AD abre un gran centro de recambios para coches
Al principio fue una pequeña tienda en una céntrica calle de Santander. Después, una nave industrial. Ahora, AD Cantabria se dispone a inaugurar en Igollo de Camargo todo un edificio con el que abastecer las crecientes necesidades de repuestos para el automóvil que distribuyen las tiendas de esta empresa familiar.
La misma tendencia que lleva a alcanzar mayores dimensiones invita a formar parte de centrales de compras asociándose con otros distribuidores. De esta forma pueden obtener los mejores precios posibles de los fabricantes y mejorar el estrecho margen que deja la venta de piezas y componentes a los talleres, en un mercado tan competido como el del automóvil. La empresa cántabra está integrada desde 1996 en el grupo gerundense AD Parts, que le presta cobertura en todos los aspectos del negocio, desde los acuerdos con los fabricantes para el suministro de repuestos hasta el marketing, el asesoramiento o la formación de sus clientes, los talleres.
Cinco centros
El de Igollo es el quinto centro abierto por esta empresa en la región y servirá como almacén central y sede administrativa de AD Cantabria, la firma que crearon en 1981 Manuel Lahera y otros dos socios.
Desde la tienda inicial, un pequeño establecimiento situado en la calle Nicolás Salmerón, de Santander, se atendían los pedidos de accesorios y recambios de los talleres de automóviles de la capital cántabra y sus alrededores. Cuando el negocio exigió contar con más espacio para almacenar el creciente número de referencias, recurrió a una nave de Candina desde donde abastecerlas.
La particularidad de este sector otorga a la logística un papel clave. La rapidez con que la pieza llega al taller es fundamental para el éxito en la venta de recambios, y hoy todavía más, con la especialización de muchos talleres en reparaciones rápidas y la competencia que supone la existencia de firmas dedicadas exclusivamente a neumáticos, frenos o lunas.
El crecimiento de la empresa pasaba, pues, por garantizar esa misma rapidez en el servicio a otros puntos de la región, y fue abriendo tiendas en Torrelavega, Colindres y Castro Urdiales. La expansión del negocio y el deseo de poder suministrar a los talleres cualquier recambio que pidiesen terminó por hacer necesaria la creación de una gran base logística en la que poder almacenar las cerca de 60.000 referencias que maneja AD. Una necesidad que se ha cubierto holgadamente con la construcción del edificio de Igollo.
Ubicación estratégica
La elección de este emplazamiento tiene que ver con su excelente ubicación para cubrir el entorno de la Bahía y la cuenca del Besaya, ya que el edificio está flanqueado por la Autovía y la Nacional Santander-Torrelavega. Un doble eje en torno al cual están buena parte de los cerca de 600 talleres que en algún momento han sido o siguen siendo clientes de AD Cantabria.
El centro logístico levantado en Igollo cuenta con tres plantas de 1.800 metros cuadrados que casi en su totalidad están dedicadas a almacén. Allí se puede encontrar todo tipo de recambio para cualquiera de los modelos que producen las marcas de automóviles más comunes en el mercado español. Desde los recambios con más alta rotación, como aceites, pastillas de freno, filtros o correas de distribución, hasta piezas mecánicas o de chapa.
Las dimensiones de alguna de estas piezas, como los parachoques o los neumáticos, explican la necesidades de espacio de estas plantas logísticas, porque su papel, en buena medida, es solventar el problema que plantea el almacenamiento de repuestos en los talleres, a condición de que la respuesta ante un pedido se haga con la máxima rapidez. Para conseguirlo, AD Cantabria cuenta con una flota de una veintena de vehículos.
En la gestión del almacén y en las tareas de administración de la propia empresa trabajarán 15 personas de las 43 que integran la plantilla de AD Cantabria.
Además del surtido de recambios originales, AD dispone de marca propia en baterías, aceite, anticongelante y líquido de frenos, entre otros. Es una de las ventajas de pertenecer a una organización con capacidad para negociar con los fabricantes grandes volúmenes de compra.
AD Parts está integrada por 27 socios. En el caso de Cantabria, la familia Lahera es la única que puede operar bajo esta enseña, aunque a cambio tiene limitada su expansión geográfica a otras comunidades autónomas.
La cobertura de AD no se limita a actuar como una central de compras –para lo que dispone de unos almacenes de 16.000 m2 en Gerona–, o a diseñar el marketing. Uno de las ventajas de pertenecer a esta organización está en los recursos con que cuenta para el asesoramiento y formación de los talleres clientes o el call center, atendido por una treintena de personas y con especialistas en todas las marcas de automóviles, de forma que cualquier duda que se suscite en un taller sobre las reparaciones que realiza puede ser resuelta por esta vía. Los mecánicos también pueden realizar consultas en un programa de gestión facilitado por el grupo, a través del cual el cliente puede, además, realizar compras on line.
Otro aspecto que cuida la organización, para dar un valor añadido a su servicio, es el formativo. Parte del nuevo edificio de Igollo está ocupado por dos amplias aulas y un taller para las clases prácticas, ya que la empresa suele organizar no menos de cuatro cursos al año y varios monográficos.
Hasta ahora, impartían la formación práctica en institutos de FP, pero AD ha instalado en su nuevo centro un taller equipado con maquinaria que el propio grupo vende, como el elevador de coches, la desmontadora de ruedas, la equilibradora o el extractor de aceite, ya que la compañía surte a los talleres de todo lo que puedan necesitar para llevar a cabo su trabajo.
Un sector también golpeado por la crisis
La caída en las ventas de vehículos nuevos había hecho pensar que los talleres podrían verse beneficiados por la necesidad de alargar la vida al parque de automóviles ya existente, pero la realidad es que también ellos han sentido la dureza de esta larga crisis económica, porque la tendencia de los automovilistas ha sido la de restringir los gastos en mantenimiento y visitar el taller lo menos posible.
Esta bajada se ha notado también en los suministros de recambios, pero eso no ha desanimado a la empresa cántabra a la hora de realizar esta inversión. Con ella culmina un proyecto que empezó siendo un pequeño negocio familiar y ahora es una de las más importante firmas de suministros a talleres de automóviles de Cantabria.