PANORAMA INTERNACIONAL
Beneficios de los políticos
Los parlamentarios ingleses están haciendo serios esfuerzos para desplazar a los banqueros del puesto de villanos favoritos para la población. Los recientes escándalos sobre las pagas que reciben han deteriorado su imagen como clase. Se supone que los diputados de fuera de Londres han de tener un apartamento cerca de Westminster pero el sistema de pago de este alojamiento invita al abuso, ya que se les permite pedir una hipoteca sobre esta vivienda, cargársela al contribuyente e incluso amueblarla con dinero público.
Pocos de estos parlamentarios han roto alguna norma. Pero, estar dentro de la ley no significa actuar de forma apropiada. Esta peculiar situación se ha destapado porque algunos se han divertido jugando a ser los representantes del pueblo y han votado patrióticamente no aumentar sus remuneraciones mientras se subían las asignaciones para comidas, como si comer fuera un gasto forzado por sus deberes con el electorado.
Si los legisladores creen que un recorte dejaría demasiado bajos sus ingresos que se los suban abiertamente, porque el ciudadano no se merece menos. La transparencia es la única manera de aclarar las crecientes sospechas de corrupción.
Financial Times
Juegos con la energía
Cuando parecía que la UE se ponía de acuerdo en política energética, llega un Estado miembro y le echa un cubo de arena a la máquina. Ha sido el grupo público austríaco OMV, que ha vendido por 1.200 millones de euros su participación en Mol, la empresa húngara de petróleo y gas, a Surgutneftegaz, un grupo petrolero ruso estrechamente relacionado con el Kremlin.
El impacto estratégico de esta operación es preocupante porque la UE lleva tiempo intentado acabar con su dependencia de las importaciones energéticas de Rusia, mediante la diversificación del suministro y la creación de un mercado interno de energía, con una red europea de tuberías que garantice que los países con más gas pueden suministrárselo a los que tienen menos en caso necesario.
Las inversiones rusas son bienvenidas si fomentan la cooperación entre proveedores y consumidores, pero no al precio de socavar la seguridad energética europea. Bruselas debiera mostrar que no es partidaria de los acuerdos que deterioran su compromiso de seguridad energética ya que, en estas cuestiones, la solidaridad sí que importa.
Financial Times
El estado al alza
Los trabajadores norteamericanos han visto desaparecer otros 663.000 puestos de trabajo en marzo, elevando la cifra de parados a 5,1 millones. La tasa de desempleo ha alcanzado el 8,5% y lo más deprimente es que solo el Estado parece crear empleo.
Hasta los licenciados universitarios miran ahora al Estado para empezar sus carreras, ya que el desempleo entre los trabajadores del sector público es la mitad que entre los del sector privado.
En los próximos meses la cuestión será saber qué va a crecer dentro de la economía privada. El presupuesto Obama no favorece a industrias en dificultades y las altas tasas del impuesto sobre la renta dificultan que las pequeñas empresas se expandan y contraten a más trabajadores.
Los keynesianos que pueblan la Administración creen que el gasto público puede hacer resurgir la economía y se apoyan en los 800.000 millones de dólares del erario público como estímulo para crear unos tres millones de nuevos puestos de trabajo en el Estado o en las empresas contratadas por éste.
Sin embargo, ese dinero ha de venir de algún lado, a través de impuestos o prestado por empresas privadas e inversores que se arriesguen y que son la única fuente de riqueza y empleo. Cuanto más se ignore esta lección, más durará la recesión.
Wall Street Journal
Impuestos de los muertos vivientes
El jefe de los asesores económicos de Obama ha anunciado que: “No va a haber aumento de impuestos este año ni el que viene”. Pero sí lo habrá, porque el Presupuesto para 2010 introduce el mayor aumento del impuesto de sucesiones en la historia de los EE UU.
Los liberales dicen que este tributo es justo, porque solo lo pagan el 2% de las familias americanas más ricas, pero ignoran que muchos ahorros a largo plazo e inversiones en pequeños negocios se derivan de la capacidad de traspasar la riqueza a la siguiente generación.
Hasta ahora muchos economistas habían creído en la “teoría del ciclo vital del ahorro”, según la cual los trabajadores ahorran para después gastárselo en su jubilación. Sin embargo, cuánto mayor sea el impuesto, menor será el incentivo para invertir en los negocios familiares. En otras palabras, elevando el impuesto de sucesiones en nombre de la justicia social, Obama no solo detrae a los muertos uno de los más odiados impuestos federales, sino que también penaliza a la mitad de los puestos de trabajo que espera crear con su ley de estímulo de la economía. Quizá eso explique que este aumento impositivo, tan poco sabio, haya sido escondido en una nota a pie de página en los Presupuestos.
Wall Street Journal