Cantabria celebra el Año Cultural Indalecio Sobrino, pintor de la tauromaquia, la danza, el jazz y el cine
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, en colaboración con la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte, ha elegido al pintor Indalecio Sobrino (1940, Santander) como exponente artístico representativo de la historia cultural de Cantabria en 2024.
El objetivo es reconocer «toda una vida dedicada a la pintura» y acercar las piezas más representativas de la trayectoria de Indalecio Sobrino al público, sobre temas que reflejan sus «pasiones»: la tauromaquia, la danza, el jazz y el cine.
El director general de Cultura y Patrimonio, José Antonio González Fuentes, ha presentado este martes en rueda de prensa el Año Cultural Indalecio Sobrino, junto al artista y el comisario del proyecto, Jesús Mazón.
La exposición es un homenaje en vida a un artista con más de 70 años de trayectoria, cuyas obras están, en su mayor parte, en colecciones privadas de todo el mundo.
La colección alberga unas 40 piezas de sus primeras obras de los años 60, entre ellas la más antigua: un mural de indianos (1966); así como retratos personales; y su pintura más reciente: la rutina de los monjes de la Trapa (2021/22).
Se podrá visitar desde el 16 de abril en la Biblioteca Central de Cantabria y, a continuación, se trasladará en junio a la sede del antiguo Ayuntamiento de Laredo, en agosto a la Casa del Águila y la Parra de Santillana del Mar; en octubre a la Casa de Cultura de Torrelavega y finalizará el año en Madrid, en la Casa de Cantabria.
El Año Cultural Indalecio Sobrino alcanza la quinta edición de un proyecto que comenzó en 2020 con Pedro Sobrado, siguió en 2021 con Gloria Tornero y continuó en 2022 con José Ramón Sánchez y en 2023 con Roberto Orallo.
Se trata de una iniciativa que ha registrado estos años más de 30.000 visitas en todas las exposiciones realizadas para poner en valor a los grandes creadores y pintores de Cantabria.
Mazón ha explicado la «dificultad» de seleccionar las piezas de la muestra de Indalecio, que van desde 1966 hasta obras inéditas del último año, debido a que se encontraban muy repartidas en colecciones privadas.
Al igual que en ediciones anteriores, el Año Cultural Indalecio Sobrino reforzará la importancia de la colección pictórica con un catálogo que reúne las obras expuestas con una visión completa del artista a través de sus escritos, fotografías y resumen del proyecto; y de un documental que recoge la visión del pintor de su trayectoria y etapas creativas.
Además, la exposición también compartirá con los visitantes objetos personales, fotografías, herramientas de trabajo, escritos del autor y catálogos de exposiciones pasadas con el fin de ofrecer una imagen completa de su trayectoria personal y artística.
En las obras de Indalecio Sobrino siempre ha tenido un especial protagonismo la figura humana y sus grandes pasiones: la música, el teatro, la danza, la tauromaquia, el cine, aunque en su última etapa, también ha retratado un mundo radicalmente distinto como son los monjes trapenses.
El pintor ha explicado que pinta «lo que le conmueve» y se acerca al lienzo con «humildad y naturalidad», señalando que la pintura es «honestidad», además de «habilidad, técnica y muchas horas de trabajo».