Sumar avisa a la ministra de Vivienda de que o actúa o durará lo que «un piso de 600 euros en Idealista»

El portavoz de Vivienda de Sumar en el Congreso, Alberto Ibáñez, ha avisado a la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, que o actúa y toma medidas «contundentes» para resolver la crisis habitacional o va a durar en el Gobierno lo mismo que «un piso de 600 euros publicado en Idealista».

Un aviso que Ibáñez ha lanzado a Rodríguez tras la comparecencia de la ministra en el Congreso para rendir cuentas sobre la gestión de la crisis de la vivienda. El diputado de Compromís integrado en Sumar ha lamentado que esta comparecencia, de la que el grupo plurinacional esperaba propuestas, le ha recordado a los «brotes verdes» de José Luis Rodríguez Zapatero.

«Desgraciadamente, cierro los ojos y escucho los ecos de los brotes verdes de Zapatero. Y veo la cara de mis padres, la rabia de no entender por qué su Gobierno no era capaz de reconocer que las cosas iban mal», ha lamentado el portavoz de Vivienda de Sumar en el Congreso, Alberto Ibáñez.

En su intervención, el portavoz ha denunciado que en la actualidad un piso de 15 metros cuadrados en Valencia cuesta 450 euros al mes, otro de 50 metros asciende hasta los 700 en Alicante y en Málaga un piso de 45 metros cuadrados escala hasta los 1.500 euros mensuales.

El diputado también ha señalado que la vivienda es ya un conflicto generacional, pues los jóvenes tienen que destinar su sueldo completo a pagar el alquiler. «¿Y de qué van a comer? Y tienen que soportar que les llamen Generación de Cristal y que no ahorran porque tienen Netflix o por irse a tomar un par de cervezas», ha apostillado.

«NO PODEMOS FALLAR»

«Aquí no podemos fallar, porque en ello va la vida de nuestra gente, de la gente común, de la clase, porque esto efectivamente es un conflicto de clase», ha denunciado.

Ibáñez ha recordado que del 2008 al 2024, la mitad de las casas en España las han comprado empresas con más de ocho viviendas, mientras que las personas que tienen más de diez viviendas se han incrementado en la última década un 20% y fondos como Blackstone acumulan ya más de 30.000 viviendas.

Con este panorama, Ibáñez ha animado a la ministra a que «escuche a la calle» y a las manifestaciones por toda España, que están reclamando el derecho a tener acceso a una vivienda y que intervenga el mercado para bajar los precios del alquiler.

CRÍTICAS AL BONO ALQUILER JOVEN

A renglón seguido, el portavoz ha criticado las ayudas al alquiler para gente joven, que desde Sumar creen que sólo van a servir para subir el precio del alquiler por parte de los caseros si no van acompañadas de un tope a los alquileres.

Con todo ello, Ibáñez ha propuesto un «gran pacto de Estado» basado en la intervención de los precios, ampliar el parque público y limitar la compra especulativa de la vivienda para que se entienda la vivienda como un derecho y no como un bien de mercado. «En este país solo deben comprar casas personas físicas y no quienes juegan a especular en las zonas tensionadas», ha aseverado.

En este punto, el diputado ha advertido a la ministra de que tendrá que acometer «medidas contundentes» y decidir si está «al lado de los fondos buitre o al lado de un joven investigador al que van a echar de su piso porque han comprado el bloque para hacer Airbnb».

PODEMOS DICE QUE LA MINISTRA ESTÁ «FUERA DE LA REALIDAD»

Mientras, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha criticado que su sensación, tras la intervención de Rodríguez, es que la ministra «está en la playa comiendo espetos» y no es consciente de que le «viene un tsumani» ante el enorme «cabreo y malestar social» por el alto coste de la vivienda, con movilizaciones que piden su dimisión.

Así, ha criticado que Rodríguez está «absolutamente fuera de la realidad», carece de medidas, es «incapaz» de enfrentarse a los «especuladores» y solo promueve dar dinero público a los rentistas y apelar a su solidaridad.

En consecuencia, ha reivindicado que su exigencia de bajar el alquiler un 40% por ley para dar apoyo a los Presupuestos Generales está más que justificado, dado que Rodríguez no se atreve a intervenir el mercado.