El Trastorno Obsesivo Compulsivo, un desafío incapacitante con soluciones esperanzadoras, por Calma Al Mar

En la Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS identifican el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) como uno de los problemas psicológicos que acude con mayor frecuencia a las consultas de psicología. Según la asociación de psicología, aproximadamente un 2 % de la población sufre actualmente este trastorno, pero ¿de qué trata exactamente?

La psicóloga Estefanía Cárcel, de Calma Al Mar, experta en el tratamiento del TOC y con casi 15 años de experiencia en el ámbito clínico, habla sobre este trastorno psicológico que atiende habitualmente en su equipo de psicólogos en Valencia.

Estefanía, ¿de qué trata exactamente el TOC?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo estuvo catalogado como trastorno de ansiedad. En la actualidad se considera un trastorno en sí mismo. Cuando una persona lo sufre, se encuentra con una serie de pensamientos intrusivos y negativos que aparecen una y otra vez en su mente sin parar. Suelen ser pensamientos catastróficos obsesivos como, por ejemplo, “todo está muy sucio”, “me he contaminado”, “no soporto el desorden”, “algo malo va a pasar”, o incluso imágenes desagradables con las que la persona no se identifica, como ideas de perversidad, de hacer daño a otros, de insultos a seres queridos o incluso blasfemias en gente religiosa. Son pensamientos que aparecen de forma automática y frecuente. La persona sufre al tenerlos porque no se identifica con ellos. En muchas ocasiones cree que si lo ha pensado “es por algo”, puede tener un significado oculto o cree que por pensarlo quiere decir que es así o que lo quiere hacer realmente. 

¿Los pensamientos propios del TOC son peligrosos?

Nada más lejos de la realidad. Los pensamientos intrusivos propios del TOC aparecen en todas las personas. No son algo peligroso ni tienen un motivo inconsciente o maligno. Solo son pensamientos aleatorios que van y vienen. Hay quien no les hace caso y no vuelven a aparecer y hay quien se los toma muy en serio, se sienten asustados por tenerlos y les dan mucha importancia. En estos casos, puede aparecer un TOC. Sería algo así como «Le doy tanta importancia que no quiero pensarlo más, y al no querer pensar en algo provoco lo contrario, no puedo dejar de pensar en ello». Esto genera mucho malestar en la persona, por lo que hará todo lo posible por sentirse mejor. Ahí aparecen las compulsiones.

¿Quieres decir que el TOC está formado por obsesiones que aparecen por no querer pensar algo y, a partir de ahí, se desarrollan las compulsiones?

Exacto, una compulsión, ritual o comportamiento neutralizador (es todo lo mismo) son los intentos infructuosos que hace la persona para que el pensamiento sea menos doloroso. Es como una acción supersticiosa. Si pienso en esto, pero hago esto otro, conseguiré que el pensamiento tenga menos fuerza, entonces me siento mejor un rato.

¿Puedes ponerlos un ejemplo?

Por ejemplo, puedo pensar lo siguiente: “me ha tocado el chico del supermercado, seguro que ha ido al baño y no se ha lavado las manos; me ha tocado y me ha ensuciado a mí de orina, qué asco, estoy muy sucio”. Cuando viene ese pensamiento a la mente, provoca mucha ansiedad, entonces ritualizo lavándome las manos muy fuerte. Solo con una vez no me convenzo de que estoy limpio, porque mi mente me sigue diciendo que estoy sucio, así que me lavo 3 o 4 veces hasta que me quedo más tranquilo. Si el pensamiento es una obsesión, por mucho que me lave las manos no me quedaré tranquilo del todo. Es el pez que se muerde la cola. Obsesión, compulsión, me quedo un rato más tranquilo, pero vuelve la obsesión y vuelvo a la compulsión, y así una y otra vez.

¿Qué tipo de obsesiones y compulsiones son las más comunes que veis en Calma Al Mar?

Tenemos las obsesiones de contaminación y suciedad que provocan rituales de limpieza exagerados. Podemos encontrarnos con personas que trabajan 8 o 9 horas y que al llegar a casa pueden estar 4 o 5 horas diarias llevando a cabo sus rituales de limpieza. También tenemos personas con TOC de orden y organización. Muy común también es el TOC de comprobación, donde la persona tiene obsesión con que se pueda producir un incendio, una explosión, un robo, una mala ejecución profesional, o algo parecido, y sus rituales van a ser comprobar que todo está bien, que se han hecho las cosas correctamente, que en casa está todo cerrado o apagado, entre otras conductas. Nos encontramos también mucho con el TOC de asegurarse de no hacer daño, de repetir, acumular cosas, buscar simetrías, intentar responder a dudas filosóficas, obsesiones con la muerte, o personas que se obsesionan con cerrar asuntos pendientes.

¿Cuándo podemos decir que el TOC le está generando a la persona un problema realmente importante?

En el momento en que la persona ve que no puede llevar una vida normal porque su mente siempre está centrada en ritualizar para sentirse mejor momentáneamente, cuando se pierden muchas horas ritualizando y eso impide que se lleven a cabo ciertas obligaciones o actividades de ocio, o cuando el TOC te impide relacionarte bien con los demás o mantener esas relaciones de amistad o familiares importantes. 

El TOC puede ser un problema realmente grave porque le va a impedir al paciente conseguir sus objetivos o vivir la vida que le gustaría. En estos casos es sumamente importante comenzar cuanto antes una terapia psicológica. El TOC se puede tratar y es imprescindible hacerlo, ya que no se va a ir por sí solo. El tratamiento del TOC se puede llevar a cabo tanto en nuestra consulta de Valencia como de forma online.

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