PANORAMA INTERNACIONAL

El papel de los especuladores
En el Congreso de EE UU ya hay diez proyectos de ley diferentes para responder a la subida del petróleo y no es el único país preocupado. El ministro italiano de Hacienda cree que hay un botellón de champagne de especulación incluido en el precio de cada barril de crudo. También los saudíes, grandes productores, le echan la culpa de los precios a la efervescencia de los mercados más que a los pozos ociosos.
Los acusadores apuntan a una relación entre el volumen de transacciones en los mercados de futuros y el precio del petróleo. Es más, dicen que invertir en petróleo se ha convertido en una fiebre y que esta marea de inversiones es lo que está empujando los precios al alza y no la insuficiencia del suministro o la demanda irrefrenable. Pero esta explicación parece más la búsqueda de una cabeza de turco que otra cosa.
Los especuladores juegan un papel importante en la fijación de precios, porque actúan sobre la base de sus expectativas acerca de las tendencias futuras y no porque se les ocurra. Pese a su mala reputación, ayudan a las compañías aéreas y otros grandes consumidores a ir vadeando las subidas de precios y proporcionan a los productores unos ingresos futuros predecibles. Esto, en sí mismo, debería ayudar a bajar los precios a la larga. Cualquier intento de recortar la especulación, curiosamente, puede hacer la vida más difícil a las empresas y el petróleo más caro.
The Economist

Actores a la greña
Kramer contra Kramer en versión de Billy Wilder. Una separación amistosa convertida en batalla campal en un momento de cambio crucial en el negocio de la cinematografía. Con un reparto de superestrellas, la intrigante historia de una posible huelga de actores acecha a La Meca del cine.
Todo empezó con la separación dramática del Sindicato de Actores de la Pantalla (SAG) y la más pequeña Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión tras 27 años de convivencia, cuando uno descubrió que la otra, a sus espaldas, trataba de influir en el reparto de The Bold and the Beautiful. Los dos sindicatos negocian ahora por separado los beneficios que obtendrán los actores por las ventas de esta serie en DVDs y por internet. (…) Menos mal que George Clooney se ha ofrecido para mediar.
El sindicato tiene 120.000 afiliados, cuando según el Gobierno sólo hay 70.000 actores en los EE UU. Esto puede explicar su actitud agresiva, ya que es más fácil ir de huelga cuando no se tiene un empleo. Los estudios se han lucrado en exceso del crecimiento de los DVDs y los actores no quieren que con la distribución on line pase lo mismo.
(…) Cualquier publicidad es buena, pero los actores no quieren que les saquen fotos en primera línea de los piquetes. Este episodio de la Guerra de las Galaxias necesita un final feliz y rápido.
Financial Times.

La disyuntiva
Ahora que la inflación ataca de nuevo a los dos lados del Atlántico y favorece la subida de los tipos de interés, hay una crisis crediticia e hipotecaria en EE UU que pone al país al borde de la recesión y que aboga por atarlos en corto. Ante el dilema, los bancos centrales están divididos. El BCE parece que se decide por subir los tipos mientras que la Reserva está todavía atemorizada por la recesión. Pero ¿quién tiene la razón?
El choque inflacionista está restringido al aumento de precios de la comida y el petróleo. El peligro es que la subida de los precios de los productos básicos alimente las presiones sobre otros precios internos, convirtiendo un aumento temporal en un salto persistente en la inflación.
La gran preocupación es que la Reserva y el BCE puedan perder la autoridad que han conseguido en la lucha contra la inflación. La lección de los anteriores errores monetarios es que resulta menos costoso prevenir la inflación antes de que se produzca que esperar a controlarla después.
A menos que los mercados o las perspectivas de crecimiento giren después a peor, la Reserva y el BCE necesitarán hacer ambos lo mismo y sin tardanza. De lo contrario perderán la credibilidad, el activo más valioso de un banco central.
The Economist

Necesidades básicas
Uno es pobre cuando no puede cubrir sus necesidades básicas, así de sencillo. Pero, ¿quién decide lo que es necesario? Los márgenes de la pobreza absoluta se sitúan en la capacidad para comprar las suficientes calorías para permanecer vivo y la pobreza relativa la sufren quienes no alcanzan el 60% de los ingresos medios. Pero estas medidas son arbitrarias y la controversia inevitable. Para algunos londinenses carecer de dinero para adquirir un coche es un signo de pobreza y otros dicen que un móvil no es una necesidad o señalan como tal disponer del alcohol suficiente como para mantener totalmente borracho a una persona una vez cada quince días.
Un grupo informal de este periódico no puede estar de acuerdo con lo que se califica como esencial. Y hay quien considera el presupuesto fijado por la Fundación Rowntree de 49 libras cada dos años para comprarse un traje como algo extravagante.
Financial Times

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