Bosch Treto se asegura su futuro para los próximos quince años

El 3 de julio de 2002 el entonces presidente regional José Joaquín Martínez Sieso anunciaba el inminente lanzamiento de una nueva generación de alternadores en la planta que Robert Bosch tiene en Treto. Una noticia muy relevante, dado que Bosch empezaba a mostrar un horizonte preocupante. La planta que articula todo el tejido industrial de la comarca oriental, daba síntomas de agotamiento por falta de nuevos productos. Los alternadores y motores de arranque que fabrica se habían convertido en productos maduros en un sector, como el del automóvil, donde los componentes están sometidos a una permanente renovación para hacerlos más pequeños, más ligeros de peso, más potentes y más baratos.
Las cosas no sucedieron como estaban previstas. La nueva generación de alternadores de la gama LI sólo aportaron un pequeño respiro, pero Treto necesitaba mucho más volumen de trabajo para garantizar su continuidad y ha tenido que esperar a una nueva oportunidad, que por fin ha llegado, aunque esté sometido a un condicionante: un compromiso general para aumentar la productividad y reducir los costes. La multinacional alemana ha sometido a las factorías de su grupo que elaboran el producto a una dura puja antes de adjudicar el desarrollo y fabricación de su futuro alternador, que saldrá al mercado en 2010.
Después de meses de calcular costes, aquilatarlos y negociar con la plantilla, la factoría cántabra se ha impuesto a la que Bosch tiene en Cardiff (Gran Bretaña), al ofrecer costes de producción más baratos y el compromiso de una cierta paz social por el cual los sindicatos no renuncian a la huelga en los próximos años, pero sí aceptan acudir previamente a las vías de conciliación.

Protagonismo en el I+D+i

A la adjudicación de este producto va aneja una decisión estratégica casi tan importante, como es el otorgar a Treto un papel protagonista en su desarrollo, mientras que las plantas de Toluca (México) y Cardiff serán colaboradoras. Esto significa contar con un centro de I+D+i de primer nivel, susceptible de participar en otros desarrollos.
La empresa no ha querido hacer públicas las características que tendrá el nuevo alternador, si bien la lógica que imponen los constructores de coches para reducir los pesos y aumentar las potencias indica que será más ligero y compacto pero, al mismo tiempo, más potente. Unos términos contradictorios entre sí, que harán más compleja la fabricación. También mejorará la eficiencia para contribuir al compromiso de reducción de las emisiones de CO2, en este caso al propiciar una reducción en el consumo de combustible del coche.
El director de la planta, Frank Stephan Kupfer, ya comunicó la decisión a los trabajadores, pero no ha querido dar síntomas de euforia, sino todo lo contrario: “Seguimos estando en una situación difícil y debemos aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo producto”. Eso sí, se mostró satisfecho de que la fábrica haya pasado la prueba a la que fue sometida desde Alemania antes de tomar la decisión: “La designación de Treto como fábrica matriz, después de exhaustivos análisis por parte de la gerencia de la División, demuestra el alto grado de confianza depositado en el centro y en todos sus colaboradores”, dijo.

200 trabajadores más

Treto produce ahora 4,4 millones de aparatos al año, de las tres familias que fabrica: motores de arranque, alternadores convencionales y alternadores compactos de alto rendimiento. La puesta en producción del nuevo alternador disparará estas cifras, aunque las seis millones de unidades previstas no pueden agregarse a las actuales para calcular el monto final, dado que el nuevo modelo canibalizará buena parte de los alternadores que ahora se hacen.
Lo que sí puede darse por seguro es un sustancial incremento de plantilla, que la empresa no quiere cuantificar pero que los sindicatos estiman en no menos de doscientos operarios más, en un centro de trabajo que ya tiene 950.
Fuentes sindicales también apuntan a una inversión de veinte millones de euros en los dos próximos años para el desarrollo y puesta en marcha del nuevo producto, a los que habrá que añadir otros veinte que la multinacional aportará a empresas proveedoras –muchas de ellas de la zona– para que ajusten sus fabricaciones a las nuevas necesidades.
Bosch equipa con sus alternadores y motores de arranque a la mitad de los coches europeos y más del 75% de la producción de Treto se exporta a 30 países de los cinco continentes. Un mercado que ahora tratará de reforzar.

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