Cantabria apenas ha mejorado en calidad del empleo desde 2007, según Fundación Areces
Todas las comunidades autónomas excepto Extremadura han mejorado en el índice de calidad del empleo respecto al año 2007, según el último estudio elaborado por la Fundación Ramón Areces y el Ivie titulado ‘La calidad del empleo en España y sus comunidades autónomas. En el caso de Cantabria, es una de las comunidades con incrementos de calidad más débiles (en torno a 2 puntos).
La estabilidad laboral, el tipo de jornada y de ocupación, la conciliación, los salarios percibidos o la siniestralidad son algunos de los 18 indicadores de calidad analizados en este índice, que en 2022 se sitúa 3,1 puntos por encima del de 2007.
El informe, elaborado por los investigadores del Ivie y profesores de la Universitat de València, Lorenzo Serrano y Ángel Soler, junto con el economista también del Instituto, Fernando Pascual, ofrece este indicador para el conjunto de España y también por comunidades autónomas.
Los mayores incrementos en calidad del empleo se han producido en Cataluña, Murcia y Castilla-La Mancha (más de 3,5 puntos) y los más débiles se han registrado en Canarias, Cantabria y Aragón (en torno a 2 puntos).
En términos de calidad global del empleo los mayores niveles se encuentran en País Vasco, Madrid, Cataluña, Navarra y La Rioja, todas con índices por encima de la media nacional. Por el contrario, la situación menos favorable se muestra en Extremadura, Canarias, Andalucía y Murcia.
El estudio asimismo explica que, aunque en general, la mayoría de comunidades muestran avances en cada una de las cinco dimensiones consideradas, lo que refleja una evolución positiva de la calidad del empleo desde 2007, eso no significa que no existan problemas relevantes, incluso algunos agravados, así como importantes diferencias entre las regiones.
TEMPORALIDAD Y JORNADA LABORAL
En materia de estabilidad laboral, el informe señala que la tasa de temporalidad sigue siendo muy elevada en el tercer trimestre de 2023 (17,3%). Por comunidades, Extremadura se acerca al 28% de trabajadores temporales, más del doble que en otras como Madrid o Cataluña.
Además, según los datos del tercer trimestre de este año, el 6% de los ocupados en España tiene que conformarse con un empleo a tiempo parcial aunque desearía uno a tiempo completo, una cifra que representa casi la mitad de los trabajadores con contratos a tiempo parcial. El mínimo de empleo involuntario parcial se da en Baleares, con un 4%, frente al máximo de 8,1% registrado en Andalucía.
Otra situación relacionada con la jornada laboral que afecta a la calidad del empleo es la incidencia de las jornadas largas (entre 40 y 48 horas semanales) y muy largas (49 horas o más) que muestra un repunte tras la pandemia.
En el tercer trimestre de 2023, el 41% de los trabajadores soporta jornadas largas y el 5,8%, muy largas. Además, el 16,6% de los ocupados trabaja al final de la tarde, un 5,4% por la noche, los sábados (28,3%) o los domingos (17,1%) y un 21,9% de los asalariados trabaja a turnos.
En conjunto, el 14,8% de los ocupados en el tercer trimestre de 2023 desea una jornada diferente, ya sea con más horas para poder aumentar sus ingresos (9,1% de los ocupados) o con menos horas, incluso renunciando a parte del salario (5,6%). Este último grupo está creciendo en los últimos años, mientras se reduce el de los trabajadores que quieren aumentar su horario laboral.
TELETRABAJO Y CALIDAD DEL EMPLEO
Por último, la monografía también estudia la relación entre teletrabajo y calidad del empleo, tras el incremento experimentado durante la pandemia de esta modalidad de trabajo.
En concreto, el porcentaje de ocupados que teletrabaja toda o parte de su jornada ha pasado del 8,3% de 2019 al 14% en 2022. Todavía está por debajo de la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 22,4%.
El análisis por comunidades autónomas destaca el incremento del teletrabajo respecto a 2019 en Madrid (13,6 puntos más), Cataluña (7,4 puntos) y País Vasco (5,5 puntos), mientras que en otras regiones el avance es más moderado, como Castilla y León, La Rioja, Aragón, Baleares, Extremadura o Castilla-La Mancha (con avances acumulados inferiores a 2 puntos).
El informe señala que los efectos del teletrabajo sobre la calidad del empleo son ambiguos, del mismo modo que sobre la productividad en las empresas, y más allá del porcentaje de empleados que teletrabajan, los autores insisten en que el éxito de esta fórmula de trabajo depende de la colaboración entre empleados, empresas y sociedad en general, así como de la adaptación continua y el aprendizaje en este nuevo entorno laboral.