Hernández de Cos (BdE) justifica el aumento de los estímulos del BCE por el riesgo de deflación
Deja abierta la puerta a que el banco central de la zona euro discuta la compra de ángeles caídos
El incremento de la preocupación del Banco Central Europeo (BCE) por la creciente amenaza de deflación en la zona euro explica en parte la decisión de la institución presidida por Christine Lagarde de aumentar la potencia de sus medidas de estímulo, según ha señalado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, para quien no está descartada la posibilidad de que el Consejo de Gobierno del instituto emisor de la eurozona discuta en el futuro la compra de bonos que caigan por debajo del grado de inversión.
«Los riesgos deflacionarios han aumentado y esa es una de las razones por las que el BCE está tomando las medidas que está tomando, para garantizar que el riesgo no se materialice», afirma Hernández de Cos en una entrevista con Bloomberg News, recogida por Europa Press. «Algunos de los problemas que tuvimos con la baja inflación se están acumulando», advierte.
El Consejo de Gobierno del BCE decidió ayer responder a los efectos de la Covid-19 ampliando su programa de compra de activos contra la pandemia (PEPP) en 600.000 millones de euros, elevando así la potencia de fuego total del programa hasta 1,35 billones de euros.
El instituto emisor decidió también ajustar el horizonte de finalización del programa al extender durante seis meses el plazo para realizar compras netas, hasta junio de 2021. Asimismo, los fondos que se obtengan de los vencimientos se seguirán reinvirtiendo hasta, como mínimo, finales de 2022.
«Cuando la incertidumbre es muy alta, por ejemplo, cuando existe el riesgo de baja inflación o incluso deflación, la respuesta de la política monetaria debe ser aún más contundente e incluso más rápida», defiende Hernández de Cos, para quien «no tiene sentido dudar hasta el último minuto», por lo que a la hora de intervenir apuesta por que «cuanto antes mejor».
El gobernador del Banco de España, presentado por la agencia a sus 49 años como potencial candidato en el futuro a la presidencia del BCE, defiende que el instituto emisor de la eurozona puede alinear sus compras con la clave de capital más adelante, dentro de la vida del programa PEPP, subrayando que esta no representa una restricción a corto plazo. «Ahora, lo importante es que vamos a seguir ejerciendo toda la flexibilidad del programa sin considerar la clave de capital como una restricción», apostilla.
Por otro lado, Hernández de Cos confirma que el Consejo de Gobierno del BCE no discutió ayer la posibilidad de comprar bonos que caigan por debajo de una calificación de grado de inversión, conocidos como ángeles caídos . «Obviamente, no significa que no lo discutiremos en el futuro», apunta.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Christine Lagarde indicó que el órgano rector del banco central no había discutido la posibilidad de adquirir en sus programas bonos con grado especulativo o bonos basura , aunque señaló que la institución seguirá observando la evolución de la situación y adoptando las medidas que considere apropiadas y proporcionadas.
«Hemos definido parámetros para nuestras compras. Queremos aislar la forma en que llevamos a cabo las políticas del efecto de la pandemia y evitar la prociclicidad autocumplida. Continuaremos observando la situación y tomando medidas apropiadas y proporcionadas», señaló Lagarde.
En su escenario central, con una gradual recuperación de la actividad a partir del tercer trimestre a medida que se levantan las restricciones y con un cierto impacto de la reaparición de infecciones en el futuro, el BCE prevé que el PIB de la zona euro caerá en 2020 un 8,7%, mientras que en 2021 rebotará un 5,2% y un 3,3% un año después.
Asimismo, según los pronósticos centrales de los economistas del BCE, tras la caída del 3,8% del PIB en los tres primeros meses de 2020, el desplome de la actividad alcanzará un récord del 13% entre abril y junio, con una gradual recuperación a partir del tercer trimestre, cuando la entidad espera una expansión del 8,3% del PIB de la zona euro, seguida de un crecimiento del 3,2% en los últimos tres meses de 2020.
Sin embargo, en caso de un rebrote sustancial de los contagios, la economía de la zona euro podría llegar a sufrir un desplome de hasta el 12,6% en 2020, con apenas una recuperación del 3,3% del crecimiento en 2021 y del 3,8% en 2022.
Source: Europapress