Hummel habla sobre el impacto que tienen las falsificaciones de productos
Las falsificaciones constituyen un problema de grandes dimensiones que afecta a las empresas, la economía global y a los consumidores. Un estudio reciente de la agencia investigadora Sicpa ubicó a España como el segundo país de la Unión Europea en tasa de adquisición de imitaciones.
Las pérdidas anuales por la venta de piezas falsificadas se calculan en 5.700€ millones y, a nivel humano, la práctica ha frenado la creación de unos 44.700 puestos de trabajo en el país. En función de la importancia del tema, la firma Hummel ha decidido reflejar el impacto de las imitaciones en su marca.
Las consecuencias de las falsificaciones sobre Hummel
Hummel es una compañía danesa dedicada a la confección de indumentaria deportiva y casual, con una trayectoria de más de 100 años. La firma ha conseguido posicionarse como uno de los principales referentes en la fabricación de atuendos de primera calidad para la práctica deportiva, por lo que hoy tiene presencia a nivel global y es patrocinante de varios equipos y clubes deportivos.
Al igual que ocurre con otras marcas globales y de alto posicionamiento, Hummel también enfrenta las consecuencias de las falsificaciones. El impacto más negativo recae sobre la imagen de marca, ya que cuando se fabrica una imitación y la calidad es considerablemente inferior, se afecta al fabricante original. Como los productos se estropean mucho antes, si el usuario no es consciente de que no es genuina, puede llegar a asociar a Hummel con una baja calidad.
La adquisición de piezas falsificadas es un golpe directo sobre la economía de la empresa danesa, que erosiona desde sus ingresos hasta la estabilidad de sus trabajadores e, incluso, el desarrollo y lanzamiento de nuevos artículos. Las falsificaciones Hummel son un asunto de suma gravedad, por lo que de forma continua debe investigar e innovar en su catálogo.
El valor de educar al consumidor más joven
Distintos análisis coinciden en que el problema de las falsificaciones representa un desafío para las empresas, autoridades gubernamentales y consumidores. Con relación a estos últimos, uno de los frentes de lucha debe ser la educación y la promoción de información sobre el impacto negativo de adquirir mercancía falsificada.
La firma Hummel asevera que la necesidad de formación resulta crucial en la población más joven. Diversos estudios indican que casi la mitad de los jóvenes entre los 15 y los 24 años ha adquirido al menos una pieza falsificada de forma consciente y por dos razones: precios más económicos y accesibilidad. En estos tiempos, las falsificaciones Hummel ya no solo se comercializan en la calle y almacenes dudosos, sino también por internet.
Para Hummel, es esencial que el consumidor comprenda las graves consecuencias que conlleva comprar una prenda falsificada en términos de la generación y conservación de empleo, además de la recaudación de impuestos con los que los gobiernos financian servicios esenciales. Por último, la marca también alerta sobre el impacto económico que sufre por tener que sustituir en menor tiempo una prenda de baja calidad.