La nueva línea de ferries para camiones, a punto

A partir de noviembre el tráfico de camiones entre Inglaterra y España va a contar con un corredor marítimo que le permitirá eludir el parón que produce el cierre de las carreteras francesas y vascas al transporte pesado durante los fines de semana.
Un barco de Brittany Ferries, especialmente diseñado para este tipo de carga, facilitará el que los camioneros salven cómodamente la distancia entre Santander y el puerto británico de Poole, en una travesía que durará unas 24 horas.
Será la segunda línea que la naviera francesa pone en marcha en el puerto santanderino, animada por los buenos resultados en el transporte de carga del ‘Pont Aven’, el ferry de pasajeros y vehículos pesados que enlaza la capital cántabra con Plymouth, que este año alcanzará la cifra de cinco mil camiones movidos.
La longitud del nuevo barco (165 metros) ha hecho imposible la utilización de Raos como punto de atraque. El ‘Cotentin’ no cabe en el muelle adaptado para los barcos cocheros, y la vieja rampa flotante que se utiliza habitualmente ha sido descartada debido a su mala adaptación para el embarque y desembarque de los vehículos pesados. Para solucionar este problema, la Autoridad Portuaria construirá junto a la terminal química de Raos otra plataforma para buques especializados en el transporte de camiones. Pero mientras ese momento llega –y pasará al menos un año– Brittany Ferries se verá forzada a utilizar la misma rampa que ahora usa el ‘Pont Aven’, en el centro de la ciudad, y los camiones tendrán que estacionar en el espacio situado entre la terminal de viajeros y el edificio de la Comandancia de Marina.
Este emplazamiento tan céntrico va a complicar las cargas y descargas, pero permitirá anticipar la entrada en funcionamiento de la nueva línea, que será la única en toda la Cornisa Cantábrica con un servicio pensado específicamente para cubrir las necesidades de los transportistas.

120 camiones

Cerca de 80 millones de euros ha invertido Brittany Ferries en la construcción del ‘Cotentin’, que está a punto de ser concluido en los astilleros noruegos Aker Yards. El barco podrá llevar 120 camiones en los 2,2 kilómetros de estacionamiento con que cuenta en sus bodegas. Esta es, también, la longitud que suman los 17 carriles habilitados de manera provisional en el muelle cercano a la Estación Marítima, aunque es presumible que la llegada espaciada de los camiones y su embarque según vayan llegando, haga innecesaria la ocupación total del estacionamiento. Tanto la entrada como la salida de los vehículos se hará a través del propio recinto portuario, desde la zona de Varadero, lo que evitará que los camiones tengan que llegar por los viales urbanos al mismo centro de la ciudad. Esta solución ya se ha adoptado para los pasajeros del Pont Aven desde hace año y medio.
A falta aún de las pruebas de mar, se estima que el buque podrá llegar a alcanzar los 23 nudos de velocidad, aunque en condiciones climatológicas adversas, como las que suelen darse en invierno, la media seguramente no pasará de los 19 o 20 nudos.
El barco no sólo está pensado para los camiones, sino también para los conductores y, para hacerles más cómoda la travesía, está dotado de 120 cabinas dobles, servicios de bar y restauración.

La elección de Poole

Aunque se pensó en un principio en Portsmouth como punto de arribo de la nueva línea en Inglaterra, finalmente ha sido elegido el puerto de Poole, menos saturado de tráfico y con más disponibilidad de campas para el estacionamiento de camiones. Cercano a Londres y conectado a una buena red de autopistas, Poole parece un lugar propicio para captar tráficos de mercancías para esta línea que, entre noviembre y marzo, hará tres escalas semanales entre Cherburgo (Francia) y Poole, y en los fines de semana prestará servicio entre el puerto inglés y Santander. La llegada a la capital cántabra está prevista sobre la medianoche del sábado, y a las cinco de la mañana iniciará el regreso para atracar de nuevo en Inglaterra en la mañana del lunes.
Desde abril a octubre, el barco hará cuatro escalas semanales entre Francia e Inglaterra (una más) y saldrá de Poole el sábado temprano para llegar a Santander el domingo a media mañana. Esa misma tarde zarpará para Inglaterra, donde llegará 24 horas después. El ‘Cotentin’ prácticamente no va a tener momentos de inactividad pero, no obstante, la naviera cree que aún puede ajustar los horarios definitivos de Santander a las necesidades mayoritarias que le transmitan los propios transportistas.

Otro ferry para 2009

A pesar de destinarse al transporte pesado, la nueva línea no va a poder beneficiarse de las generosas ayudas que la Unión Europea ha establecido para las llamadas ‘autopistas del mar’, ya que están pensadas para las que unan puertos situados en el Continente, es decir, las que sustituyan tráficos por carretera, y no incluyen las líneas entre el Continente y las islas, que ya se hacían por ferry o ferrocarril. Sí encaja, sin embargo, en el programa comunitario ‘Marco Polo’, al que la naviera francesa y los puertos de Santander y Poole han solicitado acogerse, dado que incentiva el transporte internacional por ferrocarril y el transporte marítimo de corta distancia o por vías navegables interiores.
Brittany Ferries tampoco descarta la creación de una línea de carga entre la Cornisa Cantábrica y un puerto europeo continental. Un proyecto que cumpliría las exigencias para ser considerada una ‘autopista del mar’, aunque requiere una inversión elevada, ya que serían necesarios dos o tres barcos para cubrir el mínimo de cuatro escalas semanales que la Unión Europea exige para conceder las jugosas subvenciones establecidas.
Lo cierto es que Brittany Ferries ha decidido apostar fuerte por este nicho de mercado. Una estrategia que se verá reforzada con la entrada en servicio en 2009 de un nuevo ferry prácticamente gemelo del ‘Cotentin’ y que está siendo construido en los mismos astilleros noruegos. A diferencia del buque que llegará a Santander en noviembre, que está pensado sólo para camiones, el ferry en construcción se ha concebido para usos mixtos, con más cabinas para el pasaje y más servicios de restauración. Su destino aún no está decidido pero, si el servicio de carga que se va a poner en marcha entre Santander y Poole tiene el éxito que se espera, Brittany Ferries podría utilizarlo para duplicar las escalas de esta línea, a la que también aspiraban ciudades como Gijón y Bilbao, que han pujado fuerte para atraer hacia sus puertos a la naviera francesa que opera en Santander.

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