Máquinas holandesas montadas en Cantabria
Contar con caldereros cualificados puede ser un buen puente para acceder a mercados más desarrollados. Regiones como Cantabria, con una sólida tradición en la industria del metal, pueden dar soluciones a empresas europeas que ya no encuentran en sus países oficiales para la fabricación y el montaje de la maquinaria que diseñan.
La creación de Bewo Cantabria, en 1999, respondió precisamente a los problemas que la firma holandesa Machinefabriek Bewo (MB) tenía para montar las máquinas que fabricaba. Conocedor de esa carencia, Ramón van de Wouw, un joven holandés afincado en San Felices de Buelna, se decidió a crear en el polígono de Barros un pequeño taller de calderería para subcontratar el montaje de las tronzadoras que diseña y fabrica MB. Desde la nave de Barros no sólo hace el montaje, sino que envía directamente las máquinas terminadas a los compradores españoles. Si van destinadas a otros países, se remiten a Holanda para su distribución.
Este primer cliente aseguraba un flujo regular de trabajo a la empresa cántabra, pero los contactos de Van de Wouw con el mercado holandés le han ido abriendo nuevas posibilidades de negocio. Hoy, Bewo Cantabria monta también bastidores para maquinaria de corte y sistemas de transporte para equipos de granallado y pintura fabricados por otras firmas holandesas.
Uno de los aspectos que más valoran sus clientes de los Países Bajos es el acabado de los montajes, algo que se tiene muy en cuenta en la planta de Los Corrales, donde se cuida especialmente la limpieza de las soldaduras o el proceso de pintado de las piezas que van a ser ensambladas. “Si compramos un coche –compara el gerente de Bewo Cantabria– lo queremos bien pintado. Lo mismo ocurre con el que compra una máquina. En Cantabria somos muchas las empresas de calderería, pero no son tantas las empresas que cuidan el acabado”, dice.
Duplicar el espacio
La captación de nuevos clientes y la contratación de montajes para grandes estructuras ha desbordado la capacidad de las instalaciones de Bewo. Para solucionar este problema, la empresa prepara el traslado a una nueva nave que está construyendo en San Felices de Buelna, en la zona donde están emplazadas empresas como Greyco, Bosch Sistemas de Frenado o Eshormebe.
Las nuevas naves, de 2.200 m2, duplicarán el espacio del que ahora dispone y permitirán instalar equipos que hagan más cómodo el trabajo, como un potente puente-grúa.
También habrá espacio suficiente para desarrollar en la propia planta los encargos de verificación de piezas realizados por Bosch Sistemas de Frenado, una tarea para la que suele contar con mano de obra femenina de la zona. Hasta 25 trabajadoras llega a reunir para revisar material de fundición en bruto en el que Bosch ha podido detectar algún defecto.
Las nuevas instalaciones, en las que va a invertir unos 650.000 euros, deberían estar operativas el próximo mes de enero pero, como en todos los proyectos industriales que se acometen en la región, el cumplimiento de esa previsión depende de la agilidad de Viesgo y de la diligencia de la Consejería de Industria para facilitar el suministro de electricidad a la nueva planta.