Saboriz; sándwiches, BBQ y hamburguesas, comida americana sin filtros en Chamberí
No es fácil encontrar un local muy amarillo que junte en su carta sándwiches originales, carnes ahumadas y hamburguesas. Saboriz (c/Modesto Lafuente 64) lo hace y demuestra que hay vida (divertida) más allá de la monotemática burger.
David y Mónica, sus dueños, vivieron en Estados Unidos y ahora quieren acercar a los comensales su personal selección de cocina americana. Apuestan por una cocina de calidad, elaborada desde cero, con ingredientes naturales y sabores muy auténticos. Todo se hace en casa, sin atajos. No es una hamburguesería, es un negocio familiar especializado en auténtica barbacoa americana y en sándwiches diferentes.
La carne se ahúma a baja temperatura durante horas en un horno de leña donde se obran maravillas: como las baby back ribs con salsa BBQ (también en versión burger, para esos días en los que uno quiere pringarse los dedos lo justo), el pulled pork, el pollo ahumado o el bacon, que eleva su Bacon Burger a otra categoría, con su toque crujiente y after taste ahumado.
El Smashed Sándwich es el famoso Patty Melt americano, tan difícil de encontrar en Madrid. El Pastrami lleva una laboriosa preparación de casi una semana y el Cubano recuerda al de la película Chef. Incluyen opciones más clásicas, como el aguacate y queso, ensalada de pollo o Kloob, versión in house del Club Sándwich.
Su carta variada no defrauda. Esconde auténticas joyas, como el mac’n’cheese, plato sagrado para cualquiera que haya sido niño en Estados Unidos. Su salsa exclusiva made in Saboriz está hecha con cheddar, manchego y gruyére fundidos. Resulta una buena opción para vegetarianos, al igual que varias de sus ensaladas, como la Quinoa o la Greek.
Respecto a las hamburguesas, interesante descubrir lo que son capaces de hacer con 180 gr de ternera gallega… Opciones clásicas como la bacon o la cheese burger, y otras más originales, como la G.O.A.T, su creación más reciente, con queso de cabra y cebolla caramelizada. Ofrecen opción sin gluten para el pan.
Entre los acompañamientos, sweet potatoes y patatas fritas, cortadas a mano y con piel, muy lejos de las patatas congeladas de los típicos fast food. Porque este local no va de eso, va de calidad, eficacia y originalidad.
La relación tamaño-precio en todos los platos es espectacular. Empezaron solo con delivery, pero ante la insistencia de los clientes de la zona decidieron acondicionar su sala al público. ¿El resultado? Un local amarillo lleno de luz no apto para cualquiera, decorado con un mural de @theprotagnist_. También cuenta con un kiosco digital en la entrada donde hacer el pedido o encargar para take away. Un local y una comida que destacan del copy paste que impera en Madrid.