UNA RECLAMACIÓN TARDÍA
El partido que gobierna Polonia está en horas bajas y nada mejor que encontrar un enemigo, aunque sea entre comillas, para tratar de recuperar la popularidad. Después de varios meses achacando a Alemania todo tipo de males, el presidente de esta formación ha soltado la bomba: la reclama a los germanos 1,2 billones de dólares en compensación por los muertos causados durante la Segunda Guerra Mundial. Nunca es tarde, pero no parece que vaya a tener mucho efecto, porque los propios polacos se lo han tomado como un brindis al sol.