El proveedor toma la iniciativa

En una industria como la automoción, los fabricantes de componentes soportan crecientes niveles de exigencia, pero hasta ahora valía con producir las piezas con las especificaciones exigidas por el cliente. Eso reduce las necesidades de ingeniería del fabricante y le ha permitido orientar sus cinco sentidos hacia otros dos aspectos: la calidad y la permanente reducción de costes. Los tiempos cambian para todos y ahora los suministradores de componentes también empiezan a ser capaces de desarrollar innovaciones que trasladan a las empresas a las que proveen.
Fiel a este principio, el Grupo Bravo ha desarrollado desde su llegada a Cantabria, una estrategia de crecimiento que culminará dentro de dos años con la apertura de una nueva fábrica en Ambrosero destinada a la fabricación de moldes y troqueles y a la investigación de nuevos materiales capaces de sustituir ventajosamente al aluminio en las aleaciones ligeras.
La nueva fábrica será la tercera en la región de este grupo que llegó a Cantabria en 1995 atraído por Robert Bosch Treto y contará con 3.000 metros cuadrados que se repartirán a partes iguales entre el área de investigación y la fabricación de utillaje. La inversión prevista asciende a 500 millones de pesetas.

Nuevos materiales

Con la fabricación de moldes y troqueles, Bravo completará el proceso de fabricación de piezas de aluminio, integrando el diseño y fabricación del utillaje con la fundición y el mecanizado. Pero el propósito que se persigue con el nuevo proyecto de Ambrosero es más ambicioso. Los responsables del Grupo son conscientes de la necesidad de superar las limitaciones que impone el aluminio en aquellas piezas que requieren pesos muy bajos pero tienen importantes exigencias de dureza y resistencia. La investigación en nuevos materiales para las aleaciones ligeras se convierte así en la puerta de acceso a nuevos mercados y en un factor competitivo de primer orden para las empresas del grupo.
En la nueva planta de Ambrosero se investigarán las posibilidades que ofrece el magnesio, el metal más abundante en la naturaleza. Por sus características, el magnesio puede convertirse en la alternativa al aluminio, pero antes habrá que resolver el elevado coste de transformación, que supone el principal obstáculo para su uso (sólo hay dos fábricas que se dediquen a la transformación de magnesio: una en Noruega y otra en el Mar Muerto). Otra de las líneas de investigación de Bravo estará orientada hacia los materiales isotrópicos o semisólidos.

Tres fábricas en Cantabria

La planta de Ambrosero vendrá a unirse a las tres fábricas que el Grupo Bravo posee ya en Cantabria, situadas todas ellas en el polígono de Marrón (Ampuero): Mecanor, creada en 1995 para el mecanizado de piezas de los alternadores y motores de arranque de Robert Bosch; Inyectados Norte Bravo (1998) dedicada a la fundición a presión de aleaciones de aluminio y Bravo & Bippus, una empresa en asociación con la firma alemana Paul Bippus y dedicada a la fabricación de ejes y núcleos para los alternadores de Bosch Treto.
Aunque la actividad de esta última planta comenzó en 1999, su inauguración oficial se acaba de producir. En los dos años transcurridos desde su puesta en marcha, Bravo & Bippus ha ampliado su plantilla desde los 67 puestos de trabajo iniciales hasta 88. Su facturación ha crecido desde los 900 millones de pesetas de 1999 hasta los 1.500 millones del pasado año y la previsión para este ejercicio eleva las ventas hasta los 2.000 millones de pesetas. La inversión realizada desde su creación es de mil millones de pesetas, cifra que aumentará a 1.500 millones el próximo año en que se espera vender por valor de 2.300 millones de pesetas y aumentar la plantilla hasta alcanzar los cien puestos de trabajo.
Bravo & Bippus es uno de los principales proveedores de la planta cántabra de Bosch. Representa el 18% de las compras que la empresa alemana hace en Cantabria y el 11% de todas las que realiza en el Estado.
La planta de Ampuero también suministra ejes y núcleos para otras fábricas de Robert Bosch situadas fuera de nuestro país y, especialmente, para la ubicada en Gran Bretaña. El pasado año entregó ocho millones de ejes y está previsto llegar a nueve millones, lo que convertirá a Bravo & Bippus en el principal proveedor de mecanizados de las plantas europeas de alternadores y motores de arranque de la multinacional alemana.
Colaborarán en este objetivo las innovaciones técnicas que la firma de Ampuero está introduciendo en las máquinas de fabricación de ejes, para lo que ha diseñado un nuevo sistema que se encuentra en fase de patentado.

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