Ezquerra Mazo diversifica su actividad con el transporte urgente de palés
Para una empresa de transporte como Ezquerra Mazo, para la que el tráfico de graneles líquidos no tiene secretos, porque lleva más de sesenta años dedicada a él, plantearse la conveniencia de diversificar su actividad suponía abrir muchos interrogantes. Y, sobre todo, estar dispuesta a correr riesgos. Pero si algo caracteriza a José Félix Mazo es precisamente su disposición a asumir nuevos retos si la ocasión lo vale.
Y la oportunidad surgió cuando en 2013 conoció de primera mano el proyecto de paletería express de otro cántabro, Jaime Colsa. Su propuesta, Palibex, suponía abrir un nuevo nicho de mercado en una modalidad de transporte que estaba en alza, como el paso del tiempo ha corroborado.
Cuatro años después de sumarse a aquella aventura, Ezquerra Mazo, que fue el primer socio cántabro de la red, y sigue siendo el único franquiciado local, mueve regularmente mercancía paletizada, y en un tiempo récord, a cerca de 130 empresas de la región; ha ampliado su flota en tres vehículos para prestar exclusivamente este servicio, y contempla complacido que su apuesta ha sido acertada. “El transporte de paletería express era un negocio que nadie conocía y apostamos por él; hacía falta un franquiciado en Cantabria y nos gustan los retos”, señala José Félix Mazo.
Un modelo que conecta con el mercado
Lo que convenció a Ezquerra Mazo fue la adecuación del modelo de Palibex a las nuevas necesidades logísticas de las empresas. El transporte urgente de palés da respuesta a la modificación que han sufrido los procesos de fabricación industrial. Las empresas de prácticamente cualquier sector tienden a fabricar bajo demanda y ya no se recurre al estocaje de mercancía en espera de que los pedidos vayan llegando. Y aún menos en las propias instalaciones fabriles. Pero no se trata solo de externalizar la logística o el almacenamiento. El objetivo es que los clientes reciban la mercancía en el más corto espacio de tiempo posible, algo que se asegura con esta red de franquiciados, extendida por toda España, que permite que las entregas se realicen en 24 horas, y con una trazabilidad continua, a través de una aplicación móvil (PBX Móvil) que asegura el seguimiento del estado y la ubicación del envío.
El modelo se basa en la logística colaborativa entre los más de 50 franquiciados de Palibex. Cada noche, una flota de camiones procedentes de diversos puntos del país confluyen con la carga de sus clientes en el almacén central de Palibex, en Madrid, un espacio de 5.000 metros cuadrados con 50 muelles de carga. Una vez allí se redistribuyen los palés, que son llevados a su punto de destino en el viaje de vuelta. Un sistema creado en el Reino Unido hace dos décadas y que Palibex ha mejorado, como explica el propio Colsa: “Hemos reenfocado el modelo clásico de red logística (en forma de aspa, es decir, del hub hacia la periferia) para que todos los franquiciados estén interconectados entre sí y puedan relacionarse sin necesidad de pasar por el almacén central, lo que les permite trabajar con mayores márgenes de beneficio”.
Ezquerra Mazo dedica tres camiones de su flota a este transporte de paletería express. Un tráiler de 25 toneladas, con el que realiza los viajes al almacén central, y dos más pequeños, de ocho y nueve toneladas, equipados con trampillas elevadoras para descargar de forma autónoma la mercancía durante el reparto, y con los que realizan la distribución de los palés por la región. Pero no descarta ampliar a medio plazo esta pequeña flota, porque, además de los clientes con los que ya cuenta, hay nuevos proyectos empresariales que previsiblemente podrían generar un mayor volumen de trabajo.
José Félix Mazo ha dedicado buena parte de sus esfuerzos en esta nueva etapa a abrir mercado para este nuevo servicio. El hecho de tratarse de una empresa con fuerte arraigo en la región le ha abierto muchas puertas pero ha tenido que luchar contra el encasillamiento que la relacionaba solo con el tráfico de los graneles líquidos. “Tú tienes que demostrar que lo que ofreces lo vas a hacer en las mejores condiciones, y diferenciándote de la competencia con un mejor servicio”, subraya Mazo. En cualquier caso, la finalidad última de este nueva modalidad de transporte, aún con sus características propias, es la misma de cualquier otro tipo de tráfico; algo que expresa con claridad este empresario: “Nosotros queremos que el cliente externalice, que se dedique a lo que se tiene que dedicar, es decir, a fabricar y a vender, y nosotros a moverle el producto terminado en el periodo que él marque”.
Entre sus clientes se encuentran empresas de todos los tamaños y sectores, como Talleres Orán, Componentes y Conjuntos, Carrefour, Dougall’s o Siderit, por mencionar algunas.
Una empresa familiar
La adopción de esta nueva línea de negocio es un ejemplo de la capacidad de adaptación de esta veterana empresa, en la que el núcleo duro de actividad continúa estando en el transporte de graneles líquidos. Y lo es desde la fundación de la empresa, en 1957. Pero el despliegue de la compañía tuvo lugar bajo la dirección de José Mazo que, a sus 81 años, continúa dando su consejo sobre la marcha de la empresa. “Mi padre es quien impulsó el negocio, una persona con gran inteligencia, que ha sabido dirigir la empresa”, dice José Félix.
Después de refundar la firma en 1986 como Ezquerra Mazo, para dar forma de sociedad anónima a la empresa familiar, José Mazo supo aprovechar el auge de la obra pública que se vivió en España. La eclosión de las infraestructuras por todo el país precisaba de empresas como la suya, especializada en el transporte en cisternas de asfaltos, alquitranes, hullas, fueles, aceites industriales y todo tipo de líquidos calificados como materias peligrosas. Ezquerra Mazo se convirtió, de hecho, en pionera en el transporte de asfalto en cisternas en el norte de España. Una actividad que se vio complementada, tiempo después, con el transporte de los lixiviados generados en los vertederos.
La especialización en esos productos le ha hecho también más vulnerable al declive de la obra pública como consecuencia de la crisis económica. Una situación que ha afectado a todas las empresas de transporte, sea cual sea el sector al que estuvieran orientadas.
Aún así, Ezquerra Mazo ha sabido adaptarse al nuevo escenario reduciendo costes y subcontratas, pero manteniendo, sin embargo, una importante flota propia. Actualmente cuenta con 28 cabezas tractoras y 60 plataformas (semiremolques cisternas o tautliner). Y, dependiendo de las puntas de trabajo, recurre a la contratación de camioneros autónomos.
La plantilla de la empresa la componen actualmente medio centenar de personas distribuidas entre sus dos sedes en Cantabria, una ubicada en el Polígono de Candina, en Santander, y la otra en la Avenida Juan Carlos I, de Maliaño, donde se encuentran sus oficinas centrales. Los más de 10.000 metros cuadrados, entre campas y naves de almacenaje, le permiten ofrecer a sus clientes un servicio logístico integral.
El transporte urgente de paletería es uno de los pasos más significativos que ha dado la compañía, en su larga historia, para diversificar su actividad pero puede no ser el último, porque ya piensa en nuevos retos y nuevas oportunidades de negocio relacionadas con la logística, y no necesariamente a bordo de un camión.