TCM consigue la 14001
Si las certificaciones de calidad se han convertido en una garantía para la clientela, las medioambientales permiten valorar el compromiso que la empresa tiene con su entorno. La planta de morteros TCM de Puente Arce se ha convertido en el primer fabricante cántabro de mortero seco que obtiene la ISO 14001, certificada el pasado mes de junio por BVQI. TCM fue también la primera empresa del sector en obtener la certificación de calidad ISO 9001.
La planta de Puente Arce, en la que trabajan 22 personas, comenzó su actividad en 2001 y, a pesar de ser la más reciente de las que existen en la región, ha conseguido una posición hegemónica en el mercado cántabro, al que abastece anualmente con 130.000 toneladas de mortero, tanto a granel como ensacado.
Las exigencias de la certificación medioambiental no han exigido adaptaciones importantes en la planta, dado que en su construcción ya se habían incorporado medidas para minimizar los efectos de los procesos de fabricación. Desde el inicio de su actividad se contemplaba la realización periódica de analíticas de sus emisiones y vertidos, que se encontraban por debajo de los máximos autorizados antes de obtener la ISO 14001.
Las materias primas que utiliza TCM en la fabricación de mortero son arena, cemento, cal y aditivos. La incorporación de todos ellos al proceso de fabricación está automatizada y se realiza mediante transporte neumático, a excepción de las arenas, que llegan ya clasificadas en camiones volquetes cubiertos, ya que en la instalación no se procesan los áridos. De esta forma se evitan los ruidos y polvos que resultarían casi inevitables en una actividad de molienda.
La descarga de los camiones es el único momento en que se produce emisión de polvo, aunque la planta cuenta en esta zona de recepción con un entoldado de plástico para evitar su salida a la atmósfera. El polvo se deposita en la tolva, de donde es recuperado. TCM proyecta instalar un sistema de aspiración que anule por completo la emisión de polvo.
Aunque el agua no interviene en el proceso industrial, porque los componentes se mezclan en estado sólido, TCM cuenta con una depuradora para el tratamiento de las aguas residuales antes de verterlas a la red de saneamiento.
Otra fuente potencial de contaminación, la acústica, ha sido minimizada con la tecnología productiva que se eligió para la planta. No obstante, la empresa realiza cada seis meses una medición de ruidos.
Nuevos productos
La buena marcha de TCM, donde se han invertido seis millones de euros, ha llevado a sus responsables a plantearse la expansión a otros mercados fuera de Cantabria. El mortero envasado es fácilmente transportable y la planta cuenta aún con un 30% de capacidad excedente que se aprovecharía de esta forma.
Además, de los morteros secos, TCM fabrica cementos cola especialmente indicados para alicatados sobre pladur o ladrillo de gran formato, y prepara el lanzamiento de nuevos materiales. Entre ellos destaca el mortero autonivelante y los destinados a la restauración de inmuebles, cada día con más demanda.
TCM ya comercializa los productos envasados a través de e-bussines, una herramienta que le permite romper las barreras tradicionales del mercado.