La huelga general en Bélgica paraliza los aeropuertos y gran parte del tráfico ferroviario

Los trabajadores belgas están llamados este lunes a una huelga nacional contra la reforma de las pensiones y otras medidas de ajuste anunciadas por el nuevo Gobierno de coalición que los sindicatos consideran una «declaración de guerra»; un paro que ha obligado a los aeropuertos del país a cancelar la mayor parte de sus operaciones y cuyo seguimiento está afectando también al transporte público, administración e industria del país.

El aeropuerto principal de Bruselas y el de Charleroi –a unos 50 kilómetros al sur de la capital– avisaron ya la semana pasada que la huelga impediría asegurar el normal funcionamiento y seguridad de las infraestructuras, por lo que quedaban cancelados todos los vuelos de salida y se esperaba también, previsiblemente, un fuerte impacto en los de llegada.

Finalmente, el aeropuerto de Charleroi informa desde primera hora del lunes de que también han sido anulados todos los vuelos de llegada, mientras que el de Bruselas indica que las rutas de entrada se verán fuertemente afectadas por las cancelaciones pero no ofrece cifras por el momento.

También los servicios ferroviario y portuario se están viendo fuertemente afectados por la huelga nacional, con uno de cada dos trenes intercity circulando y el tráfico totalmente parado en las provincias de Luxemburgo y Namur por el paro en el control de la señalización. Asimismo, según informa la prensa loca, once buques están bloqueados en el puerto de Gante.

Además hay piquetes en las entradas de fábricas, hospitales y carreteras de todo el país sin que se hayan registrado en las primeras horas incidentes graves, aunque medios locales informan de que dos huelguistas han resultado heridos cuando un conductor ha intentado romper un bloqueo con su coche.