El precio de una obra de arte; Los consejos del artista Antonio Sánchez Castro en 1819 Art Gallery
El poder aprender a poner precio con precisión a las obras de arte es una práctica fundamental y muchas veces subestimada, ya que supone todo un desafío tanto para los principiantes como para los artistas experimentados que aspiran a dejar una huella en el ámbito de las artes.
La definición de un precio justo y realista es mucho más que una simple transmisión de habilidades técnicas porque incluye otros factores como el tiempo destinado y los recursos invertidos. Se trata de una oportunidad única con la que cuentan los autores de pinturas, fotografías, esculturas y arte digital para honrar su competencia creativa y construir una carrera artística sólida.
Una buena parte de estas consideraciones están bien plasmadas por el artista y galerista Antonio Sánchez Castro, en su libro Cómo poner precio a tu obra, el cual está disponible en la biblioteca de 1819 Art Gallery, una plataforma española especializada en el asesoramiento y promoción de artistas.
Qué considerar a la hora de valorar el arte
Antonio Sánchez Castro es el creador de uno de los programas de marketing para artistas más completos del mercado, con escritos que ofrecen consejos prácticos y estrategias efectivas de marketing para que los virtuosos puedan entender y gestionar el complejo entramado comercial del arte.
Según publica el coleccionista en su libro Cómo poner precio a tu obra, hay muchos autores que tienden a infravalorar sus obras – en especial cuando no son reconocidos – o tasan trabajos por debajo de su valor, lo que conlleva un riesgo de dificultades económicas. También están quienes incurren en sobrevaloraciones, con el peligro latente de alejar a posibles compradores y de encontrar obstáculos en el mercado.
Por eso, resulta esencial fijar una tasación equilibrada que refleje un balance real entre el valor percibido del producto, el esfuerzo invertido y los costes inherentes al proceso creativo, con el fin de contribuir a la atmósfera artística de una forma valiosa y perdurable.
En este sentido, Sánchez Castro, a lo largo de su obra, plantea una serie de factores necesarios para poner precio a las obras de arte. Entre ellos, se incluyen los costes de producción que determinan un precio base (telas, pinturas, soportes, pinceles, disolventes, software, alquiler del estudio y servicios públicos); la trayectoria y experiencia del autor, el tamaño y complejidad de una obra, la conexión emocional y la transparencia en la tasación como “piedras angulares” de un vínculo sólido con compradores, coleccionistas y entusiastas del arte.
Analizar el público y el mercado
La publicación de Antonio Sánchez Castro en 1819 Art Gallery también menciona la importancia de efectuar un profundo análisis, tanto de las últimas tendencias del mercado como de las preferencias del público objetivo, para posicionar y comercializar las obras de arte de manera efectiva.
Del mismo modo, el autor profundiza en otras variables relevantes como la flexibilidad de otorgar descuentos especiales y ajustar o actualizar precios periódicamente según ciertas situaciones específicas.
El poner precio a una obra, en definitiva, es un acto necesario para potenciar la carrera del artista y generar un mercado artístico beneficioso para galerías, coleccionistas y aficionados.