¿Se está pagando de más por la factura de la luz? Descubrir los errores más comunes y cómo evitarlos
Según un estudio reciente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el 30% las reclamaciones de los consumidores en el sector energético están relacionadas con errores en la facturación. Ante esta realidad, la necesidad de transparencia y claridad en las facturas de luz se vuelve más importante que nunca.
En este contexto, los expertos de Chippio, comercializadora de energía 100% digital e impulsada por inteligencia artificial, destacan su firme compromiso con ofrecer a los consumidores una experiencia de facturación sin complicaciones y completamente transparente. Para ello, la compañía ha identificado los cinco errores más comunes en la factura de la luz y cuál es la forma correcta de evitarlos:
Lecturas incorrectas del contador: Este problema surge cuando las lecturas del contador no se toman correctamente, lo que lleva a estimaciones de consumo erróneas. Especialmente en contadores tradicionales, la falta de lecturas regulares y precisas puede resultar en facturas que no reflejan el consumo real del hogar, lo que puede generar tanto sobrecostes como facturas inferiores al consumo real, que luego se regularizan con grandes sumas.
Cargos no solicitados y servicios adicionales: A menudo se incluyen cargos por servicios adicionales como mantenimiento o seguros que no han sido contratados. Estos cargos no siempre son evidentes y a menudo pasan desapercibidos, lo que incrementa el coste total de la factura sin que el usuario lo note. Para evitar sorpresas, es fundamental revisar cada línea de la factura y asegurarse de que todos los cargos son correspondientes a los servicios realmente contratados.
Cambio de tarifa mal aplicado: Cuando un consumidor decide cambiar de tarifa, ya sea por una opción de ahorro o porque su situación ha cambiado (cómo mudarse a una vivienda con mayor demanda energética), es crucial asegurarse de que este cambio se aplique correctamente en la factura.
Potencia contratada innecesaria: Uno de los errores más frecuentes es la contratación de una potencia eléctrica más alta de la que realmente se necesita. Para evitarlo, es importante evaluar los electrodomésticos y equipos eléctricos que realmente se usan y valorar una reducción de potencia a la comercializadora, lo que puede llevar a un ahorro considerable a largo plazo.
Duplicidad de conceptos facturados: En ocasiones, se pueden encontrar facturas con cobros repetidos por un mismo concepto. Esto puede deberse a errores en el sistema de facturación o a la falta de coordinación entre los diferentes departamentos de la comercializadora.
«En Chippio, creemos que un control eficiente y transparente del consumo energético es fundamental para ahorrar en la factura de la luz. Utilizamos inteligencia artificial para ofrecer recomendaciones personalizadas que optimizan cada aspecto del gasto energético” explican los expertos de la compañía.