Carl’s Jr. aterriza en Bahía Real

La cadena de restauración Carl’s Jr está en pleno proceso de expansión por el norte de España.  A los 4.000 establecimientos que tiene bajo su paraguas por todo el mundo –algunos de ellos en Madrid y Bilbao–, se suman los nuevos que está poniendo en marcha en Oviedo y Santander. El local cántabro, situado en el parque comercial Bahía Real, es el vigésimo noveno que la firma norteamericana establece en el país y el primero en la región, gracias a la iniciativa de Paul Seijo, un vizcaíno que procede de un sector tan distinto al de la hostelería como el petrolífero.

A lo largo de su trayectoria profesional, ha trabajado como jefe de campo de una empresa dedicada a labores de extracción de petróleo fuera de España, donde ha llegado a dirigir grupos de 30 personas. «He trabajado en Kazajistán, Argelia, Egipto, Dubái y Arabia Saudí», asegura y añade, «a mí esto me ha dado la oportunidad de trabajar en equipo».

Seijo llevaba varios años barajando la posibilidad de iniciar un nuevo proyecto propio con el que aplicar en territorio nacional ideas de negocio que funcionasen en el extranjero. Su objetivo era abrir una franquicia y debido a circunstancias personales, finalmente se lanzó con la marca estadounidense, fundada en Los Ángeles en 1941. «En mi anterior trabajo estaba muy a gusto porque trabajaba un mes y descansaba otro mes. Pero al final quieres volver a casa y estar con la familia. Me he perdido muchas navidades y muchos cumpleaños. Era hora de volver», reconoce.

En un principio, Paul Seijo contempló varios centros comerciales cántabros en los que poder asentar su negocio, pero tras valorar diferentes opciones se decantó por esta ubicación estratégica en Bahía Real. El empresario considera que estar situado justo al lado de las salas de cine premium de Ocine puede tener un impacto positivo en las cuentas de su franquicia. «Además creo que la pasarela que nos conecta con el otro centro comercial nos va a dar vida, aunque también tenga su propia restauración», augura Seijo.

El nuevo establecimiento se ha estrenado con 24 empleados y una promoción de bienvenida al público cántabro que ha permitido disfrutar de hamburguesas gratis a medio centenar de personas. El local dispone de dos plantas. La inferior, donde se encuentra el comedor, tiene 172 metros cuadrados y una terraza de más de 60 metros cuadrados. La segunda planta alberga la cocina, donde los empleados reciben y preparan los pedidos de los clientes. «Nuestro objetivo es ofrecer un servicio de calidad. Por eso, nos marcamos como meta servir en no más de cinco minutos», asevera.