La importancia de un descanso reparador para poder tener energía en el día a día
Una de las claves para tener un sueño reparador por las noches, que poca gente conoce, es saber cuáles son las fases del sueño. Es un tema un tanto complicado de entender, del cual no se habla mucho a la hora de comprender más en profundidad algunos problemas que las personas pueden tener con el sueño, como el insomnio. Conocer en qué se basa cada fase y cómo afecta al cuerpo humano es esencial para así sacar el mayor provecho, ya que, al dormir, el cuerpo y la mente atraviesan diversas etapas físicas, biológicas y electrofisiológicas que son beneficiosas para la salud.
Si bien el pleno descanso está relacionado con el ciclo del sueño, también es importante que el colchón sobre el que se duerma sea el adecuado para garantizar una noche de sueño ininterrumpido. Por ello, existen empresas como Perlanit que apuestan y se comprometen a crear artículos del sueño, como toppers y colchones, que estén diseñados para cuidar del descanso de cualquier persona.
Sobre las fases del sueño
Existen cinco fases del sueño, las cuales están divididas fundamentales en dos etapas: NREM, en la cual no existe movimiento ocular, y REM, donde existe movimiento ocular. La primera etapa es la que recoge las cuatro primeras fases del sueño, donde el durmiente está empezando a dormirse, y la segunda etapa recoge la última fase, donde se producen los sueños. Dentro de estas dos fases, generalmente, el ciclo se reinicia cada 80 o 100 minutos, atravesando desde cuatro hasta seis ciclos por noche.
En la etapa de sueño con movimiento ocular rápido, los ojos parpadean y el cerebro está activo, es ahí donde normalmente ocurren los sueños. De hecho, en ese momento, el cuerpo está flácido para evitar hacer movimientos relacionados con lo que se sueña. También se toma esta fase para la regeneración cerebral, las actividades genéticas y la reparación de las moléculas.
Por su parte, el sueño NREM consta de tres o cuatro etapas, que se establecen de acuerdo a las mediciones de la actividad cerebral. La primera etapa consiste en la transición entre la vigilia y el sueño; en la segunda etapa, ya la persona está dormida; y la tercera y cuarta se conocen como sueño profundo, donde el cuerpo está en completa relajación. Esta también es la fase que puede verse afectada por los trastornos del sueño.
Importancia de un descanso reparador
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la falta de un buen descanso influye directamente en el bienestar de una persona; por ello, los especialistas aconsejan dormir, como promedio, siete horas seguidas por día.
Una buena noche de descanso no solamente recupera y reinicia el cuerpo, también mejora la memoria, fortalece el sistema inmune, disminuye la presión sanguínea, reduce la inflamación corporal, recupera la energía y mejora la concentración y la capacidad mental. De igual forma, dormir ayuda a mantener un peso saludable, debido a que la melatonina, la hormona que controla el sueño, también está involucrada en el proceso del metabolismo, por lo que, al no dormir lo suficiente, el cuerpo segrega una hormona que aumenta el apetito.
Por ello, los especialistas recomiendan hacer alguna actividad física, apagar los dispositivos electrónicos antes de dormir, no alterar el horario ni las fases del sueño, no tomar siestas de más de 20 minutos al día, evitar ingerir alimentos pesados y controlar el consumo de cafeína y alcohol. Así, se tendrá un descanso reparador para tener energía en el día a día.