Las fusiones reúnen en Cantabria a los dos gigantes lácteos mundiales
Las grandes estrategias de las multinacionales en ocasiones perjudican a la región y en otras la benefician. Esta vez el resultado es favorable. La fusión de Suiza Foods, propietaria de Lácteos de Santander y Dean Foods, ha dado lugar a un gigante lechero que facturará 9.000 millones de dólares al año (alrededor de 1,75 billones de pesetas). La nueva compañía, a pesar de concentrarse casi exclusivamente en el mercado norteamericano, se encarama al segundo lugar del escalafón mundial, inmediatamente por detrás de Nestlé, que lidera el sector gracias a una facturación de 13.000 millones de dólares (2,5 billones de pesetas).
El hecho de que las dos compañías más potentes de la industria láctea mundial tengan fábricas en Cantabria es una casualidad que puede resultar estratégica para los intereses de la región, sobre todo por el hecho de que Suiza Foods, a pesar de su gran tamaño, no tiene otros intereses en Europa, un mercado en el que desea desarrollarse.
El resto del ranking mundial lácteo lo componen ahora las compañías Farmers, que ha pasado a ocupar el tercer lugar, Kraft, Philip Morris, Danone y Parmalat, que también tiene intereses en Cantabria a través de su filial española Clesa, aunque se trata de una modesta planta de recogida de leche ubicada en Villaverde de Pontones.
Salida de Antonio Marchal
Suiza Foods, por otra parte, ha optado por adquirir las acciones que aún tenía Antonio Marchal en Leche Celta y asumir directamente la gestión. En el pacto de compra del primer paquete, se establecía un periodo de tres años durante los cuales Marchal se mantendría al frente de la empresa española y de hecho, ha seguido tomando las decisiones con una amplia autonomía. Sin embargo, la multinacional norteamericana ha decidido recortar el periodo transitorio y tomar el control completo de la filial española, por la que se calcula que ha pagado unos 14.000 millones de pesetas.
La fábrica de Lácteos de Santander en Meruelo fue inaugurada hace cuatro años y supuso una inversión de 1.600 millones de pesetas, generosamente subvencionada con los fondos comunitarios del Objetivo 1 y de las administraciones españolas, que reembolsaron el 52% del gasto. La planta tiene capacidad para procesar más de 130 millones de litros de leche al año.
Lagasa es actualmente la cuarta empresa española del sector, con una cuota de mercado del 6,4%. Los 350 millones de litros de leche líquida que recoge y envasan sus fábricas de Galicia y Cantabria la colocan por detrás de Pascual, Clas y Puleva. La empresa más importante del sector, Puleva, procesa más de 900 millones de litros al año (aproximadamente el doble de la producción lechera cántabra) después del salto espectacular que consiguió con la absorción de Leyma-Ram, la toma del control de Granja Castelló y su fusión con Azucarera Ebro Agrícolas.