La hegemonía de la banda ancha se juega en la TV

A comienzos de verano, Telefónica lanzaba en Santander su televisión digital y vídeo bajo demanda a través de la línea de teléfono. Un paso sustancial en la oferta de la operadora que controla el mercado de la telefonía fija y puede aprovechar esta superioridad para plantar cara a Ono en varios servicios de banda ancha.
La parrilla televisiva de Imagenio compite en precio y variedad con la programación de Ono, pero con una ventaja económica sustancial para la operadora: mientras que la televisión digital de Telefónica accede a los hogares a través del cable del teléfono, como ocurre con el ADSL, la televisión de Ono sólo puede avanzar a medida que lo hacen sus tendidos de fibra óptica, lo que requiere grandes inversiones. Telefónica, por eso, puede poner un precio económico a su televisión de pago, unos 12 euros al mes (19 para quien no contrate también Internet) y tratar de obtener los rendimientos más significativos a través de otros servicios complementarios, como el vídeo bajo demanda –algo parecido a disponer de un videoclub en casa– que el cliente paga en función de sus pedidos.
A través de Imagenio, Telefónica ya puede dar la réplica al triple paquete de servicios de Ono –teléfono, televisión digital e Internet– con el que ha conseguido una penetración muy importante en Cantabria, y golpear allí donde más le duele a la operadora de cable, en la televisión, uno de los servicios con más valor añadido, dado que ofrece la telefonía gratuitamente en muchos casos.
Aunque pueda haber otros perjudicados, como Digital+ –cuyos precios son más altos– es Ono el más afectado por la aparición de Imagenio, tanto por la política de precios que ha establecido Telefónica como por el hecho de que esta compañía también es copropietaria de Sogecable (que explota Digital+ y Canal+) y, por tanto, puede tener un acceso más fácil a los contenidos: cine, fútbol o canales temáticos.
Para evitar que Imagenio sea el reclamo utilizado para arrebatarle clientes en la provincia, Ono ha movido ficha, ofreciendo por menos de 50 euros, su triple play –servicios combinados de comunicaciones– a una velocidad que hace unos años hubiese sido casi impensable de cuatro megas por segundo. Una oferta que añade a la posibilidad de hablar a cero euros por minuto –sólo por el coste de establecimiento de llamada– con cualquier teléfono fijo de España.

Con las mismas armas

Entre Auna y Ono, los dos operadores de cable principales, suman más de un millón y medio de hogares españoles que reciben los servicios de teléfono, internet y televisión. La mitad de estos abonados, además de la telefonía suscriben algún tipo de paquete televisivo, algo que no podía hacer Telefónica hasta el lanzamiento de Imagenio. Ahora ya puede competir con los otros operadores de cable con sus mismas armas. Y aunque la televisión de pago parece tener menos recorrido en España de lo que inicialmente se pensaba, sí puede ser utilizado por Telefónica en lugares como Cantabria para frenar la salida de clientes suyos hacia Ono o en el País Vasco hacia Euskaltel.
Después de equipar sus centrales para suministrar ADSL, Telefónica se centró en las aplicaciones de la banda ancha ligadas a la gestión empresarial, como el comercio electrónico, la teleformación o, últimamente, la televigilancia. Ahora le toca el turno a los hogares y quién sabe si destapará con ello la caja de pandora, aunque el desarrollo de Imagenio está siendo muy modesto por ahora.
La directora residencial de Telefónica, Rosalía Portela, dejaba entender durante la presentación de Imagenio en Cantabria que el objetivo es mucho más amplio que la mera televisión: “Cada vez estamos más cerca de crear un hogar digital, porque las posibilidades del ADSL son enormes”, pero muchas de esas utilidades necesitan para captar clientela una puerta de acceso como la televisión, sobre todo en el caso de las personas mayores, que rehuyen servicios como Internet, que no creen poder manejar.

¿Es lícito el empaquetamiento?

Antes de poner en marcha Imagenio, Telefónica tuvo que lidiar con la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) que debía evaluar su impacto sobre la competencia y los consumidores, dado que se trata del operador dominante.
La pregunta que flotaba en el aire era si el resto de operadores podría llegar a emular a la poderosísima Telefónica en la venta conjunta de servicios y por eso, durante algún tiempo, prohibió no sólo el lanzamiento de Imagenio, sino también una promoción que ofrecía dos horas de comunicaciones metropolitanas gratis a quienes se diesen de alta en el servicio telefónico e Internet de banda ancha.
En ambos casos, Telefónica se salió con la suya al considerar la CMT que no ponía en peligro la competencia en el mercado. Aunque nadie puede negar que su oferta es difícilmente igualable por los operadores de cable alternativos.

Aterrizaje en Santander

Telefónica probó Imagenio en Alicante para después comercializarlo en Madrid y Barcelona y, posteriormente, en el resto de España. Su objetivo es hacerlo funcionar en todo el país en el segundo semestre de este año. Y, a medio camino, le ha tocado el turno a Santander aunque, de momento, sólo 46.000 hogares de la capital cántabra pueden acceder a un servicio que, sin unas inversiones añadidas, por el momento sólo puede facilitarse en las proximidades de una central telefónica.
Imagenio dispone, inicialmente, de 39 canales de televisión digital pero quizá lo más significativo sean los servicios de video bajo demanda o el fútbol en pay per view, y el hecho de que la televisión no necesita ninguna instalación exterior. Basta con un pequeño descodificador digital para los servicios de televisión y los contenidos bajo demanda –más un módem-router inalámbrico, si también se contrata Internet–. La tecnología ADSL permite que los servicios compartan el ancho de banda pero sean independientes, para que el usuario pueda llamar por teléfono o conectarse a la red mientras ve la televisión o escucha música, sin menoscabo de la calidad de la señal.
El propio uso de Imagenio es sencillo, ya que funciona a través de un único mando a distancia que sirve tanto para navegar por Internet como para hacer una transferencia bancaria, gracias a un panel de servicios interactivos que permiten al espectador elegir los contenidos o servicios.

Oferta agresiva en precios

Para quien ya dispone de una línea ADSL de Telefónica. Imagenio tiene un precio de 12 euros mensuales, pero se convierten en 19 cuando sólo se contrata el servicio de televisión. Esta tarifa es más económica que la de su competencia, aunque hay que añadirle el coste del descodificador digital –6 euros al mes–. La suma crecerá si se compran conciertos o películas en su videoclub (3 euros las de estreno o la mitad si son de catálogo), noticias o radio (dos euros de suscripción mensual), videoclips y documentales (3 euros) o series (4 euros).
Este sistema de servicios a la carta es similar al de las taquillas de otras televisiones de pago, aunque los responsables de Telefónica en Cantabria distinguen que Imagenio permite alquilar las películas por un plazo de 24 horas.
En su opinión, este servicio de video bajo demanda “no tiene rival en el mercado español” porque dispone de un catálogo con más de 300 películas que se renuevan continuamente junto a otros contenidos, como series, documentales, conciertos, videoclips o noticias. Además, el cliente no está sujeto a horarios y puede decidir, por ejemplo, ver el informativo de las ocho de la tarde cuando llega a casa dos horas más tarde, con la posibilidad de detener, adelantar, rebobinar o reproducir los contenidos tantas veces como quiera. Esta ventaja puede cobrar mayor sentido en caso de que uno quiera volver a ver una película o recuperarla en el punto donde la dejó la noche anterior, para lo que sólo tendría que volver a introducir su pin de acceso.
El material audiovisual se almacena en las centralitas más cercanas de Telefónica para no colapsar la red, un sistema similar al caché de internet, apoyado en varios servidores que guardan copias de la información más solicitada. Así, el producto no parte de un servidor central ni circula a través de toda la red, sino que se envía desde la central telefónica más próxima al domicilio del solicitante. Un sistema que resulta eficaz, aunque reduce el número de clientes potenciales a aquellos que tienen una centralita a poco más de un kilómetro de sus casas.

Progresión meteórica

Desde que Telefónica entró en la carrera de la banda ancha, ha invertido mucho, unos 2.000 millones de euros en este campo, pero también ha logrado avanzar con rapidez. En seis años ha conseguido que el 91% de los cántabros tengan acceso a su ADSL, que ya cuenta con 27.000 abonados en la región, de los que el 60% son domésticos. Y la demanda de banda ancha sigue siendo muy fuerte, a pesar de que el año pasado se incrementó un 70%.
Ahora, Imagenio debe abrirle otras puertas, pero su penetración es lenta. Menos de 100.000 clientes en el conjunto del país, lo que hace bastante difícil alcanzar el objetivo de dos millones de suscriptores que la compañía se había fijado al tercer año. Pero los rivales saben muy bien que, también en este terreno, Telefónica competirá antes o después por el liderazgo.

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