Cisga impulsa un gran centro de proceso de datos en el Pctcan

La primera fase estará en marcha a finales del próximo año y el proyecto completo requerirá una inversión de 12 millones de euros

El Grupo Ambar intentó poner en marcha un gran centro de procesos de datos en el PCTCAN en 2017 pero no fue posible en ese momento. El proyecto se ha retomado y aquella inversión inicial (unos once millones de euros) va a servir para que la primera fase pueda ponerse en servicio en muy pocos meses. Sus socios son ahora Javier Cavada, Sodercan y una multinacional francesa, y no le faltarán clientes. De hecho, ya ha recibido ofertas de compra, porque la llegada del cable trasatlántico de Meta (Facebook) a Santander está levantando muchas expectativas.


Pablo Gómez, CEO del Grupo Ámbar, promotor de la iniciativa.

En 2017 Cisga, una empresa del grupo cántabro Ambar, lo tenía todo preparado para iniciar el equipamiento del centro de proceso de datos (CPD) que había creado en las dos plantas subterráneas del edificio que acababa de construir en el PCTCAN, pero todo cambió de repente. La multinacional luxemburguesa con la que se había asociado al 50% fue adquirida por un fondo que tenía otros objetivos estratégicos, y eso llevó a disolver la sociedad. Más tarde llegó la pandemia y la inversión realizada (alrededor de once millones de euros –de los que tres fueron puestos por el Ministerio e Ciencia y Tecnología–) quedó a la espera de destino hasta 2022, en que el grupo cántabro, que ha soportado sobre sus espaldas en este tiempo los vencimientos de la financiación, contactó con varias compañías intemacionales y comprobó que el proyecto suscitaba interés.

A la vez, la empresa pública Sodercan se atrevía a entrar en el capital, a la vista del plan de negocio y de la alta demanda de alojamiento que se detectaba en el mercado.

El nuevo Gobierno del PP ha ratificado esa decisión, por lo que Sodercan participará con un 17% del capital. Cisga tendrá un 35% y el resto del accionariado se reparte entre el grupo cántabro JC, propiedad del ingeniero Javier Cavada (un 15%); Cisga y una multinacional francesa, con la que se están ultimando las negociaciones, que tomará un 33%.

La materialización del proyecto va a ser muy rápida, dado que gran parte de las inversiones necesarias ya están realizadas. Se había construido el espacio donde se alojarán los servidores; un centro energético propio, separado del que alimenta al resto del edificio de Cisga; sistemas de suministros y seguridad redundantes; se había alcanzado un acuerdo con Viesgo para disponer de al menos 3MW de potencia en cualquier momento del día y del año; se dispone de la conexión de fibra óptica…

El Iberia Data Center, que así se va a llamar el nuevo CPD, estará en servicio a finales de 2024 y será el primer centro de datos para uso de corporaciones públicas y empresas privadas. Tendrá capacidad para dar servicio a más de mil compañías. Se trata de un espacio físico de unos 2.000 metros cuadrados repartido en dos sótanos, que albergarán servidores y sistemas para almacenar los datos de sus clientes.

La continuación del proyecto requiere una inversión de 12 millones de euros, entre financiación propia y externa, y se desarrollará en cuatro fases, que irán más o menos rápidas en función del nivel de ocupación del data center. La de arranque (unos tres millones de euros de inversión) generará unos 50 empleos directos de carácter temporal y otros 50 indefinidos una vez que esté a pleno rendimiento, con diferentes perfiles profesionales, desde técnicos en infraestructura hasta personal de mantenimiento, seguridad, administración y servicios auxiliares.

Según la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga y Pablo Gómez, CEO del Grupo Ámbar, el centro de datos será de los más avanzados del país. De los 74 data center que hay actualmente en España –la mayor parte en el entorno de Madrid y Barcelona– solo 34 se encuadran en las categorías más exigentes por nivel de seguridad y grado de disponibilidad, en las que va a estar el de Cantabria.

Según Pablo Gómez, CEO de Grupo Ámbar y líder del consorcio que gestionará la instalación, “se trata de un hito para nuestra región ya que subsana una carencia y nos permitirá posicionar Cantabria como motor de la economía digital”.

Menos de dos horas de interrupción al año

Cuando esté a pleno rendimiento, el Iberia Data Center albergará cerca de 400 racks, los armarios metálicos que alojan los servidores, y tendrá una capacidad de almacenamiento de varios petaBytes (cada petaByte supone 1024 teraBytes). El CEO del Grupo Ámbar señala que su objetivo es “dar un servicio con iguales o mejores prestaciones” del que ofrecen las multinacionales del sector, con una menor latencia (retardo) para los clientes cercanos “y mucho más personalizado y adaptado a las necesidades de cada usuario”.

La sala del Edificio Cisga desde se controlará el funcionamiento del CPD. Actualmente, desde esta sala ya se ofrecen servicios para administraciones y empresas privadas de varias comunidades autónomas. FOTO: MARÍA CASUSO

La instalación va a estar equipada con los sistemas más avanzados y tendrá un nivel tecnológico TIER3, uno de los estándares internacionales más exigentes para la planificación y gestión de centros de datos. Esta clasificación diferencia cuatro niveles, en función del grado de disponibilidad de la instalación, y el Iberia Data Center tendrá un porcentaje de disponibilidad del 99.982%, de forma que su indisponibilidad no llegará a las 2 horas al año.

El Grupo Ámbar

El Grupo Ámbar, promotor del CPD es de carácter familiar y suma ya 350 trabajadores entre las dos sociedades que lo componen (Ámbar y Cisga), de los cuales unos 150 prestan sus servicios en Cantabria.

El resto de la plantilla está repartida por la geografía nacional, ya que la compañía presta servicios tecnológicos como proveedor externo para empresas y administraciones de varios lugares del país, desde el Puerto de Barcelona a la Comunidad de Madrid o al Gobierno Vasco.


Las ventajas de Santander para los CPDs

El emplazamiento del CPD tiene ventajas que resultaría difícil reunir en otro lugar. La primera es la cercanía a la sede de Viesgo, que tiene un sistema eléctrico mallado, es decir, con más de un acceso de la energía, lo que prácticamente anula el riesgo de cortes en el suministro, el principal problema que puede tener un centro de este tipo.

La segunda ventaja la depara el clima. Entre el 65% y el 75% de los costes de un CPD provienen del consumo energético, especialmente en refrigeración, y esos costes se reducen significativamente cuando la horquilla entre las temperaturas máximas y mínimas es tan estrecha como la de Santander. Además, el Iberia Data Center tiene previsto emplear fuentes de energía renovable para alimentar sus equipamientos, y su sistema de refrigeración free cooling permitirá que ese aire caliente que se extrae del interior se utilice para calentar el resto del edificio.

La tercera circunstancia a su favor es la próxima llegada de la fibra transoceánica de Meta a la costa de Cantabria, que le proporcionará una conectividad directa, segura y ultrarrápida. De hecho, se espera que ese cable ejerza un notable poder de atracción sobre otros inversores nacionales e internacionales vinculados al sector tecnológico y de las comunicaciones.


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