Cantabria registra 13 muertes en el trabajo en 2023 y cerca de 7.000 accidentes, 45 graves
Un total de 13 trabajadores murieron en accidente laboral en Cantabria durante 2023 -uno más que en 2022-, y se registraron a lo largo del año 6.974 accidentes de trabajo con baja, según datos provisionales publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social y consultados por Europa Press.
Del total de muertes en accidentes de trabajo, 11 fueron durante la jornada laboral y 2 ‘in itinere’ –trayecto de ida o vuelta al trabajo–. Asimismo, 11 de los 13 fallecidos en accidentes laborales en la comunidad eran asalariados y 2 eran trabajadores por cuenta propia.
De los casi 7.000 accidentes con baja a lo largo del año, 45 fueron graves y 6.919 leves. Además, el 88% del total de accidentes se produjeron en jornada, 6.175; y 811 in itinere.
Un total de 5.473 asalariados sufrieron esos accidentes frente a 684 trabajadores por cuenta propia en Cantabria.
A nivel nacional, un total de 721 trabajadores murieron en accidente laboral en 2023, lo que supone 105 fallecidos menos que en 2022 (-12,7%).
La mayor parte de los accidentes mortales se producen por infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento.
En 2023, los accidentes con baja laboral disminuyeron un 1,1% en relación al año anterior, hasta un total de 624.911 siniestros, de los que 539.584 se produjeron en el centro de trabajo (un 2,3% menos) y 85.327 fueron accidentes ‘in itínere’ (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo o viceversa), con un avance anual del 7,3%.
De acuerdo con los datos provisionales del Ministerio, los accidentes mortales en jornada de trabajo bajaron un 14,4% en 2023, al registrarse 581 fallecidos, 98 menos que en 2022, mientras que los siniestros ‘in itínere’ con resultado de muerte disminuyeron un 4,8%, hasta un total de 140 fallecidos.
Dentro de los accidentes mortales en jornada de trabajo, el sector servicios registró el mayor número de fallecidos, 282, lo que supone un 11,9% menos que en 2022.
Todos los sectores recortaron el año pasado su cifra de siniestros mortales con respecto a 2022. El mayor descenso se lo anotó el sector agrario, que registró 72 fallecidos (-24,2%), seguido de la industria y de la construcción que, con 96 y 131 siniestros mortales, redujeron el número de trabajadores fallecidos un 15,8% y un 12,7%, respectivamente.
Por su parte, los accidentes graves en jornada de trabajo sumaron 3.759 en 2023, un 1,1% menos, mientras que los siniestros ‘in itínere’ de carácter grave aumentaron un 3,7%, hasta los 947 accidentes.
Los accidentes leves en jornada de trabajo bajaron un 2,3% en 2023, hasta un total de 535.244, en tanto que los siniestros ‘in itínere’ calificados como leves subieron un 7,3%, hasta los 84.240.
MUEREN 74 AUTÓNOMOS EN 2023
La estadística de Trabajo revela además que de los 721 trabajadores que perdieron la vida en un accidente laboral el año pasado, 647 eran asalariados (-13,4%) y 74 eran trabajadores autónomos, un 6,3% menos que en 2022.
Del total de autónomos que perdieron la vida en accidente laboral, 73 lo hicieron en su centro de trabajo, dos más que en 2022, mientras que uno falleció en un siniestro ‘in itínere’, siete menos que en el año anterior.
En conjunto, los trabajadores por cuenta propia sufrieron en 2023 un total de 34.618 accidentes laborales con baja, un 1,5% menos que en 2022, con un descenso del 1,4% en los siniestros en jornada de trabajo y una caída del 2,6% en los accidentes ‘in itínere’.
Asimismo, según los datos provisionales del Ministerio, en 2023 se notificaron 569.996 accidentes sin baja laboral, un 0,9% más que en 2022.
CCOO SALUDA LA CAÍDA DE MORTALIDAD PERO VE ALGUNOS DATOS PREOCUPANTES
CCOO ha destacado en un comunicado para valorar estos datos la «mejora significativa» que muestra la estadística respecto a años anteriores, especialmente en lo que se refiere al retroceso de los accidentes mortales.
No obstante, ha señalado que diferencia respecto a 2022 se reducirá cuando estén los datos consolidados, ya que la actual definición de accidente mortal incluye aquellos fallecimientos que se producen pasados hasta 12 meses desde la fecha del accidente.
Aún así, el sindicato considera que se trata de un dato «muy positivo», ya que se reduce la siniestralidad mortal en todos los sectores de actividad y en todas las causas de los fallecimientos.
Sin embargo, CCOO avisa de que, al analizar el conjunto de los accidentes y centrar el foco a nivel de sección de actividad, «se aprecian elementos preocupantes», particularmente en actividades sanitarias y servicios sociales.
Aunque en estas secciones disminuyen los accidentes con baja respecto a 2022, año en el que los casos Covid se computaban todavía como accidentes laborales), si estos se descontaran, aumentarían los accidentes con baja.
«Hay elementos en el conjunto de la siniestralidad que no nos permiten ser tan optimistas. Vemos como la incidencia general de los accidentes de trabajo con baja está estancada y gracias a un efecto estadístico por los casos de Covid que 2022 computaban como accidentes de trabajo y en 2023 ya no. La incidencia está aumentando en sectores clave como la hostelería, la industria manufacturera o el comercio. Mucho nos tememos que si no se produce una mejora significativa de las condiciones de trabajo, el año 2024 puede experimentar un nuevo repunte de la siniestralidad», ha advertido el responsable de Salud Laboral de CCOO, Mariano Sanz.
El sindicato avisa además de que sigue produciéndose una «infradeclaración» de las enfermedades profesionales «como consecuencia de un sistema de notificación y registro insuficiente para garantizar una gestión justa de esta contingencia profesional».
«Necesitamos que la prevención de riesgos laborales se convierta en una de las prioridades en la acción de los Gobiernos central y autonómicos», ha destacado Sanz.
ATA: DATOS «INASUMIBLES» PARA LOS AUTÓNOMOS
Por su parte, la organización de autónomos ATA ha denunciado en un comunicado que los datos de siniestralidad laboral de 2023 son «inasumibles» para el colectivo de autónomos.
«Si queremos reducir estas cifras, es necesaria una implicación más activa de las administraciones fomentando programas de información y sensibilización que ayuden a los autónomos a conocer y prevenir sus riesgos», ha apuntado José Luis Perea, secretario general de ATA y responsable del área de prevención de riesgos laborales.
Según ha denunciado Perea, las políticas preventivas que las administraciones desarrollan para los autónomos «son prácticamente nulas», lo que incide directamente en las cifras de siniestralidad.