La banca se prepara para volver a rendir cuentas en un contexto marcado por la segunda ola del Covid
En los resultados del tercer trimestre se observará una normalización de las provisiones
El sector bancario se prepara para dar a conocer al mercado sus cuentas referidas al tercer trimestre del ejercicio 2020, un periodo marcado por la segunda ola del coronavirus y las nuevas restricciones impuestas para contener su expansión.
Las entidades financieras ya iniciaron hace unos días el habitual periodo de blackout previo a la rendición de cuentas, una temporada que iniciará Bankinter el próximo jueves, 22 de octubre.
Unos días después, el 27 de octubre, hará lo propio Banco Santander, al que le seguirá Bankia, el 28 de octubre. Banco Sabadell, CaixaBank y BBVA anunciarán el mismo día sus resultados: el 30 de octubre.
Los seis grandes bancos ya sacrificaron sus ganancias en el primer semestre de 2020, incurriendo en pérdidas históricas en algunos casos, para blindar su balance ante el aumento del riesgo derivado de la crisis económica que han ocasionado las medidas de contingencia implementadas para mitigar la expansión del coronavirus.
Esta situación excepcional llevó al sector a protegerse ante potenciales insolvencias adoptando una postura de prudencia y realizando provisiones de forma agregada por importe de unos 11.900 millones de euros, en vista de que el escenario continuará deteriorándose y que el coste de riesgo ha aumentado considerablemente.
La mayoría de las entidades aseguró que la gran parte de las dotaciones ya estaba hecha en la presentación de resultados del segundo trimestre. Los analistas consultados por Europa Press también consideran que en las próximas cuentas se observará una normalización en las provisiones.
La analista de Renta 4 Banco Nuria Álvarez cree que la estacionalidad del tercer trimestre debería traducirse en una generación de ingresos más moderada frente a los tres meses inmediatamente precedentes, ya que este periodo se caracteriza por una mayor debilidad.
A pesar de esto, cree que hay que tener en cuenta la contribución positiva que podrá tener la TLTRO III, que podría derivar en un margen de intereses plano o ligeramente al alza. En cuanto a las comisiones netas, se espera un buen comportamiento en las originadas en el negocio de gestión de activos y productos fuera de balance.
En la misma línea, el analista de XTB Darío García ha indicado que será interesante observar los datos del margen de intereses de las entidades y cómo han afrontado el reto coyuntural de las decisiones monetarias del Banco Central Europeo (BCE), con las políticas de tipos de interés bajos y su programa de compra de renta fija.
En opinión de García, la banca española no dará muchas sorpresas como sí ha hecho la estadounidense y prevé que ofrezca unos resultados en línea con las expectativas.
Por su parte, el analista de IG Sergio Ávila ha explicado que la restricción de la movilidad y el confinamiento han supuesto una «brutal contracción» de la economía española, donde se espera que la recuperación sea más débil y prolongada debido a la falta de estímulos fiscales para las pymes, muchas de las cuales lo van a pasar «muy mal» en esta crisis o incluso van a terminar cerrando por falta de liquidez.
Para Ávila, esta situación es verdaderamente preocupante para el sector financiero, ya que hace que las previsiones de subida de la morosidad vayan en aumento.
«El sector bancario depende de que haya crecimiento en el país para que aumente su actividad y, con el impacto que vamos a tener en España, es difícil que los bancos puedan convencer a los inversores», ha advertido el analista de IG.
Álvarez, de Renta 4 Banco, tampoco es mucho más optimista, si bien cree que los resultados deberían ayudar a despejar dudas sobre un sector que sigue «muy penalizado» en Bolsa al recoger el entorno de tipos bajos y, en consecuencia, la dificultad para mejorar la rentabilidad del negocio. «A esto se le une una perspectiva de volúmenes que se antoja bastante honesta de cara a 2021», ha apostillado.
Respecto a las cotizaciones, los expertos coinciden en señalar a las operaciones corporativas como catalizadores positivos, ya que permitirán aflorar múltiplos superiores a los actuales, así como a la posible vuelta al pago del dividendo a partir de enero.
CaixaBank y Bankia han firmado ya un Acuerdo Común de Fusión y Liberbank y Unicaja han dado mandato a los asesores externos para iniciar la fase de due diligence (auditoría legal), en la que se intercambiarán información y tendrán acceso a sus respectos libros.
En cuanto al reparto de beneficios, la mayoría de las entidades han adelantado que la intención es volver a remunerar al accionista lo antes posible, ya sea a través del pago de dividendos o mediante la recompra de acciones. Para justificar esta postura, el sector se apoya en sus niveles de capital, que califica de «sólidos y fuertes».
Source: Europapress