BENEFICIOS RIDÍCULOS
Amazon facturó el pasado año en España unos 8.000 millones de euros, aunque la cifra no es fácil de concretar porque tiene siete filiales en el país pero el grueso de las ventas se canaliza a través de otras dos compañías con sede en Luxemburgo. De esa cantidad, los beneficios apenas supusieron 1,5 millones de euros, una cuantía absolutamente ridícula para un volumen de negocio semejante. Queda el consuelo de que España y Francia le obligan a pagar un impuesto del 3% sobre el total de sus ventas en el país (que sí es una cifra muy relevante) y Gran Bretaña, un 2%. Esos gravámenes que tanto molestan a Trump.