Los reclamos turísticos de la región se están diversificando cada vez más y van desde el clásico sol y playa a la cultura, las peregrinaciones religiosas o la gastronomía. El último en incorporarse es el deporte: dos proyectos –una piscina de olas y una tirolina de gran longitud– están ya en la pista de salida.

El municipio de Ribamontán al Mar, que ya ha asentado el surf como una sólida baza turística, va a disponer de la primera piscina de olas artificiales de Cantabria. Requerirá una inversión próxima a los cinco millones de euros que va a ser promovida por la empresa cántabra Waves Generator.

El presidente de la compañía, José Manuel Merodio, y el director de Marketing, Juan Revuelta, han informado al consejero de Innovación y Turismo, Francisco Martín, de las características del proyecto, que utilizará un sistema propio, que piensa patentar, para generar las olas, y en el que ha contado con el asesoramiento del Instituto de Hidráulica.

Desde el aprendizaje a la competición

La piscina medirá unos 200 por 200 metros, con una profundidad variable de entre 2,5 y cero metros y podrá generar entre 600 y 1.000 olas a la hora, de diferentes tipos y tamaños para adaptarse a los diversos niveles de los surfistas, incluido el aprendizaje. También servirá para competiciones deportivas.

El gasto energético será de apenas 0,25 euros a la hora y parte de la electricidad provendrá de fuentes renovables.

Martín ha destacado que esta iniciativa «contribuirá a fijar la excelencia turística de Cantabria relacionada con el surf, algo que está generando un creciente valor añadido, con la atracción de nuevos visitantes, además de ayudar a la desestacionalización del turismo, a la divulgación del surf y a la práctica de esta actividad deportiva».

A la reunión de los empresarios con Martín asistieron el alcalde de Ribamontán al Mar, Francisco Asón, y el técnico municipal, Luis Cayón, impulsor del surf en la zona.

Alto Campoo contará con una de las tirolinas más largas del país

La estación de Alto Campoo quiere extender sus actividades más allás del esquí y de la temporada de invierno y, a partir del próximo verano, dispondrá de uno de los trazados de tirolina más largo de España. La primera intención es hacer dos tramos que sumarán una longitud de 1,6 kilómetros.

El primero tendrá una longitud de 600 metros y se iniciará en la Cafetería El Chivo, cruzando la balsa de innivación, a una altura máxima sobre el suelo de 65 metros. Desde ese lugar comenzará el segundo recorrido, de 1.000 metros de longitud, que transportará a los clientes hasta el entorno del Edificio Multiusos, en la parte baja de la estación, con una altura máxima de 60 metros sobre el suelo.

Desde el Gobierno se destaca que este proyecto, que se enmarca en una planificación de nuevas actividades de ocio y aventura que está desarrollando la empresa pública Cantur supondrá «un valor añadido para la estación, siguiendo la actual tendencia de los resorts de nieve más importantes».