Desarticulado un grupo violento dedicado a tráfico y elaboración de droga en Cantabria
La Guardia Civil de Cantabria, en la operación ‘Lost mounts’, ha detenido a 10 hombres que integraban un grupo criminal violento, dedicado al tráfico y elaboración de drogas en esta comunidad, y que empleaba la agresión y el secuestro contra sus deudores.
Los detenidos son todos españoles, vecinos de Cantabria y Vizcaya, con edades comprendidas entre los 22 y los 46 años, a los que se imputan delitos de tráfico y elaboración de drogas, detención ilegal, lesiones, robo con violencia, amenazas, coacciones, así como defraudación de fluido eléctrico.
Los dos cabecillas de la trama, tras su puesta disposición judicial, han ingresado en prisión.
Las intervenciones realizadas por la Guardia Civil y la Policía de Marruecos se aproximan a los 100 kilos de sustancia cannábica (hachís, polen de hachís y marihuana).
Los dos cabecillas, para presionar a sus deudores, no dudaban en agredirles físicamente o detenerles ilegalmente. A uno le mantuvieron secuestrado varios días en una cabaña de Liérganes.
La Guardia Civil comenzó a sospechar de posible tráfico de drogas en una asociación cannábica de Heras, que el pasado octubre se instaló en Solares.
Las investigaciones determinaron que los dos hombres que estaban al frente de la asociación podían encabezar un grupo criminal para la adquisición y tráfico de hachís y marihuana, así como para la elaboración de polen de hachís.
También se averiguó que personas del entorno de la asociación se trasladaron varias veces a la provincia de Cádiz y a Marruecos para adquirir hachís. Estos viajes se fueron reduciendo por las restricciones de movimientos y estados de alarma por la pandemia de coronavirus.
Aunque se sospecha que han podido traer cantidades notorias de hachís, no todos los viajes fueron fructíferos. En uno de ellos, un integrante del grupo fue sorprendido por la Policía de Marruecos con 80 kilos de hachís y fue detenido y encarcelado en ese país.
En otras dos ocasiones, cuando realizaban el viaje de regreso a Cantabria, la Guardia Civil les intervino 2,5 kilos de hachís.
DETENCIONES ILEGALES Y AGRESIONES
Tras un viaje el pasado marzo, los cabecillas sospecharon que uno de los participantes podía haber informado de ellos a la Guardia Civil. Además, le responsabilizaban de la pérdida económica que les habían causado el hachís intervenido por este Cuerpo.
Los agentes creen que por estos motivos le retuvieron y le trasladaron a una cabaña de Liérganes, donde permaneció secuestrado varios días hasta que pudo escaparse. Intentaron secuestrarle 15 días más tarde, sin llegar a conseguirlo. También averiguaron que en el regreso de uno de los viajes le habían agredido con una barra de hierro.
El uso de estas prácticas no era aislado, ya que a un hombre le sacaron por la fuerza de una vivienda de Santander y le llevaron hasta la asociación cannábica, donde le agredieron con una barra metálica y le coaccionaron para ir al domicilio de sus padres a por el dinero que les debía, llevándole a la fuerza. Una vez en la vivienda consiguió zafarse de los agresores y refugiarse en su interior.
ELABORACIÓN DEL POLEN DE HACHÍS
El 10 de diciembre, la Guardia Civil realizó cuatro registros en la asociación cannábica en Solares y en tres viviendas de Heras, Mogro y El Astillero.
Como resultado de estos registros se intervinieron casi 18 kilos de sustancia cannábica (polen de hachís en tableta y polvo, hachís y marihuana), así como una pistola de foguero, una ballesta de precisión y más de 2.000 euros en metálico.
Además, en la vivienda de Mogro los agentes encontraron maquinas para la elaboración del polen de hachís, así como una prensa para compactar la sustancia en tabletas.
Los investigadores sospechan que comenzaron la elaboración de esta droga porque no podían seguir realizando viajes al sur de España y a Marruecos por las restricciones de movilidad. El polen de hachís se vende más caro que el hachís, principalmente por considerarse de mayor calidad.
Se averiguó que, además de la venta de droga realizada en la asociación, el grupo tenía personal que se encargaba de la distribución del hachís por Medio Cudeyo, Laredo, Hazas de Cesto y Santa María de Cayón, así como en la provincia de Vizcaya.
Esta actuación de la Guardia Civil de Cantabria se ha realizado bajo la dirección del Juzgado de Instrucción nº 2 de Medio Cudeyo y la coordinación de la Fiscalía Antidroga de esta Comunidad Autónoma.