Bridgestone se apunta a las tallas grandes
Más rápidas, más seguras y más cómodas son las prestaciones que cualquier conductor pediría para las cubiertas de su automóvil, pero quienes ahora tienen esas demandas son los tractoristas. La evolución de los neumáticos de automoción también ha llegado a los fabricantes de cubiertas agrícolas y factorías como la de Bridgestone en Puente San Miguel se aprestan a responder al reto que plantean los nuevos tractores, capaces de alcanzar los 85 kilómetros por hora en carretera.
Para hacer frente a esas necesidades de rodaje, Bridgestone Puente San Miguel ha iniciado la renovación de su gama de cubiertas agrícolas e industriales, que no modificaba desde hacía una década, ya que son productos menos sujetos al imperativo de las modas que los neumáticos de automóviles.
La multinacional japonesa va a invertir este año cerca de nueve millones de euros en la fábrica cántabra para iniciar este proceso que culminará en 2010. Para entonces se habrán introducido medio centenar de nuevas referencias.
Más prestaciones
La generalización de la agricultura extensiva y la necesidad de roturar grandes fincas con maquinaria que debe trasladarse de un sitio a otro han hecho emerger nuevas necesidades entre los tractoristas. Ya no sólo se pide que los neumáticos tengan una buena capacidad de tracción, durabilidad o autolimpieza. Ahora también se espera que sean capaces de soportar, sin vibraciones ni ruidos, trayectos por carretera a velocidades elevadas. También la estética del neumático y su coloración son cada vez más tenidos en cuenta, lo que no resulta extraño a la vista del cada vez más cuidado diseño de los propios tractores.
La fábrica de Reocín ha dado respuesta a esta evolución de la demanda con la línea Perfomer, en la que ha buscado conciliar dos objetivos: reducir los costes de fabricación de la cubierta, para continuar siendo competitivos, y mejorar sus prestaciones. Si la reducción de costes se ha logrado mediante un desarrollo tecnológico que ha permitido aligerar el peso y consumir menos material, la mejora de las prestaciones se ha conseguido a través de un nuevo diseño en la geometría de la banda de rodamiento. El taco de las cubiertas ha pasado a ser más largo y más delgado, con un diseño de doble ángulo que mejora sensiblemente sus prestaciones, tanto en capacidad de tracción como en confort en carretera.
Los neumáticos ya han finalizado las pruebas en laboratorio y ahora se están evaluando en el campo, por lo que su comercialización podría iniciarse a finales de año.
Talla XXL
No es ésta la única modificación en la gama de cubiertas que fabrica Puente San Miguel, ya que desde septiembre del año pasado la planta cántabra ha absorbido la producción de neumáticos de talla extragrande, destinada a tractores de mucha potencia, que Bridgestone hacía en Estados Unidos.
La necesidad de mejorar el abastecimiento del mercado europeo y de conseguir precios más competitivos han sido determinantes para la atribución a la planta cántabra de esta línea de maxitracción, un producto de alto valor añadido. Son pocas las fábricas que abordan esta gama, por lo que se convierten en una de las referencias con mejores márgenes comerciales, en contraposición a la cerrada lucha de precios que es preciso librar en otras series más comunes, sobre todo con los fabricantes de Europa del Este.
La factoría de Puente San Miguel es la única europea del grupo Bridgestone que produce cubiertas agrícolas y de sus instalaciones salen cada año 1.300.000 neumáticos, con pesos que oscilan entre los 2,6 kilos que tienen las cubiertas delanteras de un pequeño tractor hasta los 335 de la gigantesca XXL. No obstante, es la planta más pequeña de la multinacional japonesa en España. La de Burgos, especializada en cubiertas para turismos, fabrica al año seis millones de neumáticos y Bridgestone produce en Bilbao unos dos millones de cubiertas para camiones y autobuses, de unos 60 kilos de peso medio.
Estas dos fábricas deberán competir en un futuro próximo con las plantas que Bridgestone está montando en Hungría y Polonia, mientras que el único competidor de Puente San Miguel dentro del grupo se encuentra en Estados Unidos, cuya lejanía del mercado europeo confiere mayor protagonismo a la planta cántabra, tal y como ha demostrado la decisión de trasladar aquí la producción de las mayores cubiertas para tractor.
La multinacional japonesa posee el 13% de la cuota de mercado europeo en cubiertas agrícolas y su objetivo es crecer hasta el 15%, lo que hace ineludible su fabricación en el propio continente.
Rejuvenecimiento
La factoría cántabra afronta el reto con una plantilla notablemente rejuvenecida –el 64% de sus 600 trabajadores se encuentran entre los 25 y los 36 años– y lo estará más en los próximos años. Bridgestone Hispania, a la que pertenece la planta de Reocín, ha firmado recientemente un convenio colectivo en el que se contempla la jubilación a partir de 2009 de 129 personas y que su hueco sea cubierto por quienes ahora están prestando servicios en la modalidad de contrato de relevo, que pasarán a integrarse en la plantilla. De esta forma, la planta de Puente San Miguel seguirá siendo uno de los motores industriales de la comarca del Besaya, un papel que viene ostentando desde la creación de la vieja Continental, en la década de los treinta del siglo pasado.