La economía de Ecuador se contraerá entre un 7,3% y un 9,6% este año por la pandemia, según el Banco Central
El Banco Central de Ecuador prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contraiga en una horquilla de entre el 7,3% y el 9,6% este año, como consecuencia de la crisis sanitaria y económica de la pandemia.
El instituto emisor ha explicado que el efecto de la suspensión de las actividades productivas en el país como resultado de la pandemia así como la incertidumbre internacional de los socios comerciales de Ecuador sobre la dinámica de su recuperación económica son dos factores «determinantes» en los resultados de la previsión macroeconómica para este año.
En los primeros meses de 2020, la economía ecuatoriana se vio afectada por algunos acontecimientos, entre ellos el ocurrido el 16 de marzo, cuando se declaró el estado de excepción por calamidad pública en el país andino, lo que determinó la suspensión de todas las actividades económicas y el trabajo presencial, exceptuándose los sectores de salud, seguridad alimentaria, finanzas, transporte de personal sanitario y otros sectores esenciales.
En el ámbito internacional, la economía ecuatoriana se ha visto afectada por una caída significativa en los precios de su principal producto de exportación, el petróleo crudo, y un menor dinamismo en la demanda externa de productos no petrolíferos, resultado de la contracción económica de China, Estados Unidos y la Unión Europea, por las medidas de confinamiento y aislamiento ante la Covid-19.
Por otro lado, el precio del petróleo ecuatoriano se cotizó en promedio en 23 dólares por barril en marzo de 2020, frente a los 51,3 dólares por barril del mismo mes del año anterior. El Banco ha precisado que la situación que se complicó «aún más» cuando el precio del WTI (West Texas Intermediate), precio de referencia para el crudo ecuatoriano, se desplomó en abril en el mercado internacional a los niveles más bajos en casi 20 años.
Paralelamente, la economía ecuatoriana tuvo que enfrentar la rotura de las tuberías del Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) el 7 de abril de 2020, como consecuencia de la erosión del cauce del Río Coca en los límites de las provincias de Napo y Sucumbíos.
Esto llevó a que el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables realizara una declaración de fuerza mayor. En este contexto, con la intención de precautelar el funcionamiento de las instalaciones petroleras, EP Petroamazonas realizó el apagado gradual de varios bloques y la suspensión de temporal de algunos pozos petroleros.
Antes de esta rotura, la extracción de crudo alcanzó los 532.059 barriles diarios. Mientras se realizaba la reparación de los oleoductos, la producción petrolera se redujo hasta 52.519 barriles sobre el día el 2 de mayo. «Esta considerable caída en la producción de petróleo conllevó una revisión a la baja en la previsión de crecimiento de las industrias de extracción y refino», explica el banco.
La entidad también espera una caída en el volumen importado de derivados de petróleo en 12% (respecto al año 2019) y una caída en su precio del 30%.
Por otra parte, el gasto del Gobierno descenderá en un 5,6% en 2020 con respecto al año anterior. Esta reducción se explica, principalmente, por el recorte de sueldos y salarios, así como en la compra de bienes y servicios.
Además, el pasado 19 de mayo, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, informó que se reducirían en dos horas las jornadas laborales de funcionarios públicos del sector ejecutivo, lo que implica una disminución del 16,6% del salario para dicho sector. La reducción de salarios se realizará por un período de seis meses, renovables por otros seis meses. Pese a esto, los aportes a la Seguridad Social se mantendrán sobre el salario sin el nuevo descuento decretado.
Source: Europapress