Cantabria celebra La Noche de las Telecomunicaciones
Unos 500 ingenieros del sector trabajan en la región
La Noche de las Telecomunicaciones ha celebrado su tercera edición en Cantabria. En el acto, organizado por la Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones, se han concedido dos galardones, el premio Impulsa@TIC, que ha recaído en Ascentic, y el premio a la actividad profesional, que ha reconocido la labor desarrollada por el profesor de la Universidad de Cantabria Luis Muñoz.
En pocas profesiones como la de los ingenieros de telecomunicaciones se da la paradoja de que, a pesar de la trascendencia de su actividad, su trabajo es difícilmente apreciable a simple vista. Pero, sin el diseño de las redes por las que transita la información, multitud de servicios digitalizados de los que depende el funcionamiento de nuestra sociedad no podrían materializarse.
Para dotar de más visibilidad a la labor de estos profesionales, la asociación que les representa puso en marcha La Noche de las Telecomunicaciones, un evento que se ha celebrado en Cantabria por tercera vez desde que, en 2013, la delegación cántabra de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicaciones (AEIT) se sumó a esta iniciativa.
La convocatoria se celebra cada dos años y se hace coincidir con el Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, que se celebra cada año en la UIMP, por lo general en la primera semana de septiembre, y en el que colabora Ametic, la asociación que agrupa a las empresas de este sector. Una confluencia de actos que ha dado a las telecomunicaciones el protagonismo que merece.
Un acto de reconocimiento
El objetivo de La Noche de las Telecomunicaciones es servir de punto de encuentro entre los miembros de la asociación, las empresas del sector y los representantes institucionales. “Lo que se pretende –explica Eduardo Artal, el delegado de la AEIT en Cantabria– es que haya un contacto de las empresas con las instituciones públicas y que se produzca una sinergia y un conocimiento mutuo. Aprovechamos para hablar entre nosotros y conocernos mejor, y de ahí salen colaboraciones futuras”.
Ese objetivo se refuerza con la entrega de dos galardones, el IMPULS@ TIC, para premiar la implicación de instituciones o empresas que favorezcan el desarrollo de las tecnologías de la información en la comunidad autónoma, y otro destinado a reconocer la trayectoria de un destacado profesional del sector en Cantabria.
En esta edición, el premio ha recaído en la patronal Ascentic, que agrupa a la mayoría de las empresas del sector TIC en la región, y el galardonado por su trayectoria profesional ha sido Luis Muñoz, catedrático del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Cantabria y coordinador del proyecto Smart Santander, por su importante actividad investigadora en el área del Internet de las Cosas (IoT) y las Smart Cities.
En la todavía corta historia de ambos galardones les han precedido el que fuera alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, el Centro de Proceso de Datos del Banco de Santander y, en la primera entrega del Premio a la trayectoria profesional, el director de la empresa Erzia Technologies, Luis García.
Una profesión por la que pasa el futuro
Pocas titulaciones han conocido tantos cambios en sus contenidos como la de ingeniero de Telecomunicaciones, desde su creación en España en 1932. Algunas de las tecnologías de entonces han desaparecido, como ocurrió con el telégrafo, y otras, como la telefonía o la transmisión por radio, se han transformado de una manera espectacular.
La llegada de los primeros ordenadores, en los años setenta, supuso el inicio de una revolución que todavía no ha concluido y que ha tenido su reflejo en la adaptación del plan de estudios de las Escuelas de Telecomunicaciones. Lejos están aquellos días en que, como ocurrió en la Escuela de Ingenieros de Barcelona (la única junto con Madrid en la que se impartía esta titulación), la ausencia de la informática en los planes de estudio fue paliada camuflando las primeras nociones sobre programación y ordenadores en la asignatura de Topografía.
La Ingeniería de Telecomunicaciones llegó a la Universidad de Cantabria en 1992. Desde entonces, unos 1.200 titulados han salido de sus aulas, y ahora desarrollan su trabajo por los cinco continentes, porque uno de los rasgos que caracterizan a esta profesión, frente a lo que le sucede a carreras más tradicionales y de gran prestigio como Arquitectura o Ingeniería de Caminos, es que no hay prácticamente paro.
En Cantabria trabajan actualmente cerca de 500 ingenieros de telecomunicaciones, repartidos entre el pujante sector privado de las TIC y la Administración pública.
Antes de la aplicación del Plan Bolonia, en cada promoción de la Universidad de Cantabria salían entre 40 y 50 titulados. Ahora, ese número se ha dividido prácticamente a la mitad entre los que realizan el master, que es el equivalente a la antigua carrera de cinco años, y los de grado, a los que cuatro años de estudios les habilitan para salir al mercado de trabajo con una titulación similar a la del ingeniero técnico de telecomunicaciones.
Con un título u otro, por las manos de estos profesionales pasa el futuro de una sociedad que ya no se concibe sin las tecnologías de telecomunicación y que sigue teniendo en la transformación digital uno de sus retos más importantes.