Economía espera un impacto «más limitado» en la economía española del cese de importaciones de energía rusa

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha señalado este martes que el cese de importaciones energéticas de Rusia previsiblemente tendrá un impacto negativo adicional sobre las economías europeas y los precios de los carburantes, aunque más limitado en el caso de España dada la menor dependencia.

Tras conocer los datos de inflación de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, el Ministerio ha señalado que «todo apunta» a que España alcanzó el pico de inflación en el mes de marzo. La tasa de variación interanual prevista para el mes de mayo según Eurostat, del 8,5% en IPC armonizado, está por debajo del máximo registrado en el pasado mes de marzo.

«Las medidas de respuesta al impacto de la guerra desplegadas por el Gobierno claramente están limitando el alza de los precios», ha defendido el Departamento económico, tras asegurar que la próxima entrada en vigor de la limitación de los precios de la electricidad en el mercado mayorista proporcionará un seguro adicional ante posibles alzas del precio de la energía en los mercados internacionales.

El Ejecutivo mantiene así la previsión de que la inflación irá desacelerándose progresivamente durante la segunda parte del año, sin descartar oscilaciones durante los meses de verano, derivados de posibles efectos base, y teniendo en cuenta la alta incertidumbre derivada del contexto económico global.

«España registra en mayo una tasa de inflación alineada con la media de la Eurozona e inferior a la de países como Alemania (8,7%), Países Bajos (10,2%) o Bélgica (9,9%)», destaca el Ministerio que encabeza Nadia Calviño. Además, señala que de los 19 países de la Eurozona, hay 11 con una tasa de inflación superior a la española.

Según han apuntado fuentes del Ministerio, la inflación es un fenómeno global que requiere de respuestas coordinadas a nivel europeo. El alza de los precios de la energía y otras materias primas en los mercados internacionales, junto con los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales, es la principal causa del alza de los precios.