LA POTENCIA QUE NO SE USA PERO SÍ SE PAGA
Los hoteles valencianos han emprendido una ofensiva para que el Gobierno les permita rebajar la potencia eléctrica contratada mientras están cerrados, lo que podría suponerles entre 7.000 y 30.000 euros por establecimiento, según su tamaño. La legislación actual solo permite que una empresa cambie la potencia contratada una vez cada 12 meses y, por ese motivo, los hoteles de temporada vienen soportando, mientras están cerrados, el coste de una potencia eléctrica de la que no hacen uso y que por lo general es muy alta, para poder cubrir las necesidades de climatización y de iluminación de unos edificios tan grandes. Ahora, con una situación económica muy delicada por la pandemia, mantener los costes de potencia o los peajes de acceso puede suponer el cierre definitivo para algunos de ellos.