Un colchón diferente para cada tipo de persona por colchones.me

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Comprar un colchón es una de las decisiones más importantes que tienen que tomar las personas a lo largo de su vida. Aunque parezca un mueble más, este va a determinar la calidad del sueño, el estado de ánimo y la salud de la espalda, entre otras cosas

Un colchón es una pieza que acompaña a las personas a lo largo de toda su vida. Es un mueble que está presente en todas las casas del mundo y sobre el que se pasan varias horas durante el día. Y por eso mismo, a la hora de comprar un nuevo colchón hay que tener en cuenta varios factores. No es una tarea sencilla donde se deban tomar decisiones a la ligera, al contrario, muchos de los problemas de sueño de las personas y de su estado de ánimo durante el día están muy relacionados con el tipo de colchón en el que se duerme. De hecho, están diseñados para que su vida útil sea de, al menos, 8 años, y sus precios no los convierten en muebles que se puedan sustituir habitualmente.

Para comenzar, es necesario enumerar los 3 tipos fundamentales de colchones que habitualmente se pueden encontrar en las tiendas:

Colchones de muelles. Son los colchones más comunes y también los más económicos, aunque dentro de esta categoría conviven varios tipos. Por ejemplo, se pueden encontrar los colchones de muelles tradicionales, donde todos los muelles están unidos, son muy ruidosos y no garantizan la independencia de lechos. Estos han evolucionado hasta los colchones de muelles ensacados o individuales, donde estos problemas se solucionan. Se caracterizan por ser duros y firmes, pero existen muchas variantes.

Colchones de viscoelástico. Una de las opciones más modernas que está caracterizada por amoldarse a la forma del cuerpo y adaptarse según la temperatura del mismo. Es perfecto para dormir en pareja ya que no se hunde con los movimientos de la otra parte.

Colchones de látex. Son colchones donde el centro del colchón está compuesto por un núcleo compacto de látex, a diferencia del resto donde suele ser espuma o muelles. Reduce los puntos de presión y se adapta fácilmente. Últimamente se están comercializando mucho.

Se puede dar combinación de estos tipos. Por ejemplo, los modelos más comunes combinan los muelles ensacados con una capa de viscoelástico o látex en la parte superior para garantizar una mayor comodidad y para amortiguar la dureza o firmeza del colchón.

Pero, además de las características del propio colchón, hay que tener en cuenta otras condiciones o situaciones que afectan a las personas y que van a determinar la elección de un tipo u otro.

En primer lugar, es muy importante si se va a dormir solo o acompañado, pues hay que buscar colchones que garanticen la independencia de lechos y donde los movimientos de uno no afecten a los de otros. Del mismo modo, si una persona se mueve mucho por la noche, es preferible que opte por un colchón más bien firme que permita libertad de movimientos. También es importante tener en cuenta el peso, pues cuanto menos sea este, se podrá elegir un colchón menos firme.

El calor o el frío que se pase durante la noche es fundamental tener en cuenta a la hora de elegir un colchón, por ejemplo, uno viscoelástico, al adaptarse más al cuerpo, mantiene más el calor.

Pero, sin duda, lo más importante es valorar el estado de la espalda. Si existen problemas de espalda es conveniente que se tenga muy en cuenta la firmeza del colchón, que es la que va a determinar la elección del colchón más adecuado para cada persona. La pieza debe respetar o conservar la curvatura natural de la columna vertebral, por lo que hay que buscar una opción que se adapte a las características de la espalda de cada uno.

Fuente Comunicae

Source: Comunicae

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