Madrid señala que la actividad en Mercamadrid está prácticamente normalizada y pide declaración de zona catastrófica

Las primeras estimaciones indican pérdidas de hasta el 75% en ingresos en transporte, del 25% en alimentación y hasta el 50% en otros comercios

El consejero de Economía, Empleo y Competitividad de la Comunidad de Madrid, Manuel Giménez, ha señalado que la actividad en Mercamadrid está «prácticamente normalizada» y ha pedido que el Gobierno central demuestre «sensibilidad» y declare Madrid como zona catastrófica.

En una entrevista concedida a TVE , y recogida por Europa Press, Giménez ha informado de que este martes, desde las 6 horas, «más de mil camiones han entrado» a Mercamadrid así como otros tantos minoristas que han de abastecer «a más de doce millones de personas».

Sobre este tema, ha reconocido que durante estos días se han podido ver imágenes de desabastecimiento en los mercados «como consecuencia natural de la situación tan grave» que se ha atravesado.

«No deja de ser algo puntual. Todos los establecimientos están volviendo a tener productos frescos que es lo que se ha agotado en los días que nos han precedido», ha explicado el consejero, que además ha apuntado que una vez que se normalice la situación en las plataformas logísticas, esta situación «se habrá salvado completamente».

Además, ha pedido ser «comprensivos» cante el desabastecimiento «puntual» de productos frescos ya que una vez que se complete la liberación de los centros logísticos, la situación volverá a ser «de completa normalidad».

ZONA CATASTRÓFICA

Por otro lado, ha pedido al Gobierno central que demuestre «sensibilidad» y declare a Madrid como zona catastrófica ya que la Ley establece que los Ayuntamientos pueden pedirlo y que el Gobierno de la nación puede solicitar informes para concederlo, pero que en este caso «sería superfluos».

«Bastaría con darse una vuelta por Madrid, confío en que desde el Consejo de ministros se está haciendo, que estén saliendo a las calles para comprobar la situación», ha señalado.

Giménez considera que la declaración de zona catastrófica sería «de utilidad para muchos Ayuntamientos» porque permite rebajar impuestos, compensar a ciudadanos, empresas y trabajadores afectados y ayudaría a que las consecuencias de Filomena no se superpusieran a la ya «gravísima situación» del tejido empresarial y del mercado laboral de la región.

Respecto al impacto económico que ha podido dejar esta situación en la región, el consejero ha apuntado que aún es pronto pero que las primeras estimaciones indican pérdidas de hasta el 75% de la facturación en transporte, el 20 o 25% en alimentación y hasta el 50% en otros comercios.

«En los próximos días iremos recibiendo los informes que nos permitan deslindar cuánto es atribuible a filomena y cuánto a la situación que ya era de extrema gravedad y que veníamos sufriendo desde la pandemia», ha zanjado.