Wi-Fi, la tecnología inalámbrica que ha venido para quedarse
Wi-Fi funciona de forma parecida a los teléfonos móviles y permite al usuario conectarse a Internet o la red informática de una empresa a través de ondas de radio, y poder realizar una cierta itinerancia dentro del área de cobertura sin perder la conexión. Todo ello con la comodidad de no necesitar cables.
En las empresas, que es donde más impacto está teniendo esta tecnología, Wi-Fi crea redes de área local sin cables, utilizando ondas de radio, de tal forma que ordenadores, portátiles, impresoras y cualquier equipo informático, quedan conectados a la red interna de la compañía, eliminando los cables de datos. Esta ventaja adquiere especial relevancia allí donde se utilizan ordenadores portátiles, ya que permite al trabajador moverse por la empresa con su ordenador y que éste permanezca conectado a la red en todo momento. Pensemos por ejemplo en las reuniones, donde habitualmente se necesita hacer presentaciones y la facilidad de conectarse y descargarse los ficheros utilizando Wi-Fi.
Una de las aplicaciones que más éxito está teniendo son los denominados hot spots o puntos públicos de acceso a Internet de banda ancha inalámbricos, ubicados en hoteles, centros de congresos, aeropuertos y en general en cualquier lugar potencial de tránsito de personas de negocios, que viajan con un portátil y necesitan conectarse a Internet para leer el correo electrónico. En general, allí donde es importante la movilidad, Wi-Fi aporta grandes ventajas a los usuarios que necesitan mantenerse conectados, como por ejemplo a los médicos en hospitales.
Ventajas principales
Economía. El coste de despliegue de una red inalámbrica es muy inferior al de una red tradicional cableada, ya que no es necesario hacer canalizaciones ni tirar cable.
Rapidez de implantación. Mientras que las redes cableadas suelen requerir semanas para realizar el despliegue y las canalizaciones, las redes inalámbricas se instalan en el plazo de pocos días.
Movilidad. No hay necesidad de estar fijo en una ubicación. Los equipos se pueden mover por todo el área de cobertura; en el caso de empresas, por el interior del edificio.
Estética e imagen. El impacto estético de las redes inalámbricas es mínimo ya que no necesitan canalizaciones, rosetas de conexión, cables, etc. Por otra parte mejoran la imagen tecnológica de la empresa.
Flexibilidad y escalabilidad. Permite hacer crecer la red con mínimas inversiones para adecuarse al crecimiento de la empresa y, en caso de reestructuración, se desinstalan y se vuelven a instalar en la nueva ubicación en pocos días.
Comodidad y facilidad de uso. Además de eliminar los cables, las redes Wi-Fi no requieren la intervención del usuario para realizar la conexión, ya que se configuran una vez, y el ordenador se conecta automáticamente a la red al encenderlo.
Tecnología WLAN
Detrás de Wi-Fi se encuentra la tecnología Wireless LAN (red de área local inalámbrica), que permite construir redes informáticas de tipo Ethernet a través de ondas de radio, eliminando los cables de datos.
La primera red WLAN basada en la especificación 802.11 fue puesta en marcha en 1979 por IBM. Desde entonces, han ido apareciendo numerosas versiones de dicho estándar, que se diferencian a través de letras. Las más importantes son las 802.11b y 802.11a, que permiten velocidades de hasta 11Mbps y 54 Mbps, respectivamente.
Otra diferencia entre ellas es su rango de frecuencias de operación, siendo de 2.4 GHz para el estándar “b” y de 5 GHz para el estándar “a”. Definen las características físicas de las ondas de radio de cada sistema, ya que para potencias iguales de transmisión, a frecuencia más alta, la señal avanza menos, y por tanto la cobertura es inferior.
Esto impone la necesidad de realizar un estudio para determinar qué tipo de tecnología hay que desplegar en cada caso, dependiendo de las necesidades de los usuarios finales. Por ejemplo, si se trata de un equipo de personas de una empresa, que necesitan una velocidad de datos alta y no se encuentra muy disperso físicamente, el 802.11a sería la elección adecuada. Si por el contrario, se pretende cubrir un área muy grande y la demanda de velocidad de datos no es tan alta, deberíamos elegir el 802.11b.
Elementos de la red
Las redes Wi-fi se componen de dos tipos de elementos de red: los puntos de acceso que crean celdas de cobertura, a semejanza de las estaciones base de telefonía móvil, y las tarjetas cliente de cada ordenador, que permiten su conexión a las estaciones base, a semejanza de los teléfonos móviles.
Un punto de acceso puede dar servicio a un gran número de usuarios, por lo que el equipamiento que se necesita para construir una red de este tipo es mínimo. Por otra parte, muchos de los ordenadores portátiles que se venden hoy en día tienen ya la tarjeta Wi-Fi preinstalada y el coste de la instalación se reduce aún más.
El precio de un punto de acceso oscila entre 300 y 600 euros, y el de una tarjeta cliente para ordenador entre 100 y 300 euros. Desplegar una infraestructura Wi-Fi en un hotel de seis pisos con 125 habitaciones y veinte puntos de acceso tendría un precio aproximado de entre 20.000 y 30.000 euros.
La seguridad ha sido tradicionalmente uno de los principales inconvenientes de estas redes, ya que al producirse la comunicación a través de ondas de radio, está más expuesto a accesos malintencionados que las cableadas. Por este motivo, se han desarrollado métodos de autentificación y cifrado que permiten garantizar una seguridad similar a la que ofrecen las redes convencionales.
Consideraciones a la hora de la instalación
Es conveniente encargar el diseño a una empresa especialista en radio-comunicaciones y tecnologías inalámbricas, con el fin de:
1.– Dimensionar la red a las necesidades de la empresa, calculando el volumen de tráfico de datos previsto.
2.– Realizar un diagnóstico del estado del sistema informático de la empresa, para adaptar de la mejor manera los equipos ya existentes.
3.– Realizar un estudio de cobertura y determinar las ubicaciones más apropiadas para los puntos de acceso, desde el punto de vista de calidad de la señal radioeléctrica. A mejor calidad, mayores garantías de obtener la máxima velocidad de datos disponible.
4. Analizar y solucionar posibles problemas causados por interferencias con otros sistemas de comunicaciones u otras redes inalámbricas cercanas.
5. Asegurar que se cumple la normativa vigente en materia de telecomunicaciones y evitar interferir en otras redes.