FECOMA presenta su 'Guía de Economía Circular y Economía Social: experiencias de éxito'

El documento pone en valor la circularidad de las entidades de Economía Social, da visibilidad a las 21 entidades cuyas experiencias reales se relatan en la Guía y, al mismo tiempo, sirve de inspiración a otras empresas o proyectos emprendedores que puedan extrapolar o replicar sus actuaciones en otros territorios

La Federación de Cooperativas y de la Economía Social de Madrid, FECOMA, presentó ayer, en el Centro de Innovación en Economía Circular de Madrid (CIEC) de Vicálvaro su ‘Guía de Economía Circular y Economía Social: experiencias de éxito’, un documento que pone en valor y da a conocer las prácticas de circularidad que llevan a cabo entidades de la Economía Social en toda España.

La Guía  contiene una primera parte que presenta un estudio sobre qué es la Economía Social, qué es la Economía Circular y cuáles son los puntos de conexión entre ambas, y una segunda parte que da visibilidad a 21 experiencias reales que pueden servir de inspiración a otras empresas o proyectos emprendedores. 

Ana Fernández de Casadevante, técnico de proyectos de FECOMA, explicaba ayer en Vicálvaro que Guía y experiencias son un puente entre las dos economías, la Social y la Circular, para crear alianzas entre ambos ecosistemas. «Hemos documentado experiencias de éxito de Economía Circular en la Social. Les damos visibilidad, y en muchos casos, también hacemos conscientes a sus responsables de que sus prácticas son Economía Circular. Hay muchísimos excelentes ejemplos y aun así, es una pequeña parte, porque era imposible recogerlos todos», señala. 

La directora general de Economía del Ayuntamiento de Madrid, María Jesús Romero, destacó que el CIEC, con tres años de vida y la misión de contribuir a la innovación en materia de Economía Circular involucrando a todos los agentes necesarios para promoverla en el ecosistema empresarial madrileño, era el lugar perfecto para la presentación de esta iniciativa de FECOMA. Asimismo, la directora se congratuló «del papel pionero que han tenido las entidades de la Economía Social en el desarrollo de la Economía Circular», y de comprobar que «muchas de las buenas prácticas que recoge la Guía están en la ciudad de Madrid». 

Aicha Belassir, directora general de Economía Social y Responsabilidad Social de las Empresas, recalcaba en el CIEC el apoyo del Ministerio de Trabajo y Economía Social a la publicación de la Guía, financiada por la convocatoria anual de subvenciones -cuya cuantía total alcanza los 8 millones de euros- para apoyar la Economía Social. 

Belassir reafirmó ayer el compromiso con la Economía Social del Ministerio para poner en valor el trabajo que realizan sus entidades «llevando a cabo políticas públicas como la renovación de las tres leyes vertebradoras de la Economía Social en España: la Ley de Cooperativas, la Ley de Empresas de Inserción y la Ley de Economía Social que, en su momento, fue la primera ley en Europa en este sentido». La directora recordó que se ha renovado también la Estrategia de la Economía Social y Solidaria, con horizonte 2027, a la luz del éxito de la primera iniciativa. «Además, apoyamos nuestras políticas con financiación pública. En este momento, y gracias a los fondos Next Generation, contamos con tres convocatorias a través del Plan Integral de impulso de la Economía Social», recalcó. 

Según afirmó ayer la directora, la Economía Circular es uno de los pilares de la Economía Social. «No podemos seguir con esta linealidad en el consumo. Tenemos que impulsar la contratación pública responsable para que estas entidades sean apoyadas y tengan prioridad en el mercado de la Administración Pública, si queremos modificar nuestro modelo de consumo», terminó.

El presidente de FECOMA, Carlos Jiménez, afirmó que «la suma de la Economía Social y la Economía Circular es una combinación muy potente en la que debemos poner el foco y trabajar con fuerza». Jiménez se mostró convencido de que la Economía Social debe trabajar y colaborar para conseguir el objetivo de reducir al mínimo la generación de residuos y el impacto negativo sobre el planeta. En este sentido, la Economía Social tiene mucho que aportar, puesto que se trata de «empresas socialmente responsables de serie, que innovan sin dejar a nadie atrás», y también que la Economía Social y Circular comparten ADN: «unidas son más fuertes». 

Inmaculada Buendía, profesora de la UCLM, explicó que la comprensión de las relaciones entre la Economía Social y la Economía Circular son particularmente relevantes en la actualidad, no solo por la importancia de los dos elementos individualmente, sino también por su combinación. La Economía Social tiene una gran importancia en la economía real, con un fuerte impacto en la estabilización y refuerzo de la cohesión económica, social y regional de los territorios; mientras que la Economía Circular representa un enfoque sistémico para avanzar en los objetivos de sostenibilidad. Su combinación produce un fuerte efecto sinérgico dado que la Economía Social representa una visión alternativa al actual modelo económico dominante. «Además, la combinación de su dualidad social-económica, su objeto social, su especificidad operativa y su vinculación territorial hacen que las entidades de la Economía Social sean organizaciones claves para acelerar la transición de la sociedad hacia la circularidad», señaló.

Algunos de los empresarios que aparecen en la Guía tuvieron la oportunidad de contar sus proyectos. Daniel de la Torre, de Circular Replay, explicó que este proyecto, promovido por la Corporación Mondragón, grupo de cooperativas industriales, propone un modelo circular para recuperar componentes de electrodomésticos, en concreto de encimeras de inducción.  «Los recuperamos, remanufacturamos y los volvemos a utilizar como sustitutos de materias primas vírgenes, sacando así al mercado una nueva gama de cocina circular», señaló. 

Pedro Trigo de Helechos, cooperativa dedicada a la jardinería desde hace 40 años, explicó que en su actividad ya contaban con prácticas «que nosotros llamamos de sentido común, y que ahora se llaman Economía Circular». Trigo señaló que Helechos materializa todas las «r» de esta nueva línea económica: reducir, reciclar, recuperar y reutilizar. «Ya en el año 2000 decidimos invertir en placas fotovoltaicas. Hoy, con ellas, cargamos nuestros vehículos eléctricos, puesto que en todo este tiempo hemos actualizado nuestro parque móvil para hacerlo más sostenible». También las herramientas de trabajo son eléctricas. Además, llevan a cabo prácticas de ahorro de agua recogiendo el agua de lluvia a un aljibe de 200.000 litros con el que riegan las plantas del centro de jardinería.

«Priorizamos la compra de máquinas sostenibles. Estamos dispuestos a pagar más por ello», recordó Trigo, quien también destacó que «desde el año 1985 conservamos vehículos y maquinaria, con el fin de aprovechar sus piezas». Por último, Helechos también promueve la reutilización, por ejemplo, de los recipientes en los que los proveedores traen sus plantas, que son los mismos que luego se llevan los clientes. «Como cooperativa que somos, en nuestro ADN está siempre hacer la empresa más sostenible», terminó.

Patricia Munera, directora creativa de Nunet Design, cooperativa dedicada a la creación y producción de moda sostenible, explicó cómo fabrican accesorios y complementos con impresión 3D, utilizando como materias primas cáscara de naranja o fécula de maíz. Recientemente, han incorporado bolsos hechos con un nuevo material: cuero de cactus.  «Apoyamos la Economía Circular en nuestros accesorios, investigamos nuevos materiales e incentivamos el i +D y la sostenibilidad en España», afirmó Patricia. También contó uno de sus últimos proyectos, Green Closet, con el que Nunet Design ayuda a particulares o empresas a desarrollar un armario e imagen mucho más sostenibles. 

Charo González, gerente de Otro tiempo, otro planeta, explicó que esta empresa de inserción nació para dar empleo a mujeres en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia de género. Su actividad se centra en la gestión de residuos no peligrosos: aceite usado de cocina, tapones de plástico, cápsulas de café. Ahora tratan de diversificar con la gestión de otros productos, como cáscara de naranja o colchones usados. «Nuestro trabajo como empresa de inserción es el de darles empleo, pero también acompañar a estas mujeres en un itinerario de inserción que incluye formación, asesoramiento legal, análisis de su situación para mitigar sus problemas sociales, inseguridades o miedos. Es una labor enriquecedora, pero no exenta de dificultades, pues es un sector muy masculinizado, y con gran competencia. Sin embargo, intentamos diferenciarnos en el sector. Trabajamos 11 mujeres y, desde que empezamos, hemos empleado a 42, 36 de ellas en situación vulnerable», terminaba.

Cristina Duque coordinadora del CIEC recalcaba ayer, después de terminar la presentación, que FECOMA es parte del ecosistema del centro, desde que abrió sus puertas en 2022. «El CIEC es su casa», terminó, deseando que muy pronto vuelva a haber nuevos proyectos en los que colaborar. 

Source: Comunicae

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