Valentín Valle y Victorino Rodríguez, Hombres de Empresa Ejemplares 2003
Cada curso, Cemide reconoce la trayectoria empresarial de una o dos personas cuyas iniciativas han sido significativas para la evolución económica de Cantabria. En esta ocasión han sido dos emprendedores camargueses, Victorino Rodríguez y Valentín Valle cuya actividad en la metalurgia y en el transporte han marcado sus respectivos sectores.
Victorino Rodríguez Valle nació hace 74 años en el seno de una familia modesta de Maliaño. Empezó a trabajar a los 14 años, pero eso no impidió que siguiese cursando estudios por las noches. Junto con un amigo, Angel Peredo Casuso, decidieron aprovechar los conocimientos profesionales que habían adquirido como metalúrgicos para crear su propio negocio, para lo cual pusieron 20.000 pesetas cada uno. La cifra era modesta incluso para la época y sólo permitió comprar máquinas usadas y alquilar un local de 50 m2. Así fundaron en 1958 la firma Roper, uniendo en el nombre los apellidos de ambos fundadores.
La expansión nacional de Roper
Los comienzos fueron difíciles. Los escasos beneficios se reinvertían y de esta forma en 1964 pudieron realizar la primera ampliación del taller que la empresa tenía en Camargo. Pero había que acercarse a donde estaba la demanda y un año después decidieron abrir un nuevo centro en Madrid, que a partir de 1976 se convertiría en una sociedad filial denominada Roper Madrid.
A principios de los años 70 la empresa creó otro centro productivo en Barcelona, explotado por una sociedad denominada Roper Cataluña, y en 1975 otro más en Navarra (Roper Alsasua).
La evolución de la compañía se aceleró. En 1981 la matriz de Camargo se transformó en Talleres Roper, tras una ampliación de capital, y, poco a poco, ha ido completando su expansión en la zona norte del país. En 1989 abrió el centro de trabajo de Bilbao (Industrias Roper), en 1991 el de Asturias (Roper Asturias) y en 1997 la planta de Trascueto, bajo la denominación Puertas Roper, con el fin de lanzar un nuevo modelo de puerta metálica. A finales del presente año comenzará a funcionar otro taller más en Aguilar de Campoo, con otro modelo diferenciado.
Paralelamente, Roper ha ido abriendo multitud de delegaciones comerciales por todo el país, que además de vender los productos que fabrica el grupo le permiten prestar una atención integral al cliente.
A comienzos de los años 70, Victorino Rodríguez fundó otra empresa, Suministros Siderúrgicos Montañeses (Susider), dedicada al corte y aplanado de formatos de chapa y flejes de acero. Desde entonces, esta compañía, nacida básicamente como proveedora de Roper, ha tenido una evolución independiente y paralela, hasta reunir centros de trabajo en Camargo, Madrid y Barcelona, con una superficie productiva total de 24.000 m2, 110 empleados y una facturación anual de 72 millones de euros.
Por su parte, el Grupo Roper tiene 72.000 m2 de superficie en sus diferentes talleres, en los que trabajan 360 empleados, y facturó el último año 36 millones de euros. Sus puertas metálicas se venden principalmente en el mercado nacional, pero también han sido exportadas a otros países europeos, sudamericanos y africanos.
La afición de Victorino Rodríguez por los bolos ha propiciado, además, la creación de la peña más destacada en este deporte, que el grupo empresarial financia.
Valentín Valle
Valentín Valle, el otro empresario galardonado, nació en Revilla de Camargo y en sus 52 años de actividad profesional ha tenido tiempo de dedicarse a las compañías de seguros, actividades financieras, construcción e incluso, a ser presidente del Racing durante siete temporadas, pero el nombre de este profesor mercantil aparece casi siempre ligado al transporte por carretera. Valle ha creado un gran grupo de logística y ha sido presidente muchos años de la Agrupación de Empresarios del Transporte de Cantabria (AETRAC), de la que ahora es presidente honorario.
A través de Transvasa, Valle realiza transporte convencional y frigorífico por todo el país, mientras que otras empresas del grupo (Garvasa y Valle López, SL) reúnen 60.000 m2 de naves de almacenamiento. 45.000 de ellos están en la enorme plataforma logística que ha alquilado a Carrefour en Penagos, para abastecer a los hipermercados de este grupo. Otros 3.100 se encuentran en la Ciudad del Transporte de Santander, en la que Valle participó como promotor; 1.900 más en Revilla de Camargo y 10.000 en Palma de Mallorca. Además, cuenta con 3.700 m2 de cámaras frigoríficas. El empresario camargués da empleo a 400 personas en estas actividades.
Su impulso empresarial también ha quedado plasmada en la construcción de viviendas y en la de naves industriales en La Coruña, Sevilla y Málaga.