La eficiencia económica de las pymes alcanza su valor máximo de los últimos cinco años, según registradores

Todos los tamaños de pyme elevaron su resultado neto en 2023, no así su cifra de negocio, que bajó en términos reales

La eficiencia económica de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas, medida como la ratio del valor añadido bruto sobre la cifra de negocios, alcanzó en 2023 su valor más alto de los últimos cinco años, con cerca del 30%, según un estudio elaborado por el Colegio de Registradores bajo la dirección de catedráticos de economía financiera y métodos cuantitativos de la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Murcia.

Según los datos de avance de 2023, la rentabilidad financiera experimentó una «evolución muy favorable» por la reactivación de la economía, superando incluso los valores previos a la pandemia en todos los tamaños de empresa.

En concreto, las microempresas aumentaron su rentabilidad hasta el 6,7%, las pequeñas empresas lo hicieron al 9,9% y las medianas empresas al 8,8%.

En lo que se refiere al resultado neto, tras el brusco descenso de 2020 en sus valores medios por empresa por culpa de la pandemia (-27,9%), éstos se recuperaron en 2021 (+26,2%) y 2022 (+12,7%) y se mantuvieron en positivo en 2023, por lo que los registradores «dan por superada económicamente» la crisis del Covid.

Concretamente, en términos reales, es decir, una vez deflactados los valores por el IPC interanual, las microempresas elevaron en 2023 su resultado medio un 8,6%, las pequeñas un 8,9% y las medianas empresas, algo menos, un 7,1%.

Sin embargo, en 2023 se registraron descensos en términos reales en la cifra de negocios de todos los segmentos de tamaño: un -1% en las microempresas, una disminución del 5,7% en las pequeñas empresas y un retroceso del 3,5% en las medianas.

PLANTILLAS ESTABLES Y MÁS FIJOS DESDE LA REFORMA LABORAL

De acuerdo con este estudio, el número medio de trabajadores de las pymes se ha mantenido relativamente estable. En 2023, las microempresas presentaron un tamaño medio de 3,5 empleados, las pequeñas de 18,8 empleados, y las medianas de 84,4 trabajadores.

En términos de calidad del empleo, se observa una mejora «sostenida y continua» desde 2019, con incrementos en todos los segmentos de las pymes en lo que concierne a la proporción de trabajadores fijos sobre el total, especialmente el año que coincide con la aplicación de la última reforma laboral, 2022, que buscaba reducir la temporalidad en el empleo.

Así, en 2019 la proporción de asalariados con contrato temporal sobre el total representaba el 20,6% en las microempresas, descendiendo al 5,9% en 2023. Para las pequeñas, que son el segmento con mayor temporalidad en el inicio de la serie, se ha pasado de una temporalidad del 25,2% en 2019 al 7% en 2023. Finalmente, para las medianas, esa temporalidad evolucionó desde el 24,6% hasta situarse en un 8,4%.

En cuanto a la productividad aparente de este empleo más estable, en 2023, el estudio revela que en 2023 se alcanzaron los mayores valores de los últimos cinco años.

Así, por cada euro de gastos de personal, las empresas medianas generaron 1,50 euros de valor añadido, mientras que las pequeñas obtuvieron 1,42 euros y las microempresas, 1,39 euros.

El estudio de los registradores analiza también las características y el sector de aquellas sociedades que declaran realizar inversiones en I+D. La primera conclusión del informe es la correlación positiva entre esta declaración y el tamaño empresarial.

De este modo, para el ejercicio 2022 presentaron gastos netos en I+D activados el 14,9% de las empresas muy grandes, el 14,6% de las grandes empresas, el 12,6% de las medianas, el 6,2% de las pequeñas y el 1,7% de las microempresas.

En términos generales esa correlación positiva también se encuentra con el importe medio de cifra de negocios y la cifra promedio de endeudamiento con entidades de crédito, aunque esta correlación se difumina, e incluso desaparece, en el caso de las empresas grandes y muy grandes, apunta el informe.

«A modo de conclusión, se observa que la inversión en I+D de las empresas analizadas se incrementa en los sectores tecnológicamente más avanzados, con mayor nivel de gastos medios de personal (indicativos de mayor cualificación y de mayor aportación de valor del factor trabajo), así como en aquellas empresas que cuentan con una mayor liquidez», concluye el estudio.