Esade entra en Cantabria de la mano del Centro de Empresas de Camargo
A pesar de estar prácticamente concluido desde hace más de dos años, el Centro de Empresas de Camargo se presenta ahora en sociedad. Desde que el pasado mes de agosto el Ayuntamiento revitalizó el proyecto con el concurso para el nombramiento de un gerente, los acontecimientos se han sucedido con mucha rapidez. El elegido, Javier González Sopelana, un abogado que a pesar de tener sólo 34 años ha acumulado una importante experiencia en los sectores financiero e inmobiliario, ha completado el equipamiento del edificio, ha realizado algunas modificaciones operativas y ha establecido una estrategia comercial para conseguir ingresos atípicos que permitan cubrir buena parte de los costos de mantenimiento que tendrá el edificio, sin tener que repercutirlos sobre las empresas que se asienten en él.
El Centro de Empresas que se encuentra en la cabecera del polígono de Trascueto no nació con buen pie. La Consejería de Industria, que había participado en el proyecto a través de Sodercan, se descolgó de él por diferencias políticas con el Ayuntamiento de Camargo. Sin subvenciones públicas, la gestión diaria del centro resultaba poco menos que imposible, dado que la imputación de los gastos de funcionamiento a los alquileres que pagarán las empresas los elevaría hasta desvirtuar el carácter con que fue creado, la promoción de nuevas iniciativas que, una vez consolidadas, se trasladarían a otro lugar.
En esas condiciones, Camargo ha mantenido el Centro prácticamente sin funcionamiento hasta ahora (únicamente estaban asentadas dos pequeñas compañías). El pasado verano, el alcalde, Eduardo López Lejardi, decidió reactivar el proyecto buscando otras soluciones económicas que parecen haberse encontrado tras la contratación como gerente de González Sopelana. Una de las vías más importantes de cofinanciación se obtendrá a través de la enseñanza. Después de mantener negociaciones con varias escuelas de negocios, el Centro ha conseguido que ESADE, la segunda de España en los rankings de prestigio, imparta en él sus cursos para empresarios. ESADE, que hasta ahora sólo estaba representada en Madrid y Barcelona, realizará tres cursos dirigidos a empresarios y ejecutivos: gestión financiera, organización comercial y gestión empresarial, con programas de cien horas impartidos los viernes y sábados.
El Centro de Empresas también ha llegado a acuerdos con la Universidad de Cantabria y con ESIC, otra prestigiosa escuela, que impartirá cursos destinados a jóvenes recién licenciados, a quienes se enseñarán cuestiones prácticas como hacer un plan de empresa, un plan de negocio o un balance.
Más hotel que vivero
La filosofía del Centro se ha reorientado ligeramente y ha perdido un poco del carácter de vivero de iniciativas para ganar más peso como hotel de empresas, un lugar donde podrán alojarse durante su fase de despegue –hasta tres años– en un entorno muy favorable. Ese pequeño cambio lo expone su director en una frase: “Intentaremos competir en servicios, no en precios”.
De hecho, el Centro pondrá a disposición de las empresas que se asienten, sin costo añadido, un abogado, un economista, un asesor fiscal, un informático y un técnico de marketing. Unos servicios que el Centro va a subcontratar y que, en caso de que la demanda de las empresas lo justificase, pasarían a formar parte de la estructura laboral del complejo.
Las empresas también dispondrán, si lo desean, de auxiliares administrativos y de una operadora de centralita comunes, incluidos en el precio mensual del alquiler que para las naves es de 750 pesetas por metro cuadrado y para las oficinas de 1.300-1.400 pesetas.
Hay otros servicios que sí se cobrarán, como la reprografía, la sala de ordenadores –que cualquier empresa residente puede utilizar, si lo necesita, a 3.500 pesetas la hora–, los despachos amueblados –que pueden alquilarse por horas, días o meses–, o las espectaculares salas de usos múltiples, cuyo precio para los residentes se ha estipulado entre 4.000 y 20.000 pesetas/día y que, como los restantes servicios de este grupo, también se alquilarán a empresas del exterior, pero en este caso con tarifas un 50% más caras.
El Centro también dispone, como servicios comunes, de gimnasio, saunas o cafetería-restaurante que acaban por dar al edificio la apariencia de una gran galería comercial, reforzada por los grandes acristalamientos exteriores y la luminaria central que permite que todo el sistema de distribución interior goce de luz natural.
Elección de los proyectos
El hotel de empresas ha acumulado un número importante de solicitudes en este tiempo, pero la demanda real se conocerá al sacar ahora a concurso el 50% de sus espacios. La limitación se ha establecido por una política de prudencia. Según explica su director, eso deberá facilitar un encaje gradual de todas las piezas del Centro, hasta alcanzar la velocidad de crucero, permitirá tener un margen de tiempo para ir buscando otros emplazamientos para que estas empresas se trasladen posteriormente y, sobre todo, propiciará una rotación más natural. Existía el temor de que, si todas las empresas entraban al tiempo, dentro de tres años el Centro quedaría bruscamente vacío, por la limitación temporal que tienen los asentamientos, y tendría que partir prácticamente de cero otra vez.
Para evitarlo se ha establecido este escalonamiento y el próximo año se sacará a concurso otro 25% del espacio y el 25% restante en el 2003.
Ante la eventualidad de que el número de candidatos desborde las posibilidades físicas de acogida del Centro de Empresas, el Ayuntamiento de Camargo pretende buscar una forma de objetivizar las adjudicaciones y además de la mesa municipal de contratación, se va a buscar el asesoramiento de instituciones económicas (Universidad, Cámara de Comercio, Sodercan, CEOE, entidades financieras, etc.) para que hagan una valoración sobre la viabilidad de los proyectos concurrentes. Por eso, cada solicitante deberá presentar un plan de negocio, lo cual no quiere decir que se optará sólo por empresas muy acreditadas y solventes –que pueden solicitar espacio siempre que sea para un nuevo proyecto– ya que la filosofía del Centro es, sobre todo, apoyar las nuevas iniciativas.
Pensando en estas nuevas empresas se han establecido oficinas desde 15 m2, que tendrán un coste de poco más de 20.000 pesetas al mes, y la posible reserva de la nave más amplia para hacer a medio plazo un vivero puro de empresas, con un precio de alquiler casi simbólico.