Díaz, sobre sus negociaciones políticas para rebajar jornada: «Nadie dice públicamente que esté en contra»
Asegura que la patronal catalana Fomento del Trabajo no domina los siete votos de Junts en el Congreso aunque presuma de ello
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no ha querido desvelar las negociaciones que mantiene con otros grupos políticos, incluido con Junts, para sacar adelante la rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, pero ha hecho hincapié en que «nadie dice públicamente que está en contra de la reducción de la jornada laboral» y ni siquiera los empresarios se oponen a que se trabaje menos horas en España.
Díaz, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, ha reconocido que la negociación parlamentaria para conseguir la aprobación de la jornada de 37,5 horas va a ser «complicada, interesante y muy difícil», sobre todo porque, en estas negociaciones sobre normas legales, se suelen pedir a cambio cosas que no tienen nada que ver con el objeto de lo que se quiere aprobar, como ya le pasó con la reforma laboral.
«Yo me encontré en la reforma laboral con elementos extramuros a la norma y eso es verdad que eso a mi equipo y a mi nos distorsiona (…) Pero esto es lo que han votado los españoles», ha apuntado la ministra, que ha subrayado que a ella le gustaría encontrarse con una negociación en otros términos, si bien ha reconocido que «la política española está en otro carril» y que hay «problemas sociales que condicionan las votaciones».
Díaz, que espera que el PP «no repita el error» que cometió con la reforma laboral y vote a favor de la rebaja de la jornada, ha asegurado que no sólo ha hablado con el presidente de los populares , Alberto Núñez Feijóo, sino que conversa «con frecuencia» con el líder de Junts, Carles Puigdemont, con quien su equipo está trabajando para que apoye la rebaja de la jornada laboral. Pero ha insistido en que no quiere anticipar nada ni desvelar sus conversaciones y que todo el mundo «quedará retratado» con su voto.
Sobre la influencia en el voto de Junts que puede tener el rechazo de la patronal catalana Fomento del Trabajo a rebajar la jornada, Díaz ha señalado que, «aunque a Fomento del Trabajo le gusta decir que domina lo siete votos de Junts», en realidad «no es así», como se ha demostrado en las últimas votaciones en el Congreso.
«La política es mucho más compleja. Es autónoma, afortunadamente, de los poderes económicos y, lógicamente, también de los poderes sindicales. Por tanto, vamos a una negociación que va a ser interesante, en la que, como han dicho ellos públicamente, lo que van a trabajar es por los intereses de Cataluña. Vamos a ver lo que surge de la negociación», ha apuntado la ministra.
En todo caso, a Díaz le gustaría encontrarse con una Cataluña «moderna, dinámica y muy europeísta», una comunidad en la que, según ha dicho, más del 30% de los convenios colectivos firmados el año pasado contaban con jornadas inferiores a las 37,5 horas semanales.
«EL CONSENSO EN LA CALLE ESTÁ GANADO»
Para la vicepresidenta, el consenso en la calle sobre la rebaja de la jornada «está ganado», porque es una medida que desean los españoles «voten a quien voten», incluso si lo hacen a la extrema derecha.
«Este debate ha ido ya al Congreso de los Diputados y solamente votó en contra de esta propuesta política la extrema derecha. El Partido Popular se abstuvo. Los votantes del Partido Popular quieren esta medida», ha defendido la ministra, que ha afirmado que a ella le gustaría encontrar en frente al PP del «giro social» del que habló Feijóo «durante unos días o un mes».
«Habló de la jornada, de entrar en las reformas de la conciliación que planteaba el ministro de Derechos Sociales. Creo que si el señor Feijóo o el Partido Popular quiere gobernar España, tiene que hacer eso. Cada minuto que el Partido Popular se acerca más a la extrema derecha, hace imposible que gobierne nuestro país», ha remarcado.
«TENGO PACIENCIA CON EL MINISTRO CUERPO Y CON TODO EL MUNDO»
Al margen de la negociación política, la vicepresidenta segunda ha reconocido que ella «no practica con el ejemplo», pues su jornada laboral es «muy extensa». «Me levanto a las cinco de la manaña y acabo a largas horas, no doy ejemplo, pero trabajo para que los trabajadores trabajen menos», ha admitido Díaz.
Sobre las diferencias que ha tenido con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en torno a la rebaja de la jornada, la vicepresidenta segunda ha reconocido que, en sus cinco años al frente de Trabajo, ha tenido «discusiones y batallas complicadas» para hacer reformas en el mercado laboral que son precisamente «las que están tirando de la economía española».
«He tenido discusiones enormes en el seno del Gobierno (…) La ley Ryder, que fue complejísima, fue complejísima la negociación en Europa y lo fue en España, mi gran debate no fue con la patronal, fue en el seno del Gobierno. Y como me han enseñado en mi casa, las diferencias son políticas, no son personales. Tengo una magnífica relación con el ministro de Economía. Y es verdad que el PSOE no estaba convencido, ya en el acuerdo de gobierno, de reducir la jornada laboral (…) Ahora el debate está cerrado, y claro que lo resolvemos con amor, con paciencia. Tengo una paciencia infinita. Con Cuerpo y con todo el mundo», ha asegurado Díaz.
La vicepresidenta ha defendido el anteproyecto de ley para la rebaja de la jornada laboral aprobado este martes por el Consejo de Ministros, una reducción de media hora diaria con la que, además de tratar de «vivir mejor», se intenta «corregir el diferencial negativo que tiene España en términos de productividad con Europa».
La ministra ha indicado que prácticamente todas aquellas empresas que ya tienen 37,5 horas semanales lo que hacen es no trabajar los viernes por la tarde y ha afirmado de establecer por ley la jornada máxima en esa cifra impactará mucho más en las empresas que aún están muy cerca de las 40 horas semanales.
«Pero más que el coste, esto va de repartir la productividad en un país en el que desde hace 41 años que se redujo por última vez la jornada laboral. La productividad se ha incrementado un 53%. Sin embargo, los salarios lo han hecho un 22%», ha indicado.
«Mi propuesta como país es repartir el trabajo en el sentido de hacerlo bajo los beneficios comunes. El impacto es muy pequeño. No va a tener un coste directo ni en la administración pública. Y está muy estudiado, y se va a ver en la memoria económica, que efectivamente, ante la subida salarial que supone la reducción de jornada, la previsión que hacemos es mayor recaudación fiscal, mayores cotizaciones sociales, mayor bienestar, en definitiva, y creo que permitir vivir mejor. Pero está estudiado que, llegado un momento en la permanencia de la empresa, la productividad desciende. Por tanto, las estimaciones que hacemos es que la productividad crezca», ha defendido.
Sobre el nuevo registro horario digital que incluye el anteproyecto y que deberá estar implantado en las empresas a los seis meses de entrar en vigor la rebaja de jornada, Díaz ha apuntado que los controles horarios sean «los del Estatuto de los Trabajadores de Marcelino Camacho, con taquillas y con papel, es un poco extravagante».
Por eso, siguiendo los dictados del Tribunal de Justicia Europeo, el nuevo registro será moderno, digital, accesible en remoto y en tiempo real para que la Inspección de Trabajo pueda conocer cuántas horas trabaja un empleado.
La ministra ha recordado además que en España se hacen actualmente 3 millones de horas extra a la semana sin retribuir, la mitad de las que se hacían cuando llegó al Ministerio de Trabajo.
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Source: Europapress