Tecnología y dependencia en la era digital

En la era digital actual, la tecnología ha transformado nuestras vidas, ofreciendo innumerables oportunidades de comunicación, aprendizaje y entretenimiento. Sin embargo, este avance también ha traído consigo desafíos significativos, especialmente en relación con las dependencias digitales que afectan a personas de todas las edades.

Para esta ocasión, contamos con la visión de los profesionales del sector Ricard Carreras y Silvia Zabala, fundadores del centro de rehabilitación sevillano Centro Vitae. Centro Vitae es un lugar de refugio para aquellos que lo necesiten, y en donde se dedican a abordar y tratar este tipo de problemáticas, brindando apoyo y soluciones efectivas a quienes se ven afectados por ellas.

La realidad de la dependencia a las T.I.C (tecnología de la información y comunicación)

Las dependencias digitales engloban una serie de comportamientos compulsivos relacionados con el uso excesivo de dispositivos electrónicos y plataformas digitales. Entre las más comunes se encuentran la dependencia a los videojuegos, a las redes sociales y al uso generalizado de pantallas. Estas conductas pueden interferir significativamente en la vida diaria, afectando al rendimiento académico o laboral, las relaciones personales y la salud mental y física.

Según el estudio Infancia, adolescencia y pantallas. Hábitos de uso y factores psicológicos, realizado en 2024 por Espada, Morales, Piqueras, Marzo y Orgilés del Grupo de Investigación AITANA de la Universidad Miguel Hernández, el uso excesivo de dispositivos electrónicos se asocia significativamente con problemas psicológicos y conductuales en niños y adolescentes. Los autores señalan que más del 96% los jóvenes posee un teléfono móvil y que muchos de ellos dedican hasta siete horas diarias a actividades en línea, lo cual puede generar consecuencias negativas en el ámbito escolar y familiar.

Los videojuegos y su equilibrio entre ocio y dependencia

Los videojuegos han evolucionado hasta convertirse en una forma de entretenimiento dominante, especialmente entre los jóvenes.

Según datos recogidos en el informe de la Universidad Miguel Hernández, los chicos muestran una mayor tendencia a desarrollar dependencia a los videojuegos en comparación con las chicas. Además, el uso excesivo de videojuegos puede estar asociado con problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, así como con dificultades en la adaptación social.

La trampa de las redes sociales

Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para la comunicación y la construcción de relaciones en la era digital. Sin embargo, su uso excesivo puede tener consecuencias negativas.

En un artículo publicado en 2024 en el American Journal of Psychiatry, Brand, Jimenez-Murcia, Griffiths y colaboradores, analizan la creciente convergencia entre diversas dependencias conductuales en entornos digitales, incluido el uso problemático de redes sociales. Los autores destacan que estas conductas adictivas comparten mecanismos neurobiológicos con los trastornos por uso de sustancias y, con frecuencia, coexisten con otras afecciones psiquiátricas, como la ansiedad y la depresión.

Impacto en la salud mental

El uso excesivo de dispositivos digitales no solo afecta el comportamiento, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental. Investigaciones han demostrado que el uso problemático de internet y las redes sociales está relacionado con un aumento en los niveles de ansiedad y depresión entre los jóvenes.

Además, la exposición constante a estímulos en línea puede interferir con el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, esenciales para el bienestar general.

Medidas legales y educativas recientes

Conscientes de la gravedad del problema, las autoridades han comenzado a implementar medidas para proteger a los menores en el entorno digital. Recientemente, el Consejo de Ministros aprobó una ley que eleva a 16 años la edad mínima para abrir cuentas en redes sociales y exige a las plataformas implementar sistemas fiables de verificación de edad para impedir el acceso a contenidos inapropiados. Además, se recomienda evitar el uso de pantallas hasta los seis años y utilizar móviles analógicos hasta los 12.

En el ámbito educativo, algunas comunidades autónomas en España están reconsiderando el uso de dispositivos digitales en las aulas. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha anunciado una prohibición general del uso de pantallas para alumnos de infantil y primaria a partir de septiembre, con el objetivo de minimizar las distracciones y fomentar una atención plena en las actividades académicas.

Las dependencias digitales representan un problema palpable en nuestra sociedad, afectando a personas de todas las edades y contextos. Es fundamental reconocer los signos de un uso problemático y contar con una ayuda profesional que ofrezca el apoyo y las herramientas necesarias para superar estas dependencias. De este modo, se puede fomentar una relación equilibrada con la tecnología y promover el bienestar integral de quienes se vean afectados por esta problemática.

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