Alberto Vilar admite «errores» en los gastos cargados a la Federación Cántabra de Fútbol
El expresidente de la Federación Cántabra de Fútbol justifica el plan de pensiones a su favor porque así se lo propuso la Junta Directiva
El expresidente de la Federación Cántabra de Fútbol Alberto Vilar ha asegurado que los gastos cargados a la cuenta de la entidad durante su mandato eran «independientes» a los efectuados en las suyas, aunque ha admitido algún «error», que ha achacado a una «equivocación» o «confusión».
«Las facturas de la Federación eran de la Federación y las de mi casa, de mi casa», ha manifestado este lunes en la primera sesión del juicio contra él por presunta apropiación indebida, por disponer de fondos de la organización entre los años 2010 y 2012.
En la vista, desarrollada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria y en la que la Sala ha rechazado la prescripción del delito interesada por la defensa, Vilar ha reconocido que su cargo -que ostentó desde 1990 a 2012- no era remunerado, «porque yo no quería», según ha apostillado.
Y ha justificado los planes de pensiones a su favor suscritos con aportaciones periódicas a cargo de la Federación aprobados en Asamblea General por una propuesta previa de la Junta Directiva, integrada por una decena de miembros: «Se me propone y acepto», ha zanjado.
Según la fiscal, que pide para Vilar dos años de prisión, 2.400 euros de multa y que indemnice a la FCF con 148.888 euros, se firmaron cuatro fondos: dos en julio de 1999 y otros tantos en noviembre de 2003.
La acusación pública sostiene que el procesado, el tesorero y los secretarios de la Federación (no investigados en esta causa) «acordaron modificar el acta» de la asamblea general de 1999 para añadir «que se acordaba por unanimidad» la citada suscripción.
La representante de la Fiscalía indica que en mayo de 2007 Vilar solicitó el rescate de los dos primeros planes y recibió 59.502 y 20.259 euros, respectivamente; y en abril de ese año pidió la anulación de los otros dos por jubilación y recibió 16.229 y 12.203 euros, respectivamente.
Vilar ha admitido a preguntas de la fiscal que la propuesta inicial aparece «manuscrita» en el acta de una sesión, entre dos párrafos relacionados con asuntos deportivos, y «solo firmada por el secretario y nadie más».
Y en cualquier caso ha dicho desconocer los decretos sobre remuneraciones y planes de pensiones relacionados con su cargo al frente de la FCF. «Me tenía que haber asesorado el secretario», ha reflexionado.
COLLARES DE PERRO, PLANTAS, RASCADORES DE VITROCERÁMICA, SEGUROS…
Además, de acuerdo también con el ministerio público, Alberto Vilar aprovechó su posición en la Federación Cántabra de Fútbol para disponer de dinero de la entidad en su propio interés personal durante tres años: 2010, 2011 y 2012.
En concreto, en el primero, de 342 euros para enseres personales, como plantas para su hogar, collares de perro, ratoneras, rascadores de vitrocerámica o unas gafas, entre otros.
Respecto a las flores, ha señalado que para el mantenimiento de las que había en la Federación existía un contrato con una empresa, con la que también él suscribía el arreglo de las plantas de su casa «una vez al mes», de modo que los cobros iban a las respectivas cuentas de manera «independiente».
Por lo demás, Vilar ha negado la compra de collares de perros, y en todo caso ha dicho que los hubiera adquirido en una ferretería de Santander, no de Maliaño, así como también de los rascadores de vitrocerámica, de los que «quizá compré alguno».
Lo que sí ha admitido es el gasto de las gafas, que ha justificado porque una vez se le «perdieron» en un viaje a Madrid y en otra ocasión «desaparecieron» tras dejarlas en su despacho. «Que me pague la Federación las gafas. Las dejé aquí y desaparecieron», pensó.
El cargo de 595 euros para el seguro de su hogar lo ha atribuido a un «error», fruto de una «confusión» con las cuentas y el mediador, con lo que se realizó «por equivocación».
De los 5.049 euros en concepto de «dietas por desplazamientos que no se realizaban y sin justificación documental alguna», según la Fiscalía, Alberto Vilar ha indicado que eran por los viajes que realizaba varias veces al mes a Madrid y otras ciudades, por los que firmaba un «recibí» en base al cual le daban el dinero en la FCF. Y ha puntualizado de todos modos que esos gastos «no son ni cada quince días ni todos los meses».
Según la fiscal, en 2011 el entonces presidente de la FCF dispuso de otros 554,64 euros para gastos personales, 621 euros para el seguro del hogar y 4.542 euros para más dietas por presuntos desplazamientos sin justificar.
Y en 2012, los gastos personales ascendieron a 231,41 euros, el seguro de su domicilio a 656 euros y las dietas por desplazamientos sin justificación a 1.650 euros. Además, en esa anualidad dispuso de otros 2.017 euros para gastos judiciales particulares.
De las irregularidades con el seguro del hogar Vilar ha manifestado que fue «mea culpa» porque no dio su número de domiciliación bancaria para que le pasaran los recibos. Pero «me lo dicen y yo inmediatamente lo regulo», se ha defendido.
DIETAS A SU HIJA POR LLEVARLE AL AEROPUERTO: NO VEÍA LÓGICO PREGUNTAR
Durante el interrogatorio, también han salido a relucir gastos en una carnicería de Santander, para comprar «embutidos» y tener «un detalle» con los empleados de la Federación por Navidad, según su entonces presidente.
El acusado ha sido igualmente cuestionado por dietas a su hija, como una de 53,40 euros mensuales, y que ha justificado porque ella le llevaba en su coche al aeropuerto para coger el avión de primera hora de la mañana.
Pero «yo no preguntaba a nadie para dar 50 euros por llevarme al aeropuerto. No me parecía lógico preguntar a la Junta Directiva», ha confesado.
En este punto, las acusaciones han puesto de manifiesto que la hija tuvo un contrato con la Mutualidad de Futbolistas -independiente de la FCF pero gestionada por las mismas personas- que fue declarado nulo, por simular el empleo, y gracias al cual habría percibido más de 5.000 euros al mes.
ENTRADAS PARA PARTIDOS
Además, la fiscal asegura que entre 2010 y 2012 la Federación Cántabra solía comprar entradas a la Española para encuentros nacionales e internacionales, entradas que después eran vendidas a terceros. Sostiene que el importe fue entregado a Vilar, que lo incorporó a su patrimonio para uso personal, obteniendo 24.434 euros.
«Bajo ningún concepto», ha negado tras indicar que el 95% de las entradas eran invitaciones que «se regalaban» a personas que «habían hecho cosas» por la FCF para «tener un detalle». Y el dinero recaudado por el 5% restante «se lo entregaba el secretario al tesorero». «Simplemente me quiso dar un sobre (con el importe) de una o dos entradas porque me debía dinero la Federación», ha reconocido.
HOY ES UNO DE LOS DÍAS MÁS FELICES DE MI VIDA
Tras el interrogatorio, el procesado ha apuntado que ha contestado a todas las partes las preguntas realizadas «como llevo diez años pensándolas» y «diciendo la verdad». «Creo que he dejado las cosas claras. Hoy es uno de los días más felices de mi vida».
Mientras la fiscal ve los hechos como un delito continuado de apropiación indebida -agravado por la cuantía y con la atenuante de dilaciones indebidas-, la Federación -que ejerce la acusación particular- pide para él tres años de cárcel y multa de 8.100 euros por el mismo delito; y cuatro años y 9.000 euros por estafa, así como una indemnización de 182.619 euros.
DOCUMENTACIÓN DESTRUIDA
En la primera sesión del juicio ha declarado, entre otros testigos, el actual presidente de la FCF, José Ángel Peláez, quien ha señalado que a su llegada al cargo encontró «toda» la documentación contable «prácticamente destruida».
Ha añadido que tras revisar «lo poco que quedaba» y «folio por folio», encontraron «cero» justificaciones de gastos como dietas por desplazamientos.