LOS BENEFICIOS DEL AÑO SANTO LEBANIEGO PARA LAS EMPRESAS
Ya nadie imagina que se puedan conseguir 15 millones de euros de las empresas privadas para el Año Jubilar Lebaniego que se lograron en 2006. Incluso los 12 que se pone como objetivo el Estado parecen demasiado aventurados, porque 2016 no tiene ningún parecido con el año más pletórico de la economía española. Los atractivos fiscales que ha concedido el Gobierno para quienes contribuyan al evento son los mismos pero las grandes compañías invierten mucho menos en publicidad y sus cuotas por Impuesto de Sociedades también son más reducidas
El consejero de Industria ha hecho muchas gestiones personales ante las grandes empresas que patrocinaron el Año Jubilar de 2006 para que se impliquen de la misma manera y sabe lo difícil que resulta ahora conseguir cada euro. El objetivo es que, si no repiten las de entonces con la misma cantidad, al menos no quede fuera ninguna de ellas. El resto del dinero debería de llegar de nuevos aportantes, y el Gobierno quiere convencer a las empresas cántabras de que hacen un buen negocio fiscal si se suben a este carro.
El asunto no sencillo, como todo lo que tiene que ver con la fiscalidad. Además de las deducciones por donaciones, cualquier gasto en promoción o publicidad que haga una empresa puede convertirse en deducible a efectos del Impuesto de Sociedades o del IRPF por el mero hecho de incluir el logotipo del Año Jubilar Lebaniego.
Las grandes empresas casi siempre tratan de aprovechar esta desgravación fiscal extraordinaria para que les salgan más baratos sus spots de televisión o radio, pero también son aplicables a carteles, folletos publicitarios y otros objetos promocionales de difusión gratuita.
“Que las empresas colaboren pero que también se beneficien”
El consejero de Innovación, Industria y Turismo, Francisco Martín, el director de la Sociedad del Año Jubilar, Israel Marcos, y Gema Uriarte, adjudicataria del contrato público para la captación de recursos privados para el Lebaniego han sido los últimos ponentes invitados al Círculo Empresarial Cantabria Económica, que la revista organiza cada mes, y han expuesto con detalle estas circunstancias ante los empresarios reunidos. La intención, como dijo el director de Cantabria Económica en la presentación, es que las empresas de Cantabria puedan colaborar en esta edición y que también puedan beneficiarse de ella, como contratistas directos o a través de las desgravaciones fiscales aprobadas.
El consejero de Turismo, se mostró convencido de que, aún con menores aportaciones individuales, por los efectos de la crisis, la recaudación para el Año Jubilar será muy relevante. A pesar del retraso en la adjudicación del contrato para realizar estas gestiones ante las empresas, el Gobierno regional lleva muchos meses de contactos directos con las grandes compañías que ya colaboraron en el anterior, muchas de las cuales ya están comprometidas (como es el caso del Banco Santander, Liberbank, Carrefour, la Caixa o Viesgo) aunque las aportaciones de la mayoría serán inferiores y, en algunos casos, se harán a través de un patrocinio directo de actos y espectáculos.
Ahora es Gema Uriarte, directora del despacho Uriarte, quien realiza las gestiones directas con empresas regionales y nacionales.
Estas aportaciones tienen unos retornos muy significativos para los donantes, gracias a los beneficios fiscales concedidos por el Gobierno de la nación al considerar que el Año Jubilar Lebaniego es un acontecimiento “de excepcional interés público” y prolongarse estas condiciones fiscales durante tres años. El calendario hace que esta circunstancia casi permita enlazar con el siguiente Lebaniego, que tendrá lugar dentro de seis años (la próxima vez que la celebración del santo coincida en domingo) frente a los trece años que han separado los dos últimos.
“Nos tocará llamar a muchas puertas”
Las deducciones a las cantidades entregadas por las empresas en concepto de donación son las máximas establecidas por la ley para los mecenazgos y pueden llegar al 90% de la cuota a pagar, en el caso de las donaciones, y al 15% de los gastos en publicidad y propaganda de la empresa cuando se trata un patrocinio publicitario.
Estas son, básicamente, las dos formas de colaboración al programa y, tanto en uno como en otro caso, pueden resultar francamente beneficiosas para las empresas, especialmente después de que las consultas realizadas ante Hacienda por Uriarte hayan despejado las dudas que parecían restringir sus efectos reales.
“Nos toca llamar a muchas puertas”, confesó el consejero, “porque en esta ocasión hay que sumar muchos pocos”. Un trabajo que comporta trasladar a los empresarios que, por el mero hecho de insertar el logo del Año Jubilar en su publicidad o en sus embalajes ya pueden tener un importante ahorro fiscal.
Martín reveló que, en el anterior Lebaniego, el mayor patrocinador fue una empresa cervecera, con casi tres millones de euros, que prácticamente consiguió amortizarlos por el hecho de insertar el logo del evento en sus latas. Más tarde, la Dirección General de Tributos puso pegas a una interpretación de la norma tan favorable para la empresa patrocinadora y quiso restringir la deducción al mero coste de insertar el logo, pero gracias a las gestiones de Gema Uriarte se ha conseguido que de nuevo impere el criterio de 2006 y “todos aquellos que tenéis soportes en vuestros productos, desde el brick de leche a la caja del teléfono o de la tableta, podéis llegar a sufragar el coste de ese embalaje con la inserción del logotipo del Año Jubilar”, expuso el consejero, aludiendo a empresarios concretos presentes en el acto.
El director de la Sociedad Año Jubilar, Israel Marcos explicó las tres vías de colaboración abiertas con las empresas: el patrocinio de eventos (conciertos, conferencias, espectáculos) que la sociedad pública ya tiene previstos; la aportación de nuevas propuestas por parte de los propios empresarios; y los beneficios fiscales asociados a las acciones de comunicación del Año Lebaniego: “Nosotros recibimos pero también aportamos”, resumió.
Gema Uriarte, por su parte, explicó con detalle los retornos fiscales que va a producir cualquier colaboración con el Año Jubilar, especialmente para quienes hacen publicidad, que se pueden ahorrar un 15% en la inversión que realizan, con un tope del 90% de la cuota a pagar. Estos beneficios fiscales pueden aplazarse durante quince años, si la empresa no tiene la posibilidad de aprovecharlos en las cuentas del ejercicio en curso o del próximo porque su cuota a pagar en el Impuesto de Sociedades es negativa.
Uriarte se comprometió a que estas ayudas fiscales no tengan que ser negociadas individualmente con Hacienda por el beneficiario sino que sean ‘llave en mano’, ya que todas las gestiones las hará su despacho, dentro del compromiso que ha asumido con el Gobierno cántabro.
El Club de Regatas
El acto tuvo una gran concurrencia y se celebró en los salones nombres del Club de Regatas, uno de los pocos edificios históricos de Santander. Se trata de un palacio construido por el empresario Juan Pombo a mediados del siglo XIX a cuyos sucesores se lo adquirió el Club en 1899 por 625.000 pesetas, una auténtica fortuna en la época.
El Club de Regatas fue, por entonces, el precursor del deporte de la vela en España y de aquel carácter pionero ha quedado en el ADN de la región una importante tradición regatista, que ha deparado numerosos campeones internacionales.