Cantabria es la región con más jóvenes que no trabajan
Sólo un 35% de los menores de 30 años tiene empleo
Solo un 35% de los jóvenes menores de 30 años que están en edad de trabajar tiene un empleo en Cantabria; en concreto, 25.218 de un total de 70.404, y apenas un 19% (13.442) está emancipado del hogar de sus progenitores, ya sea con una vivienda en propiedad o con un alquiler, según un informe difundido por UGT Cantabria.
De los algo más de 70.000 jóvenes cántabros que tienen entre 16 y 30 años (en edad de trabajar), un 35% tiene un empleo y otro 19% (9.177) está registrado como parado. Pero queda un 51% (36.009) que son inactivos laborales, el mayor porcentaje de todas las autonomías españolas.
Desde 2008, la población menor de 30 años en edad de trabajar se ha reducido en Cantabria en más de 27.000 jóvenes (de 97.419 a 70.404), casi el mismo número de los que han perdido su empleo desde entonces (27.106).
En España, la evolución de la juventud es similar a la de Cantabria, aunque con pérdidas menos acusadas de población (-21%) y de empleos (-47%), que no evitan que la tasa de emancipación o el porcentaje de los que residen en su propia vivienda sea apenas cuatro décimas superior al de la región, 19,5%.
Emancipación inaccesible
La tasa de emancipación juvenil (el 19,1%) registrada en Cantabria a finales del año pasado es la más alta de los cuatro últimos, aunque, según ha puntualizado el secretario de Empleo de la Organización Juvenil de UGT en Cantabria, Iván Gómez, «desde 2012 Cantabria registraba una de las tasas más bajas del país y este incremento no es porque el número de jóvenes emancipados aumente, sino porque baja, y mucho, la población de estas edades sobre la que se calcula la tasa».
El informe de UGT aclara que, antes de la crisis económica, más de la mitad de los jóvenes cántabros menores de 30 años tenía un empleo (52.324 de un total de 97.419) y casi uno de cada cuatro (23,5%) estaba emancipado, residiendo en su propia vivienda, ya fuera en propiedad o en alquiler.
«Desde entonces, el precio medio de la vivienda en Cantabria ha disminuido casi un 30% (de 207.620 a 145.760 euros), pero ahora hay muchos menos jóvenes con empleo y un salario aptos para acceder a la vivienda y, además, sufren como en ninguna otra edad un proceso de precariedad laboral que no ha cesado de crecer», explica Gómez.
El 64% de los menores de 30 años no tiene empleo ni salario, lo que les impide acceder a una vivienda, pero tampoco lo consiguen más de la mitad de los que sí tienen empleo porque está fuera del alcance de sus salarios y mucho más lejos aún para ese casi un 40% de esos “afortunados” con empleo, que lo tienen a tiempo parcial.
Un 58% del salario para vivienda
Según el INE, el salario medio neto de un joven de entre 16 y 30 años era de 10.632 euros al término del año pasado, menos de la mitad de la media salarial regional (21.587 euros) y un 13% menos que el registrado en la misma edad en el año 2008 (12.261 euros netos anuales).
Con estos ingresos, un joven tendría que destinar más de un 58,6% de su salario para poder disponer de un hogar en propiedad y un 58,3% para uno en alquiler, según el último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España.
Peor aún, con los niveles salariales actuales, un joven con un empleo tendría que cuadruplicar su sueldo en Cantabria para poder sufragar la entrada inicial media para la compra de una vivienda de poco más de 50 metros cuadrados de superficie (43.728 euros de media según el Ministerio de la Vivienda).
Por ello, según UGT, «no es de extrañar que Cantabria haya perdido en los últimos ocho años una cuarta parte de sus menores de 35 años y no solo por el envejecimiento de la población; un 20% de ellos ha tenido que emigrar a otros países o a otras comunidades autónomas.