Los beneficios fiscales suben un 2,9%, impulsados por las exenciones por despido, hasta 39.049 millones

El presupuesto de beneficios fiscales para 2021 asciende a 39.049 millones de euros, lo que supone un incremento en términos absolutos de 1.115 millones de euros, un 2,9% más respecto a la cifra actualizada de 2020, según el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.

En la rueda de prensa en el Congreso para presentar los Presupuestos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha indicado que este incremento se debe, entre otras cosas, al aumento del 40,7% del beneficio fiscal derivado de las exenciones de las indemnizaciones por despido o cese del trabajador, al estimar que se incrementarán en 2021.

Casi el 29% de estos beneficios fiscales procederá del IRPF, hasta un total de 11.178 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,4% respecto al año anterior, a pesar de que la exención de las indemnizaciones por despido o cese del trabajador aumenta en 204 millones de euros, debido al efecto de la crisis sanitaria y económica sobre el mercado laboral.

En cambio, la deducción en régimen transitorio por inversión en vivienda habitual se reduce en 108 millones de euros, lo que se traduce en una caída del 10,3% respecto al año anterior.

En el Impuesto sobre Sociedades, la magnitud de los beneficios fiscales se sitúa en 3.872 millones de euros, el 9,9% del total y una caída del 21,2%, debido sobre todo a la caída de los beneficios derivados de los tipos reducidos de gravamen (341 millones, un 62,8% menos).

La aportación de los beneficios fiscales en el IVA se cifra en 20.491 8,3% respecto a 2020, debido a las expectativas de intensas recuperaciones tanto del consumo privado como de la inversión en vivienda a lo largo de 2021, con ritmos anuales del 10,7% y 15,8% por ciento, respectivamente. Y ello a pesar de que se eleva el IVA al 21% en el caso de las bebidas azucaradas y edulcoradas.

Por último, los beneficios fiscales en los Impuestos Especiales se sitúan en 1.409 millones de euros, un 41% más que en 2020, que se explica fundamentalmente por el efecto indirecto de la subida del tipo de gravamen del Impuesto de Hidrocarburos que se aplica al gasóleo de uso general.