Ganaderías y teléfonos cántabros en Siria

Siria se ha fijado para este año el objetivo de atraer empresas extranjeras –y, especialmente, españolas– de nuevas tecnologías, energías renovables y ganadería, a las que ofrece proyectos de constitución de sociedades mixtas con otras compañías del país. Sobre la mesa ya está puesta la financiación necesaria y, por si alguien duda de la implicación institucional, el Estado toma una pequeña participación en cada proyecto.
Los contactos de las empresas españolas han sido muy efectivos, tanto que en pocos días de estancia varias de ellas han regresado con un proyecto bajo el brazo.
Es el caso de Manuel Berrocal, de Vetcontrol, una compañía de servicios veterinarios, o de Rufino Pereda de i-Mobility, una empresa de telecomunicaciones y teléfonos móviles. Otro cántabro, José Serrano, que acudió en representación de dos de sus empresas, Construcciones SGS y Mármoles Monterde, en cambio, se muestra más cauto al advertir que en su caso todavía está en fase de prospección de mercados, aunque no oculta las grandes posibilidades que ha descubierto en aquel país para su cantera de mármol, dado que la mayoría de los edificios se revisten con este material y son muy pocos los yacimientos que, como el suyo, ofrecen la gama de color crema que allí se demanda.
Manuel Berrocal, gerente de la empresa veterinaria Vetcontrol, de Muriedas, se encontró en Siria con una cabaña ganadera muy amplia, pero en unas condiciones de explotación que podrían ser equiparables a las de España hace medio siglo. La bajísima calidad bacteriológica de la leche que se produce ni siquiera permite su envasado en UHT, por lo que el país busca una empresa extranjera capaz de poner en marcha una docena de explotaciones ganaderas avanzadas que sirvan como referencia para el resto de los ganaderos.
Para los responsables sirios, Vetcontrol es un socio muy interesante, ya que no sólo aporta el conocimiento que existe de Cantabria en el manejo de ganaderías, sino que puede implantar los programas sanitarios y de mejora genética que necesitan para mejorar su cabaña vacuna.
En realidad, la empresa cántabra puede llegar mucho más lejos, dado que también es autora de un software veterinario denominado Procal, usado por un millar de explotaciones y por el Gobierno cántabro, que permite manejar todo el censo vacuno, con datos de control lechero, entre otros.
Si se concreta el proyecto, como parece, un inversor local pondría la financiación y Vetcontrol dirigiría la construcción de los establos, elegiría el equipamiento, seleccionaría los animales y se haría cargo posteriormente de la gestión de las granjas. Además de crear una base para poder desarrollar una industria láctea nacional, estas explotaciones, que tendrán entre 500 y mil vacas de leche cada una, deberían servir como ejemplo a los ganaderos locales para cambiar unos hábitos arcaicos.

Una fábrica de móviles

El caso de Rufino Pereda, otro de los empresarios cántabros que participó en el encuentro hispano-sirio, es el más singular, dado que ya cuenta con una carta de intenciones para levantar una fábrica de teléfonos en aquel país. Pereda estuvo al frente de uno de los proyectos tecnológicos de telecomunicaciones más ambiciosos de los que se hayan realizado en Cantabria, denominado Red Enlaza, pero no pudo llegar a rentabilizar las patentes de telefonía de cuarta generación que depararon sus investigaciones.
Enlaza llegó a tener cerca de doscientas personas trabajando en varias oficinas ubicadas en la Ciudad del Transportista de Santander, pero el agotamiento financiero de la experiencia le sirvió a Pereda para reorientar el negocio y abrir nuevas vías.
En un viaje a China realizado en 2003, encontró en aquel país la forma de plasmar algunos de sus desarrollos de I+D+i y contrató con fabricantes de aquel país la producción de los teléfonos móviles que su empresa había diseñado, con un sistema operativo propio basado en la plataforma de software libre Linux. Teléfonos con las funciones y tecnologías que puede ofrecer cualquier fabricante de primer nivel (cámara de fotos, conexión a Internet, MP3…), a un precio mucho más barato.
Pero ese trabajo a maquila tiene inconvenientes y la intención de Pereda es llegar a tener fábricas propias, la única forma de evitar las reticencias que muestran los operadores de telefonía europeos hacia la calidad de los aparatos chinos. Fabricar en España es, obviamente, más caro que hacerlo en el país asiático, donde el coste del ensamblaje es de apenas un dólar por aparato, pero el margen es suficiente para permitirlo. Por ese motivo, su empresa i-Mobility desea crear una planta de ensamblaje en Cantabria o en Asturias, siempre que encuentre un inversor que aporte los cerca de tres millones de euros que necesita el proyecto, además de obtener facilidades para conseguir los terrenos.
La primera oportunidad ha llegado en Siria, donde hay inversor, garantía gubernamental y el compromiso de un operador local de adquirir un número mínimo de aparatos que garantizaría desde un principio la viabilidad de la planta, que apenas necesita producir 50.000 unidades anuales para llegar al punto de equilibrio, un número muy modesto si se tiene en cuenta que los 700 millones de habitantes del continente europeo adquieren un número casi idéntico de móviles cada año.

Patentes de 4G

Red Enlaza tiene unas miras aún más ambiciosas al entrar en el país árabe, ya que aspira a presentarse al concurso para decidir el tercer operador de telefonía del país, que se convocará a comienzos de año. Por el momento, ha encontrado apoyo institucional para hacer en Alepo y en Damasco las primeras experiencias internacionales con telefonía de cuarta generación. De las dieciocho patentes que tiene la empresa cántabra, la mayoría pertenecen a este ámbito, por lo que es la más interesada en un salto tecnológico que las operadoras de telefonía no tienen demasiada prisa en afrontar, dado que antes necesitan rentabilizar las grandes inversiones que han realizado en 3G, la generación anterior.
La telefonía 4G en realidad es una evolución de la 3G en el campo de las redes inalámbricas, mucho más baratas que las de cable y que, no obstante, podrían competir en capacidad, ya que en este caso permiten un ancho de banda de 622 megas tanto de descarga como de subida a la red. La empresa cántabra ha desarrollado un decodificador de 600 canales y una plataforma completa de otros 50 servicios para que cualquier operador de telefonía pueda ofrecer de inmediato la 4G. Como no será fácil convencer a cualquiera de ellos, su intención es implantarla en experiencias piloto dentro de una ciudad o una región, que sirvan como un escaparate de sus posibilidades.
Aunque la planta de ensamblaje de teléfonos móviles no está directamente vinculada a este proyecto y de hecho son empresas distintas dentro del grupo Red Enlaza, sí tiene sinergias evidentes, como el hecho de que en ella se fabricarían también algunos dispositivos para la tecnología G4, además de otros productos convencionales como MP3, MP4, GPS o aparatos multimedia.
(Más información para empresarios
interesados en Siria:
siria@redenlaza.com)

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