batería de medidas que van desde la presentación de un recurso contra la decisión de expropiar, a la denuncia de los trabajos, a su juicio ilegales, que se están efectuando en las Marismas Negras. Ingenor prepara también un encuentro con las asociaciones vecinales para exponer públicamente el proyecto rechazado por el Ayuntamiento con su drástico anuncio de expropiación.

Traslado del campo del Unión

Los actuales titulares del suelo proponen construir en la amplia zona de las marismas ya expropiada, una gran infraestructura deportiva en la que tendrían cabida tres campos de fútbol y otras instalaciones, y a la que se trasladaría el campo del Unión. Su ejecución se haría a través de un convenio entre la Consejería de Deportes, Costas y el propio Ayuntamiento. Esto permitiría aprovechar el terreno liberado por el viejo campo, cerrado desde hace tiempo, para la construcción y explotación de equipamientos sociales con una amplia demanda en la zona, como un geriátrico, un centro de día, un spa urbano y un gimnasio –que podrían completar los servicios de la residencia para mayores–, y una guardería laboral.
El traslado de la escuela infantil a la nueva instalación, a su vez, liberaría ese espacio para ampliar el saturado Centro de Salud.

Denuncia a la CROTU

El aprovechamiento para esos usos del suelo de la concesión que aún conservan permitiría a los acreedores de Intra sacar al fin un rendimiento de una concesión a la que no han logrado extraerle ninguno.
Sin embargo, salvo que cambie el criterio de la Corporación, lo que se avecina es una batalla legal de incierto resultado.
El primer paso que va a dar Ingenor, una vez interpuesto el recurso contra la expropiación, es denunciar ante la Comisión Regional de Urbanismo la construcción que el Ayuntamiento de Astillero está levantando en las Marismas Negras para albergar un Centro de Interpretación, algo que según la consultora es ilegal. La obra, que se está llevando a cabo con ayudas del Ministerio de Medio Ambiente, no cuenta con la autorización de la CROTU ni esta amparada por un plan especial, tal y como exige la ley para los terrenos afectados por el Plan de Protección del Litoral (POL).
Ingenor va a solicitar, además, la ejecución de la sentencia que desde el año 1996 obliga a la Demarcación de Costas a imponer a los concesionarios la obligación de respetar las condiciones bajo las cuales se otorgó la concesión hace más de un siglo, es decir, a la desecación de la marisma. Esto daría al traste con la pretensión del Ayuntamiento de Astillero de recuperar ambientalmente las Marismas Negras y unirlas al área ya regenerada (las Marismas Blancas), creando un gran espacio natural. En realidad, esa sentencia sería un mero instrumento para la consultora, cuyo único objetivo es que la zona más cercana a las viviendas en vez de ser reinundada se utilice para la infraestructura deportiva que ha propuesto construir.
La estrategia de quienes gestionan este antiguo patrimonio de Intra pasa también por denunciar la ocupación ilegal de suelo por parte del ayuntamiento astillerense para construir el Centro de Salud, una actuación que pretetende subsanar ahora recurriendo al mecanismo de la expropiación.

Un coste alto

Al margen de los argumentos legales que se puedan oponer a la expropiación, Ingenor confía en que, en el peor de los casos, el precio que deberá pagar el Ayuntamiento será mucho más elevado de lo que éste prevé.
En la oferta de compra que realizó la corporación a principios de año, y que se rechazó por insuficiente, se partía de una estimación que fijaba en 150.000 euros el precio del suelo. La razón de tan escasa cuantía se basaba de la presunción de que la concesión de Astillero Parque estaba sujeta a caducidad, por lo que los derechos de propiedad decaerían en 2018. Sin embargo, esta caducidad, prevista en la Ley de Costas, tan sólo afecta a las concesiones sujetas a canon, algo que no ocurre con las Marismas Negras, que fueron otorgada hace más de un siglo a perpetuidad y sin ningún tipo de carga.
Según la estimación de Ingenor y atendiendo a la calificación urbanística de los más de 15.000 m2 de suelo que se pretenden expropiar, su precio de mercado podría ser diez veces más de lo que espera pagar la corporación astillerense. “Si se inicia un proceso de expropiación –advierte un portavoz de la consultora– tendremos no menos de cinco años de batalla legal y el negocio para los vecinos de Astillero puede acabar siendo catastrófico, cuando con nuestro planteamiento el coste para el Ayuntamiento es cero”.
Unos argumentos que no han calado en los responsables municipales que, en este caso han contado con el apoyo de todos los grupos políticos a la hora de decidirse por la vía de la expropiación para hacerse con los terrenos.

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